capitulo 13

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-kurama- hablo Naruto de forma simple ante la vista de su amigo.

-Necesitas recuperarte chico, ayer dijiste cosas que no debías, que ni siquiera tenía sentido... Después de todo la pelo de chicle no sabía de perseguir pollas cuando la aldea te trataba tan mal- trato de aligerar el ambiente Kurama con un chiste que no daba gracia dejando notar su falta de habilidad.

-Se que hice mal, se que no estoy bien, pero... no puedo simplemente olvidar a Hinata, lo que construimos, nuestra hija, yo... No puedo superar esto- hablo con desgana el rubio que a los ojos de Kurama se veía cada vez más viejo y gastado.

-sabes que no soy bueno para esto, no puedo simplemente darte un consejo, yo, solo quería recordarte quien eres... Eres Uzumaki Naruto, el único humano que se puede llamar mi amigo, el que unio las naciones elementales, el joven que con esfuerzo superó situaciones dónde muchos otros fracasan y ahora estás aquí sin saber siquiera qué día es hoy.

-¿Qué día es hoy?- se preguntó así mismo Naruto para después abrir los ojos de forma tal que mostraba su clara sorpresa, era cierto, había olvidado por completo el día que era. -luego hablamos Kurama- dijo Naruto de forma apresurada mientras salía del espacio metal. A Kurama no le molestaba, todo lo contrario, estaba contento pues eso era justo lo que quería, quizás pensar en su maestro fallecido le diera un poco de sentido a su vida o puede que solo lo hundiera más pero a ese punto Kurama solo podía apostar.

Frente a la tumba improvisada de Jiraya se encontraba un Naruto sentado en el verde pasto, una tasa de sake de los sapos entre la tumba y Naruto, dos vasos acomodados entre la botella y Naruto, ambos limpios, sin una gota de licor en ellos, observados por una mirada que en realidad no mira nada, mirada perteneciente a un Naruto pensativo que no entiende como sentirse, estar ahí frente a la tumba de su maestro le hace recordar, recuerda el dolor de su perdida pero también le hace recordar sus momentos felices, más vivos que nunca por la resiente visita al pasado, su recuerdo de cuando le lleva aquella paleta que simboliza su lazo de padre e hijo revolotea en su mente y hace mella en sus sentimientos.

-Estsria orgulloso-  la voz de Tsunade lo saca abruptamente de sus pensamientos-Siempre te vio como un su hijo más que un nieto, se veía reflejado en ti, un chico sin talento con las agallas de no rendirse ante las dificultades, atrapado entre un prodigio y la mejor de su clase, siendo excluido por sus compañeros algunas veces al inicio y volviéndose una familia con ellos con el pasar del tiempo... Si, en definitiva tu equipo era igual al nuestro- finaliza Tsunade aún parada detrás de Naruto.

-¿En serio lo crees?- pregunta dudoso mostrando sus más ocultas inseguridades.
-Ayer... Ayer dije cosas que no debí a Sakura, no eh sido un buen padre para mis hijos y ahora no pude salvar a mi es...

-Claro que estoy segura- le interrumpe Tsunade.

-¿Recuerdas lo que sucedió cuando nos conocimos?, Estaba frágil por la muerte de mi hermano y mi primer amor, me perdia en el alcohol y las apuestas día y noche con Shizune cuidándome como si fuera su hija. Fuiste tú quien me ayudó a superar la muerte de ambos, tú me enseñaste a superar el dolor, un marginado por la aldea y aún así te preocupaba por ellos, viviste en soledad con los que te rodean empujándome hacia abajo y aún así saliste a flote, cuando Jiraya murió encontraste en tu corazón la fuerza para superar su muerte y luego encontraste ahí mismo la fuerza para comprender a su asesino y hacerlo cambiar de opinión, es por eso que te di el manto del hokage- hablo Tsunade mientras se acercaba al rubio menor hasta posar una mano en su hombro.

-Recuerda Naruto, que tú me recordaste que un Hokage es el tronco que sostiene a la hoja, un tronco fuerte y duro trae resistencia y así la aldea no se cae, se que es difícil superar lo que acaba de pasarte... Yo también perdí un hijo, y también perdí al hombre que amaba, perdí un hermano y el tuyo aunque vivo lo perdiste por el desgaste de su traición. Puedo decirte que te entiendo, puedo decirte que antes de que Hinata muriera estabas volviendo a ser Naruto, el tronco de Konoha, entonces no es momento de rendirse, tienes dos ramas que sostener todavía, hazlo por Hinata, pero también por ti- finalizó Tsunade con aquella voz que indicaba que estaba dando una orden, una orden no proveniente de un antecesor del manto, no, más bien era la voz de una madre la que hablaba, una madre que quería que su hijo se levantaste nuevamente.

Errores del pasadoWhere stories live. Discover now