El Cartel del Sur [kookv]

Capítulo 25: Mal augurio

La familia de Jungkook era muy religiosa y por ende muy creyentes en el sentido de que sí entraba una paloma grande negra a la casa significaba que la muerte vendría a buscar a un miembro de tu familia o si pones una silla a la par de la cama un espíritu se sentaría en ella y ese estilo de cosas

O eso era lo que todos creían, pero la triste verdad es que no pasaban más de ser apariencia, cuando solían cerrar la puerta de su casa la linda familia religiosa no era más que una cegada por la codicia y avaricia.

La familia Jeon no podía tener hijos por más que intentaban ya sea por inseminación artificial u otros métodos de concebir el hijo que tanto anhelaban nunca pudieron, llenos de desilusión no les quedo de otra que poner su testamente a nombre de sus hermanos y madre cosa que hizo feliz a la familia, dicha felicidad no les duro mucho puesto que al poco tiempo la familia Jeon fueron bendecidos y la señora Jeon quedo en cinta llenando de envidia a la familia pues todo el dinero y poder que habían adquirido se les había ido ya que la familia cambio el testamente poniendo el nombre de su futuro hijo como dueño absoluto de todos sus bienes.

Cuando Jungkook nació toda la familia fueron a verlo al hospital, con la hipocresía reflejada en su rostro no dudaron en usar la religión como forma de desprecio a la pareja, concebir un niño fuera del matrimonio es pecado

Cegados por la envidia cuando lo vieron por primera vez tuvieron un muy mal presentimiento, él era todo un ángel, un bello ser, casi se podía decir que era irreal y eso significaba peligro, un muy mal augurio les llego, un mal estaba por llegar y condenar a toda la familia. No tuvieron reparos en irse sin más y no volverlo a ver por qué estaban seguros de que el monstruo que vieron en él pronto iba a despertar y a acabar con la familia, ese niño les quito su dinero siendo un hijo del pecado, creencias estúpidas.

Jungkook creció siendo un niño lleno de amor y ternura, sus padres lo adoraban y protegían a pesar de que su familia lo despreciaban y no querían saber de él, Jungkook no encontraba una razón justificaba de el por qué su familia lo odiaba si las personas que lo miraban pasar de inmediato se enamoraban de él, no comprendía ya que aún qué él era tan solo un niño era muy inteligente para su edad sin embargo no necesitaba el cariño de esas personas ya que tenía el de sus padres.

Pero todo cambio cuando Jungkook tan solo tenía cinco años de edad, sus padres murieron en un terrible y misterioso accidente automovilístico, esa fue la edad en la que su familia lo vieron por segunda vez en toda su vida y cuando les dijeron que ellos son los encargados legalmente del niño, reaccionaron como si fuese el fin del mundo más vieron eso como una oportunidad de quedarse con el dinero que le pertenecía, lo que siempre estuvieron buscando.

Su envidia y resentimiento creció y si antes lo sabían ahora no hay duda alguna, ese niño era peligrosamente atractivo, con un cierto aire de confianza casi majestuosa, de piel clara con pelo negro azabache un poco rebelde, ojos negros como los de un felino inquietantes, pero con una mirada cargada de oscuridad y maldad como si con solo una mirada hubieran visto al diablo, porque ellos no veían los ojos de un niño inocente si no los de un verdadero psicópata y desde ahí se cuestionaron si es que aquel decir era verdadero ¿los psicópatas nacen o se hacen? y ellos estaban seguros de que nacen, porque él nació así, por que con solo ver sus ojos veían el infierno y a esa corta edad le dieron la espalda, no dudaron en mandarlo a un internado religioso deshaciéndose de la carga de cuidarlo y apoderándose de todos sus bienes.

— ¿Por qué me tengo que ir? – dijo el niño inocente viendo a los dos hombres que esperaban a la par de un auto que lo esperaba para llevarlo al internado

— Porque no puedes quedarte aquí – dijo el tío de esa bella criatura que veía todo con ojos llorosos sin entender del todo el por qué se lo estaban llevando lejos.