Capitulo 5.

8.6K 477 14
                                    

Cada día que pasaba en este lugar, me iba dando cuenta de lo grande que son estos dos niños.
Les he cogido un cariño impresionante, en especial a Jesus.
Mi niño, es... perfecto.
Ahora mismo estoy planchando una camisa a el secuestrador, ya que tiene una reunión.
Estos días he pasado mucho tiempo con el y me estoy empezando a ganar su confianza.

-Amy.-me llama.-¿Ya esta la camisa?

-Si, toma.-se la doy.-¿Cuando volverás?

-Tarde.-me dirige hasta la cocina.-Coge todo lo que quieras y baja, os tengo que encerrar.

Asiento mientras cojo todo lo que me apetece.

Y pocos minutos después estoy sentada en la cama, mirando un punto de la habitación mientras me como una varrita de frutas.

-Amy.-se sienta a mi lado Jesus.- ¿Estas bien?

Me encojo de hombros, mirando a Jesus.

-¿Que te pasa?-me acaricia la mejilla.

-Os estoy fallando.-susurro.-Ya os tendría que haber sacado de aquí hace tiempo.

-Amy...-susurra Dani, acercándose a mi.-Lo estas haciendo genial, tu eres la única que nos puede sacar de aquí y se que lo vas a conseguir.

-Puede que llevemos una semana aquí, pero tampoco ha sido tan mala, te hemos conocido.-me guiña un ojo Jesus.

Sonrío un poco.

-No quiero fallaros.-digo, con lagrimas en los ojos, ahogando la cabeza en el hombro de Jesus.

-Y no lo vas ahacer.-me acaricia la espalda.-Eres estupenda, la mejor, y no importa el tiempo que pasemos aquí, porque será solo gracias a ti el haber salido.

-Te quiero.-digo sin pensármelo.-Osea digo que...

-Yo también te quiero.-me acaricia la mejilla.

Me quedo mirándolo.
El me mira.
Mi respiración es mas agitada de lo normal, mis pupilas se dilatan y mi estomago parece un zoológico.

¿Que me pasa?

Veo como Jesus se va acercando, y cuando estamos a pocos centímetros un pitido procedente de mi oreja hace separarnos de golpe.

-¿Si?-enciendo el dispositivo.

-Amanda.-se oye a Sofia por el otro lado.-No me han dejado comunicarme contigo hasta ahora.
¿Como vas?

-Estoy con los gemelos.-suspiro.-Pero no tengo ni idea de como salir de aquí.

Y rompo a llorar.
No quiero fallar.
No puedo fallar.
Pero estoy perdida.

-Amanda, relájate.-se oye en la otra línea.-Confía un poco en ti misma, se que puedes.

-Todos sabemos que puedes.-sonríe Jesus.

Me rasco la nuca y suspiro.

-Escúchame Amy, prométeme algo.

No contesto, dandole la señal de hablar de nuevo.

-Prométeme que vas a confiar un poco en ti misma, por favor.-susurra.-Te tengo que dejar, suerte.

Desconecto el aparato y me siento en la cama como un indio.

Intento formular un plan para sacarnos de aquí.

Pero no consigo concentrarme.
La imagen de Jesus en mi cabeza no me deja.
De casi nos besamos.

¿Y que ha sido eso tan raro que he sentido?

Menudo cacao de cabeza.

Una mano se pasa por delante de mis ojos varias veces.

-Eh, que te me empanas.-me sonríe.

Lo miro y doy un suspiro.

Miro a Dani, que se ha quedado profundamente dormido.

Jesus se acomoda en la cama y me agarra de la cintura para tumbarme junto a el.

-Lo bueno de todo esto es haberte conocido.-me susurra, acariciándome los brazos.

Sonrío como una tonta mientras me quedo mirándolo.

-Tengo que admitir que me parecías el típico chulo, engreído, que no tiene los pies en la tierra.-me río.-Pero me equivocaba.

-¿Enserio?-levanta una ceja.-¿Y como soy?

Me giro para mirarlo a la cara.

-Pues eres muy tu.-comienzo a reírme.

-Amanda.-se acerca a mi.

-¿Que?-susurro, casi rozando sus labios.

Spy girl. {jdom}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora