Capítulo 14. Dulces sueños

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—No lo sé, Brea ¿Qué hacías? Pensé que estarías dormida.

—No tenía sueño—Se limita a responder y yo arqueo una de mis cejas desviando la vista al televisor, poniéndome de pies me encamino a mi habitación para llevar las zapatillas al armario junto con el abrigo y mi bolso.

Regreso pasando una mano por mi cabello y tomo un vaso de agua antes de volver a ocupar el sofá.

—¿Estás bien? —cuestiona mi hermana entrecerrando los ojos cuando solo me quedo en silencio mirando al televisor, una película animada se está transmitiendo en la pantalla, pero no identifico cual.

—Si.

—¿Cuál es el problema? —Muerde un cheeto ruidosamente como una ardilla, frunzo la nariz con disgusto evitando arrojarle un cojín para que este no termine sucio.

—No debería salir con él—Me limito a responder bebiendo mi agua.

—Creo que es tarde para pensar en eso—Se ríe Breanna y yo me dejó caer hacia atrás en la cama, Lila se acerca para trepar y recostarse sobre mi estómago—. ¿Cécile te dijo algo?

—Todo lo contrario, creo que está tratando de emparejarme con él.

—Y si tienes la aprobación de su madre ¿Cuál es el problema?

—No lo sé—Me quejo deslizando mis dedos sobre el pelaje oscuro de nuestra mascota cuando aparece desde algún lugar detrás del sofá y salta sobre el reposabrazos del mueble donde me encuentro.

—¿Qué pasó en tu cita?

—No era una cita, solo fuimos a cenar—corrijo rápidamente.

—Para mí eso suena como una cita ¿A dónde fueron?

—Restaurante griego de nombre raro—Me encojo de hombros.

—¿Cómo se supone que descubrió que te gusta la gastronomía mediterránea?

—¿Cecile? —Ella ladea la cabeza metiendo dos Cheetos a su boca mientras parece sopesarlo, el silencio se extiende entre nosotras y me enfoco por varios segundos o tal vez minutos en ver la película de autos coloridos que hablan y hacen carreras.

—¿Es por Gerónimo? —Frunzo el ceño preguntándome de qué se supone que habla.

—¿Hablas de Myke?

—Ah, ese mismo—Asiente restándole importancia con un gesto y yo resoplo.

—En mi vida no hay nada que se altere por él, reformula tu pregunta.

—¿Piensas que Caleb podría estar ilusionándote para solo tener sexo?

Presiono mis dedos sobre el tabique de mi nariz evitando otro resoplido.

Myke fue un chico con quien salí hace unos dos años, incluso antes de mi último ex, el problema es que nunca fue claro sobre lo que sea que éramos así que mientras yo esperaba que formalizáramos una relación él solo esperaba que tuviéramos sexo para luego despedirse diciendo que solo éramos algo casual.

Probablemente no hubiera tenido problema en que fuéramos solo algo casual si él hubiera sido claro desde el inicio y me hubiera ahorrado toda la ilusión de las citas a las que me llevó, las llamadas de madrugada y las fingidas preocupaciones por mí.

Aunque no sé como Breanna recuerda eso, porque a mi hasta se me pasó el rencor.

—Acabas de revivir una nueva inseguridad—La señalo con mi dedo índice antes de voltear mi palma hacia arriba para que me dé Cheetos, deja algunos en mi palma antes de llevar su boca con el resto—. De hecho, soy yo la que ha decidido que podemos tener sexo para deshacernos de esto y luego desaparecer de la vida del otro.

Señorita, permítame besarla ✓ | ¡Pronto en fisico!Where stories live. Discover now