Capítulo 23. ¡Intenta hacer un escándalo otra vez!

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En el Continente Longxi, el Alfa era un ser supremo.

Un Alfa podía tener varios Omegas. Pero después de que un Omega había sido marcado, sólo podía seguir al Alfa que lo marcó por el resto de su vida e incluso si el Alfa lo trataba mal o era una persona violenta, el Omega no podía estar en los brazos de otro.

Si un Omega con marca llegaba a ser marcado por otro Alfa o Beta, la reacción de su cuerpo podía ser extremadamente dolorosa o poner en peligro su vida.

Por esa razón, un Omega marcado debía ser absolutamente fiel al Alfa que lo marcó, y durante su período de celo siempre tenía que suplicarle de forma humilde para que lo ayudara a satisfacer sus necesidades físicas.

Con el tiempo, los Alfas comenzaron a sentir que estaban por encima de los demás, y que debían ser admirados y respetados por los Omegas.

Tanto así que despreciaban a los Omegas, y creían que sólo existían como una herramienta para su propia lujuria y reproducción.

Una y otra vez, Xiao Yue se abalanzó a los pies de Xiang Yu para suplicarle, pero solo era empujado sin piedad.

Al ver esa escena, los puños de Ji Ran se apretaron con más fuerza y cuando estaba a punto de ir a detenerlo, Sheng Weiqing ya había dado el primer paso para ayudar a Xiao Yue a levantarse: —Ven a mi oficina, allí te puedo dar un inhibidor y tu celo se detendrá... Pero si no quieres, puedo ayudarte a que te quites la marca de forma gratis.

En ese momento, Xiao Yue estaba tan abrumado por el celo que jadeaba de dolor y comenzó a rasgar su propia ropa sin control.

Al ver que era completamente controlado por el celo, Sheng Weiqing le dió una suave palmada en la espalda y lo sostuvo en sus brazos para ir a su oficina.

Pero al pasar junto a Xiang Yu, le dijo fríamente: —Si no quieres que te expulsen de la universidad, compórtate con honestidad de ahora en adelante... Un Omega no es una herramienta para que desahogues tus deseos.

Sheng Weiqing era profesor en la universidad y Xiang Yu no se atrevía a contradecirlo en su cara, pero aunque sus labios no dijeron ni una sola palabra, su corazón estaba extremadamente indignado.

A pesar de que Sheng Weiqing pudo ver el desdén en sus ojos, sabía que esa era la situación actual de muchos Alfas y Omegas en el país, así que sólo dió ligero suspiro en su corazón y no dijo nada más.

Cuando estaba a punto de irse con Xiao Yue en sus brazos, Sheng Weiqing se dió cuenta de que Ji Ran y Ye Linghan habían desaparecido.

Al instante, su ceño se frunció ligeramente y una gran preocupación comenzó a filtrarse por sus ojos.

Pero como sabía que no tenía derecho a interferir en su relación, Sheng Weiqing sólo podía esperar que Ye Linghan no descubriera el secreto de Ji Ran.

Al final, el espectáculo del Omega en celo había terminado y todos los espectadores Alfas se dispersaron por completo.

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—Ye Linghan, ¡suéltame!

Ji Ran intentó con todas sus fuerzas deshacer el agarre en su muñeca, pero Ye Linghan era tan fuerte que lo arrastró hacia la entrada de la universidad.

—¡¡Suéltame!!

Ji Ran golpeó con su puño la espalda de Ye Linghan, y ahora estaba realmente enojado con él.

Cuando Ye Linghan se dió la vuelta, sus ojos negros estaban llenos de ira reprimida y apretando los dientes con fuerza, dijo: —¡Intenta hacer un escándalo otra vez!

Pero Ji Ran ignoró sus palabras, y le dió otro puñetazo.

Tal vez lo que había irritado a Ji Ran fue ese incidente con Xiao Yue, pero en su corazón estaba tan enojado que no podía evitar ser particularmente cruel con Ye Linghan.

Si Ye Linghan no hubiera esquivado su puñetazo con rapidez, Ji Ran seguramente lo habría estrellado contra su cara y aunque falló en eso, su puño si había conseguido golpear su barbilla.

El ardiente dolor en su barbilla hizo que la ira de Ye Linghan explotara por completo, así que tiró de Ji Ran con fuerza y lo cargó sobre su hombro para ir al lugar dónde el auto estaba estacionado.

Al llegar, Ji Ran fue arrojado en el asiento trasero del auto y la caída fue tan dura que le tomó mucho tiempo recuperarse.

Pero ese tiempo fue suficiente para Ye Linghan cerrara la puerta del auto, y comenzará a conducir tan rápido como podía.

Ji Ran golpeó la puerta del auto y gritó: —¡Detente! ¡Quiero salir del auto!

—¡Cállate! —El tono de voz de Ye Linghan era sombrío, y condujo aún más rápido.

Pero como no tenía puesto el cinturón de seguridad, Ji Ran fue lanzado hacia atrás y adelante por la inercia.

Cuando el auto deportivo se detuvo frente a la villa, Ji Ran estaba tan mareado que tenía ganas de vomitar y antes de que pudiera recuperar el aliento, Ye Linghan ya había abierto la puerta del auto y comenzó a arrastrarlo hacia la mansión.

Tan pronto como entraron en la mansión, Ye Linghan lo inmovilizó contra la puerta y le arrancó la ropa del cuerpo con fuerza.

—¿Eras tú quién estaba en celo hoy en la universidad?

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