CAPITULO 19

7.7K 610 23
                                    


Christian

Anastasia ya tiene una semana trabajando en la editorial, se le ve feliz, aunque también pensativa, es como si estuviera planeando algo. Eso no me gusta y creo que tendré que estar muy al pendiente de ella.

Esta mañana estuve en una reunión bastante estresante, no pienso pagar más a los chinos por un astillero si no lo vale, insisten en subir el valor, tengo que pensar en algo para evitarlo.

⎯Señor ⎯habla Andrea por el intercomunicador.

⎯Adelante.

⎯La señora Elena Lincoln desea verlo, señor.

¿Qué querrá? Hace semanas que no sé nada de ella.

⎯Haz la pasar, Andrea.

Al cabo de unos minutos, entra Elena, tan elegante como siempre. Camino hacia ella para saludarla. Nuestra amistad se ha deteriorado mucho y veo que ya no la necesito en mi vida como antes.

⎯Christian, cariño.

Se me acerca besando mis mejillas.

⎯Toma asiento, por favor. ⎯Le señalo para que se siente mientras yo tomo mi lugar⎯. ¿Qué te trae por acá?

⎯He venido a saludarte, querido. Quería saber cómo estabas... La última vez que te vi, no fuiste muy amigable que digamos ⎯dice arqueando las cejas.

No puedo creer que en algún tiempo me gustó esa mujer. Definitivamente mis hormonas eran las que pensaban por mí.

⎯Sabes que no me gusta que me retes. Tú te lo buscaste -digo encogiéndome de hombros restándole importancia... Realmente no me interesa.

⎯Si. Lo sé. Y lo siento...

Eso sí que me asombra. Elena Lincoln disculpándose. Pero en sus ojos no hay atisbo de arrepentimiento.

⎯¿A que viniste? Estoy ocupado.

⎯Cariño. ¿De verdad no quieres que te consiga una sumisa? Te vez tan tenso. Seguro esa niñita no puede satisfacer todas tus necesidades...

⎯Lo hace... Y mejor de lo que crees.

Hace un gesto desagradable y eso no me gusta. Que ni se le ocurra meterse con mi Ana.

⎯Eso no es lo que yo veo. Estas perdiendo el control de tu vida, Christian.

⎯Eso parece... ⎯Si lo estoy perdiendo, no soy el mismo que era antes de Anastasia⎯, ¿pero sabes lo curioso de eso? Que me gusta.

Sonrío satisfecho. ¿Quién carajos se cree ella para saber lo que necesito?

⎯Hola amor ⎯Entra ¿Ana? Se ve tan hermosa con esa falda de tubo, esa blusa blanca y zapatos de tacón que le hacen lucir muy bien sus piernas largas. Con sólo verla ya tengo una erección⎯. Oh, lo siento... No sabía que estabas ocupado ⎯dice mirando a Elena⎯. Mejor espero afuera.

⎯Claro que no, nena. Ven aquí.

Le tiendo la mano y camina hacia mí. Me regala una de sus hermosas sonrisas y quedo como un idiota.

⎯Mistress Elena. ¿Cómo va todo?

Habla sentándose en mi regazo y la presiono contra mi dura erección. Se requiere de todo mi autocontrol el no gemir, pero parece que logro. Se muerde el labio y repite el gesto poniéndome aún más duro. Elena se tensa y mi niña le guiña el ojo. Adora molestar a Elena y a mí no me interesa que me utilice para hacerlo.

Mi "Hermana" AnastasiaWhere stories live. Discover now