Capítulo 8

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Marcus Graham.

Anoche Kalissa tuvo que tomar una decisión, recuperar su propio apartamento, el cual está de manera intacta a como lo dejó (excepto por la limpieza una vez por semana), o dormir conmigo, no en la misma cama, claro está, pero si en el mismo ambiente. Quizá por precaución, quizá porque la extraño más de lo que le puedo expresar.

Ella eligió su propio apartamento.

La entiendo, ha pasado tanto tiempo rodeada de gente que ahora solo quiere estar sola.

Sin embargo por la noche apareció, solo un rato, pero lo hizo.

Cuando la vi en mi puerta se veía desgastada, sus ojos cansados y como si estuviesen doloridos, como si hubiese estado aguantando lágrimas más tiempo del que debería.

Anoche no dijo nada, ni una sola palabra, lo que me hace pensar que algo salió mal en su sesión, que quiso tener mi compañía.

Insistí en dejarla dormir sola en mi habitación, pero ella dijo que lo haría en el sillón, que después de todo ya estaba acostumbrada a dormir en lugares incómodos, y que de hecho, mi sillón era todo lo contrario a ello.

Me sentí mal por ella, pero claro, no lo demostré. Lo que Kalissa más odiaria en este momento es que alguien la viese con ojos tristes. Ella está intentando luchar con sus demonios y no es algo fácil.

Y si bien la sesión no fue un avance, yo le prometí a Kalissa que si ella asistía mañana, es decir hoy, podría tener una reunión con todo el clan, por lo que aquí estamos.

Entro a la sala de reuniones acompañando a Kalissa, para cuando nosotros llegamos todos ya están listos y posicionados alrededor de la mesa circular de un color azul grisáceo.

La veo pararse frente a todos y esta vez no me quedo a su lado como habría hecho un año atrás, sino que me quedo atrás, cerca del marco de la puerta. No quiero dispersar la atención que sus palabras deben de recibir ahora.

Su pecho se eleva cuando toma una respiración profunda antes de dar una mirada de izquierda a derecha por cada uno de los integrantes del clan.

Todos parecen expectantes a cómo será la forma en la que se comunicará con el resto, si su liderazgo se verá afectado de alguna manera luego de las torturas que sufrió, pero cuando las palabras salen de su boca todos podemos notar el poder en su voz.

No sabemos de dónde lo ha sacado, si lo ha reconstruido o nunca lo ha perdido, pero suena exactamente o más firme que la Kalissa que conocíamos.

Suena más fuerte porque sus objetivos son más claros ahora.

-Graham me ha informado sobre la búsqueda fallida de Catalina. Me he enterado de los cambios que han habido y de las cosas que pasaron en este tiempo. Agradezco su búsqueda por mí, pero ahora que estoy aquí ya no tienen que preocuparse por mi bienestar, de eso me encargo yo. Ahora lo que debemos hacer es concentrarnos en tirar abajo esa pirámide y encontrar a mi ahijada.

» Sé que no tuvieron la suficiente información sobre ella como para  buscar en puntos exactos, que probablemente no sabían por dónde comenzar, pero la información que he recolectado en estos meses nos ayudará.

Kalissa apoya las manos sobre la mesa, ambas a cada lado mientras explica observando a todos sus palabras.

» Tuve una oportunidad de escapar antes, solo una, y la dejé ir. Y no, no fue porque no tuve la valentía, más bien fue lo contrario. Tuve la valentía de quedarme y conocer la mayor cantidad de nombres, recolectar la mayor cantidad de información y lugares que podría haber escuchado entre conversación que no debí escuchar.

» No iba a dejar que la tortura que sufrí durante más de un año sea solo eso, una tortura, no quería que todo haya sido en vano entonces me quedé hasta la próxima oportunidad de escapar que tuve, no medí cuánto tiempo sería, pero no me arrepiento...

Las últimas cuatro palabras vacilan en su mirada, pero cuando miro a los lados nadie más que yo parece darse cuenta, de hecho, todos se encuentran demasiado concentrados, nadie le despega el ojo, incluyendo a Isaac que tiene una ceja más enarca que la otra mientras la escucha atentamente.

-Maximillian Lennoix se encuentra en la punta más alta de la pirámide, él maneja todo, el dice cuándo, cómo y es quién recibe a sus compradores. Las mujeres que se encuentran a la venta para ellos se prueban de maneras físicas y si algo no les gusta lo cambian.

Kalissa toma un mechón de su cabello como señalador de lo que acaba de decir. El cabello que antes le llegaba hasta la cintura ahora se encuentra hasta abajo de los omoplatos.

-A mí me cortaron el cabello y me tiñieron de rubia. Con el tiempo mi comprador, Richard, se cansó del color y dejó que el mío crezca, pero el corte continúo hasta el último mes que estuve ahí.

Su mano vuelve  apoyarse sobre la mesa está vez con más fuerza que antes.

- Sienna Lennoix es su mujer. No es un peón importante, sabe luchar y manejar armas, pero no es más que una molestia. Habla demasiado, pero si su marido la manda a callar es capaz de no volver a hablar por un año entero.

» Por último, en esa piramide de tres se encuentra alguien que bien todos conocemos. Alexander, quien conoceríamos como Morton, pero resultó ser un Lennoix.

Una mueca de pura rabia se posiciona en su rostro cuando cierra los ojos con fuerza y presiona sus labios entre si.

-Quiero que lo busquen y que lo traigan con vida - ordena de manera corta-  Quiero ser yo quien lo mate.

Respira otra vez y continúa:

-He estado en Suecia, sé que mi comprador ahí se encontraba, pero no sé dónde se encuentra la base de los Lennoix. Asumo que también en Europa, pero es demasiado grande para pensarlo así.

Emmett levanta la mano para decir algo y Kalissa le corresponde con un asentimiento.

-Podríamos interrogar al comprador.

-No podemos, lo maté.

Veo los ojos de todos abrirse por un segundo hasta que ella da otra opción:

-Pero podríamos contactar a uno de sus amigos. Solían ir a jugar poker a su casa todos los viernes- mira hacia arriba buscando en su cabeza- ¿Cuál era su nombre...? - se ilumina - Oh, Gridiant Hap.

-Buscaré sobre él- aporta Andrew, anotandose el nombre en la hoja a rayas de su pequeña libreta.

-Que sea lo más rápido posible, por favor. No queremos que se den a la fuga, si es que ya no lo hicieron.

Andrew asiente, Leia levanta su mano y Kalissa corresponde.

-¿Qué hacemos los demás?

-Mientras Chapman se encarga de buscar sobre los nombres dados quiero que ustedes se encarguen de buscar sobre alguna adopción que se haya dado entre el año pasado y este que pueda ser similar a los datos de la desaparición de Catalina. Ella tiene un lunar azulado en su hombro, eso puede ayudar.

-¿Y si está...?

-No. Maximillian es, aunque no me gusta admitirlo, inteligente. No vendería a una niña para eso, sería demasiado riesgoso, más que vender a una mujer adulta.

Una hora después la reunión termina y todos desaparecen de la sala a excepción de Kalissa, Leia, Jakob y yo. Luego de un rato ellos se quedan hablando, yo observando a la distancia.

Veo la rigidez en la postura de Kalissa, la forma en la que aún si forma una sonrisa corta en su rostro al hablar con ellos, está esta tapada por varios matices que se le cruzan cada cierto tiempo.

Me dirijo a la puerta de salida y los dejo solos a los tres.

Vendetta [Libro 2 de Vindicta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora