• Planes •

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—No me llames así— se levantó abruptamente de la cama, caminando de regreso hacia la puerta—. No es correcto. Ese título no me corresponde. 

De repente noté que su expresión se volvió seria, aunque intentó disimularlo con una nerviosa sonrisa. 

—¿Por qué estás molesto? 

—No me malinterpretes. No estoy molesto, Luna—abrió la puerta, quedándose en el umbral de esta—. Tengo que irme. Se me hace tarde. No te olvides de tomarte las píldoras para tu hemoglobina— abandonó la habitación sin decir nada más, dejándome patidifusa con su extraña reacción. 

Es él quien me dice a cada rato que soy como su hija, ¿por qué le molesta que le llame papá? No lo entiendo. 

[...]

Para desestresarme un poco decidí ponerme a escribir, pero a medida que avanzaba, el desenlace en cada una de mis letras me transportaba directa e indirectamente a ese momento. En mis pensamientos solo rondaba su repentino acercamiento y beso, más esas sensaciones que despertó en mí, subiéndome de vuelta a esa nube de la que tanto me cuesta bajar.  

Mis manos se volvieron las suyas, recorriendo cada parte de mi desnudez. Mi imaginación se tornó en mi aliada, en un arma letal capaz de hacerme detonar en su nombre y conocer el infierno que se oculta detrás de esa mirada feroz, de esos labios tan carnosos y suaves que tuve la dicha de sentir sobre mi piel y que anhelo con tanto fervor. 

Una vez más dónde solo puedo sentirlo mío en mis pensamientos. 

[...]

Dieron las cinco y media de la tarde, la hora en que quedé en verme con mi papá. Se veía devastado, como si un camión le hubiese pasado por encima y no es para menos, luego de todo lo que ha venido ocurriendo durante los últimos meses. Sé que aún ama a mi mamá, pero ella decidió terminar con él, con el pretexto de que la relación no estaba funcionando, pero en realidad, quería quitar del medio todo lo que representara un obstáculo entre Fabián y ella. Se enamoró de un hombre mucho más joven que ella, al ver la oportunidad de tenerlo, no dudó en sacar a quien fuera del medio. 

—No me gusta verte así, papá— le quité la botella de alcohol que traía en las manos—. El alcohol no va a solucionar los problemas. 

—Tu madre no quiere saber nada más de mí— casi no se le entendía debido al hipo.  

No sé por qué habiendo tantas mujeres en el mundo, todos la prefieren a ella. ¿Qué tiene ella de especial? 

Escuchando todas sus quejas, vinieron a mí una lluvia de ideas que podrían funcionar en mis futuros planes. Dicen que en la guerra y el amor todo se vale, ¿cierto? No estoy dispuesta a renunciar tan fácilmente y a perder contra ella. 

—¿Por qué no intentas recuperarla? Sé que en el fondo mamá te sigue amando. Solo está confundida. Ahora está actuando como niña con juguete nuevo, pero ambos sabemos que esa relación no llegará a ninguna parte. 

—¿Sabes algo que yo no sepa?

—Tienen planes de casarse, papá.

—¿Casarse? ¿Tan pronto? 

—Sí. No puedes permitir que eso ocurra, papá. 

—¿Cómo? Tu madre no quiere saber más de mí. 

—Donde hubo fuego, cenizas quedan. Nadie podría conocerla y amarla mejor que tú. Yo te ayudaré a recuperarla, pero necesitaré que pongas de tu parte y seas persistente al momento de demostrarle tu interés. Nada me haría más feliz que verlos nuevamente juntos. 

Al Borde De Un Hilo (Segundo Libro: Preludio) [✓]Onde as histórias ganham vida. Descobre agora