Un nuevo día [𝘖𝘯𝘦 𝘚𝘩𝘰𝘵]

Un nuevo día (Única parte)

Pasó tan rápido que era increíble que ya estén a puertas de una nueva clasificación al siguiente mundial: Qatar 2022. Tras su desilusionada participación en el anterior evento por su eliminación, pero que se recompenso con su participación en la Copa América edición 2019. 

Sonrió de recordar esos eventos históricos que los vivió en carne y hueso. Muy a pesar del resultado final, incluso actuales. Aunque, entre sus recuerdos, se le bajo la sonrisa dibujada por la falta de cierto jugador en el plantel. El capitán de la Selección: Paolo Guerrero.  

Él era esa persona que sabía dirigir un grupo como este. Tenía las palabras adecuadas para ponerlos de buenas y salir a luchar por cada encuentro. Todos lo apreciaban, él lo seguía haciendo a pesar de todo. Considerando que tenía ese pesar de haber quedado ilusionado con el chorrillano - casi logrando cometer el peor error de su vida. Tenía la idea que no todos están destinados a estar juntos y ese era su caso.   

De todas formas, no le impidió a continuar con sus actividades futbolísticas, aunque estuvo metiendo la pata en esas decisiones. Pero siguió adelante. Es más, le alegro bastante que su amigo Carlos este saliendo con Paolo. Realmente le alegro. Ver la expresión en su cara del chalaco cuando le dijo, lo hizo muy feliz y supo que hizo lo correcto.  

Continuo con los estiramientos al sentirse observado por el asistente. Al ver que se fue con otro par, bajo la velocidad, para observar a sus otros compañeros que también se dedicaban al entrenamiento. Sí, al entrenamiento, ya que «era temprano para la chacota». Entre su mirada se topó con unos ojos caramelo que lo estaban mirando, al parecer dejo de mirarlo cuando lo atrapo.  

Le extraño el comportamiento de Gianluca. Sobre todo, porque llevaba haciendo eso desde hace... ¿dos meses? Ni recuerda, pero esa maña se volvió costumbre que, a veces, lo incomodaba. Solo a veces, porque no siempre lo percibía, a menos que este en ese estado como ahora.  

Encogió sus hombros y continuo con la actividad hasta que avisen que cambien de ejercicio.  

Alrededor del mediodía, ya empezó la predecible chacota. Los jugadores, al trabajar en dúo o de a tres, empezaron a molestarse y charlar con esa picardía característica.  

Entre esas parejas hablando, había se encontraba esos tres chicos que se estaban jodiendo de lo más normal de su día a día mientras intentaban continuar realizar esas dominadas. 

– JAJA q hvon, anda por la bola oe.    

– Me desconcentran pe, tmr... – El chalaco sin más remedio, fue hasta donde mando la pelota. Sí. Lo mando hasta la otra punta de la cancha.  

Los dos hombres se rieron de su reacción y lo anduvieron jodiendo hasta que se cansaron.

– Pensar en su flaco lo pone así csm. – Lamento el mediocampista con una sonrisa.  

– De mal en peor... – Agrego el pequeño de estatura mientras se acomodaba sus zapatillas.  

– Lo dice el que estuvo templado del capitán.  

– Ya shhhh, que, luego, todo se enteran. – Comento incomodo de solo recordar que a sus veintisiete hizo su peor locura.  

– Ya, ya. Oe, por cierto, tengo algo que contarte antes que venga Carlos.  

– Ladra, pe.   

– A Lapa le gustas. – Confesó Yoshimar, mientras miraba al italiano que estaba conversando con Carlos.  

Aquella información descoloco al huamachuquino que casi forma un nudo con sus pasadores.

– ¿Qué? – Habló, tras arreglarse la zapatilla.