02. cuti romero.

13.6K 351 59
                                    

Era navidad, las mesas estaban repletas de diversas comidas sin un lugar vacío que observar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era navidad, las mesas estaban repletas de diversas comidas sin un lugar vacío que observar. La música resonaba por todas las salas, con sólo dirigir la mirada a una persona esta ya se encontraba lista y elegante, en resumido, el típico ambiente navideño. Termine de ponerme el gloss sobre mis labios, acomode mi cabello y sonreí orgullosa frente al espejo por la buena elección de vestido. Era uno negro corto como piel al cuerpo, hacia resaltar mis atributos, en el escotado pecho decoraban varios collares que hacían fuego con todo. Salí de mi habitación, y en el pasillo apareció una sombra oscura y alta. Frrunci el ceño hasta llegar a ese rincón que daba camino a las escaleras, y quería matarme de la vergüenza al ver quien era.

Era Cristian, se encontraba con un elegante traje, y un provocativo botón abierto en su camisa. Su mirada se dirigió a mí, imite la acción sin tomarle importancia e intente pasar por la distancia que mantenía su cuerpo y la pared. Pero fue imposible cuando puso sus grandes manos sobre la pared, impidiendo que yo pase. Lo mire indignada.

— Pendeja, ¿vos te pensás que no me doy cuenta? — Dijo, y sentí como la velocidad de mi corazón aumento, mantuvo fijos sus ojos en los míos.

—  ¿Qué?  — pregunté levantado una ceja al ver como sus manos me arrinconaban contra la pared. Sin vergüenza sus ojos hacían un largo y lento camino por todo mi escote.

— No te hagas la boluda, — solto una risa ronca, — me intentaste provocar en toda la cena, ¿Qué te haces ahora?

Tenia razón, todo el momento trataba de llamar su atención al menos con roces simulando haberlos hecho sin querer, miradas, gestos, o solo decía cosas que solamente él entendiera referidas a todas las veces que lo hicimos y juramos olvidar. Provocando que más de una casi se ahogara con el vino.

— Vos te estas confundiendo, no sé.

— ¿Me pusiste las piernas entre la pija y me decís esto?

Descaradamente mire su entrepierna, un bulto notable entre la tela. Conciente lo tome de su camisa acercandolo a mi rostro, sintiendo su  cuerpo chocar el mio, le dedique una sonrisa mientras observaba sus carnosos labios. Este hombre realmente era guapo, su mirada seguía intacta en mis ojos y la loción masculina de hombre podía sentirse aún más. Acerque mi cara hacia él para presionar mis labios sobre los suyos subiendo de nivel hasta volverse un beso apasionado.

— Extrañaba tanto tenerte para mi.. — murmuró.

Sus manos recorrieron mis muslos hasta llegar al final de mi vestido, acariciando la superficie de el mismo. Finalmente llegó hasta mi tanga, sus dedos se deslizaron sobre mi mientras le gemía sobre sus oídos provocando que eso fuera un impulso más a lo que estaba haciendo. Estaba tan mojada que se movía con demasiada facilidad, y ni hablar del bulto que había aumentado de tamaño. La leve fricción de entrepierna con mi cuerpo ponía más fuego a la situación.

Mis piernas temblaban y mis rodillas se flexionaban insconcientemente, casi cayendo al piso. Me aferre a su cuerpo mientras doblaba su camisa debido a la fuerza que ponía al agarrarme de él, podría jurar que mis gemidos se escuchaban desde abajo.

ONE SHOT | scaloneta +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora