Capítulo 2. ¿Por qué no puedo oler sus feromonas?

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En algún momento, comenzó a lloviznar en el exterior.

Las gotas de lluvia caía sobre la ventana, y generaban un sonido muy nítido dentro de la habitación.

Ese sonido despertó al dormido Ji Ran.

Tan pronto como abrió los ojos, no pudo evitar voltearlos al ver el intrincado y elaborado diseño del techo.

Al mover su cuerpo, sintió como si le hubieran aplastado todas las articulaciones del cuerpo, y el dolor era tan intenso que sus ojos se enrojecieron al instante.

Como un Alfa, con genes poderosos, Ji Ran era un luchador muy fuerte.

No era que nunca antes lo hubieran lastimado, era que nunca había sido tan vulnerable como en ese momento.

¡Ahora apenas podía mover un dedo!

Y la persona que causó todo eso, resultó ser la que él más amaba.

Ji Ran levantó las comisuras de sus labios, y una áspera neblina se apoderó de sus ojos.

Acababa de despertar, pero aún no había recuperado todas sus fuerzas y tras un período de aturdimiento, Ji Ran volvió a quedarse dormido.

Pero no sabía cuánto tiempo pudo dormir, cuando el ruido de unos pasos lo despertó de nuevo.

—¡Han pasado tres días! ¿Por qué no se ha despertado?

La voz furiosa de Ye Linghan llegó a sus oídos, e hizo temblar el corazón de Ji Ran.

Inconscientemente apretó los puños, y esos recuerdos dolorosos al instante vinieron a su mente.

—¡Joven maestro Ye, no se preocupe! Creo que el joven maestro Ji debería ser capaz de despertar hoy.

—Joder, ¡¿quién te crees que eres?! Eso fue lo que dijiste ayer, ¿pero qué pasó? ¡¡Aún no ha despertado!!

Ye Linghan pateó al doctor, y su horrible rostro parecía el de un demonio del infierno: —¡Fuera! ¡Fuera de aquí!

El médico se levantó del suelo, y salió tambaleándose de la habitación.

Ji Ran se estaba tardando en despertar, y eso hizo que Ye Linghan se molestara y enojara.

¡No creía que pudiera fracasar!

Si él había dicho que Ji Ran podría convertirse en un Omega, entonces no habría ninguna sorpresa.

Al empujar la puerta del dormitorio, Ye Linghan vió a Ji Ran en la cama con los ojos ya abiertos, y la hostilidad en su rostro disminuyó de repente.

Ye Linghan caminó hacia él y con todas sus fuerzas, envolvió a Ji Ran entre sus brazos: —Ran Ran, mi Ran Ran...

Pero al bajar la cabeza y olfatear suavemente el cuello de Ji Ran, el ceño de Ye Linghan se arrugó de repente y sus ojos se enfriaron instantáneamente.

'¿Por qué no puedo oler sus feromonas?'

Un Omega emitía un olor a feromonas cuando estaba en celo, pero ese olor normalmente también estaba presente en su cuerpo, aunque solía ser muy ligero, y no tan fuerte y seductor como durante el celo.

¡Pero Ji Ran no olía a nada!

Ye Linghan no estaba dispuesto a rendirse, así que se inclinó hacia él y volvió a olfatearlo.

'¡Todavía nada!'

Después de rasgar la ropa de Ji Ran, Ye Linghan acercó su nariz a su piel y olfateó durante mucho tiempo.

Pero sus dientes se apretaron de repente, y parecía que se había formado un capa de hielo en sus ojos.

—Estás decepcionado, ¿verdad?

—...

Ji Ran sonrió de repente: —Soy un Alfa, ¿no lo sabías ya desde un principio? ¿Cómo podría un Alfa convertirse en Omega?

—Seguramente debe ser porque el agente sintético aún no ha hecho efecto.

—...

Ye Linghan besó las sienes de Ji Ran: —Ran Ran, definitivamente podrás convertirte en un Omega.

—Ye Linghan, ¿realmente me amas?

De inmediato, los ojos oscuros y sombríos de Ji Ran miraron fijamente al apuesto hombre que tenía enfrente.

Al principio, Ji Ran se había dejado engañar por ese rostro y el supuesto amor profundo que le profesaba Ye Linghan.

Pero nunca llegó a pensar que después de todos esos años de entregar su corazón y su alma, todo lo que recibiría a cambio fue un penoso dolor.

—Después de todos los años que hemos estado juntos, ¿cómo te atreves a cuestionar mi amor por tí?

—...

Ye Linghan se emocionó de repente: —Ji Ran, ¿qué tipo de persona no puedo conseguir si la quiero? Ya sean Alfa, Beta u Omega, todos competirán por ser el primero en estar en mi cama siempre que los quiera... Pero, ¿por qué quiero estar contigo? ¿Realmente no entiendes nada? Te convertí en Omega porque quería que fueras el legítimo esposo del joven maestro Ye, no un Sr. Ji sin nombre ni estatus.

Al ver los serios ojos de Ye Linghan, Ji Ran dijo: —Si no puedo convertirme en un Omega, ¿me seguirás amando?

—¡Mis sentimientos no cambiarán! ¡No lo harán! Ji Ran, ¡confía en mí!

—...

Ye Linghan abrazó fuertemente a Ji Ran: —Cuando te conviertas en Omega, podremos casarnos.

'Casarnos......'

En los últimos años, a medida que los Alfas fueron disminuyendo, el gobierno había decretado explícitamente que los matrimonios entre Alfas no estaban permitidos.

Era con el objetivo de garantizar la fertilidad y, con suerte, producir más Alfas con buenos genes.

El corazón de Ji Ran se estremeció, ya que tal vez Ye Linghan realmente lo amaba y había llegado tan lejos solamente para estar con él.

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