prólogo (nueva versión)

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Paz, tranquilidad, sentía que respiraba por primera vez en su vida, sentía que por primera vez el aire fresco tocaba su cuerpo, como una caricia, una sonrisa se mostró en su rostro siendo iluminada por el sol en el horizonte, un atardecer. Sintió la mano de su fiel compañero en traje negro y solo pudo sonreír más. La ciudad estaba en paz, ya no había un maniático en traje morado que atormentara la ciudad. El peligro se había reducido a los criminales de siempre. Sentía alivio, ya no sentía que debía ocultar su doble vida, que podía ser feliz, todo estaba yendo como debió ser.

Chatnoir: buenas tardes, M'Lady - dijo con voz suave bajando su mano del hombro de su compañera a su mano para poder sostenerla. - ¿cómo te sientes?

La de traje moteado solo rió.

Ladybug: me siento... me siento como si me hubieran quitado todo el peso del mundo de mis hombros. Me siento, muy ligera.

Chatnoir: es porque, tenías todo el destino del mundo sobre tus hombros - se ríe y da un pequeño beso a la mano que sostenía. - te mereces sentir así, después de todo lo que pasaste y lo que tuvimos que hacer.

Ladybug asintió con la cabeza- si...pero, debería preguntarte a ti, cómo estás? Después de lo de tu padre.

Chatnoir: trato de no pensar en eso, fue traumático, si, pero trato de ser mejor persona que él, en cambio, ¿cómo vas con las pesadillas?

Ladybug: ya no las tengo tan frecuentemente.

Mentira.

Chatnoir: estás segura?

No.

Ladybug: si, por supuesto, obvio.

Se sentía aliviada, si, pero la pelea contra Monarca, originalmente, Hawk Moth luego Shadow Moth, fue más traumatica de lo que esperó. No podía olvidarla de la noche a la mañana, tan solo había sucedido una semana.

Chatnoir: en ese caso, te gustaría desvelarte conmigo e ir a una cita?

Eso la tomó por sorpresa, pero hizo a su corazón saltar de la emoción.

Ladybug: si! ¡Por supuesto!

Dijo contenta, feliz. Después de mucho tiempo, la vida le sonreía. El héroe de cabellos dorados también sonreía, todo era maravilloso, y con el atardecer a su costado el felino se acercaba lentamente a los labios de la mariquita así consumado un beso embriagador que jamás pasó.

Un estruendo, un edificio se caía. Se separaron del beso y vieron los escombros por los aires, ¿qué había sucedido?

De pronto, escucho la voz lejana de un hombre, el cual la llamaba.

Y despertó.

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Un Apocalipsis


La rutina de un superhéroe jamás termina y mucho menos cuando estás lidiando contra un maniático de piel verde. Ahora que lo pensaba, esto se acercaba mucho al mago de Oz. Corriendo entre los edificios esquivando con destreza las bombas del sujeto en planeador con el objetivo de perderlo. Los encuentros con el Duende averde siempre resultaba con algo explotando, no era novedad, pero, el enemigo jugo sucio, como era de esperarse, un ultimátum su captura o la vida de inocentes.

No lo pensó dos veces.

La bomba caía directamente en un edificio de viviendas, corrió lo más rápido posible, lanzó una telaraña que atrapará la bomba a tiempo antes de que impactara en la casa de alguna familia y por reflejo la lanzó hacia el cielo y dio un gran salto, pateando la bomba aún más arriba para que explotara y no causará daños.

Salvo vidas ese día, esa bomba abría acabado con todo y todos en el edificio pero la pista más importante la había dejado ir.

El duende verde. Miro el suelo, la charla que había tenido con él lo dejó pensativo. Así que por un momento pensó en ir al lugar más peligroso para el arácnido trepamuros de Queens, el edificio de Oscorp.

¿Qué era tan destructivo para hacer temblar al duende verde?

¿Una bomba nuclear? Nah, eso lo pondría feliz, ¿qué las calabazas dejaran de existir? No tenía sentido.

Su necesidad había escapado, pero el encuentro no fue en vano, descubrió lo que iba a acabar con todo y con todos los que conocía.

Su sentido arácnido lo traía con los pelos de punta desde hacía tiempo.

Ojalá le hubiera hecho caso.

Y abrió los ojos al escuchar el sonido de algo aterrizando fuera del vagón de tren donde se escondía.

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Continuará.

Un Apocalipsis (Spiderbug/mariter) [REESCRIBIENDO]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz