Capítulo 43

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El ambiente era tenso, caliente, no podía describir realmente cómo se sentía, pero era pesado, sin embargo, no era malo, todo lo contrario, era abrumador pero también percibía algún tipo de conexión entre nosotras, algo profundo y trascendental.

Lauren estaba dentro de la tina completamente desnuda, una vez que terminé de quitarle la ropa le pedí que entrara al agua y yo solo la miraba embobada, pero no todo era color de rosa, era duro hasta cierto punto verla lastimada con dificultad para moverse porque le dolían los golpes que tenía. Sin embargo, quería curarla, sentía la necesidad de que su dolor desapareciera y no solo el físico.

Me acerqué a ella con la esponja y después de mojarla y ponerle algo de jabón empecé a tallar suavemente su espalda. La ojiverde rápidamente se hizo el cabello hacía adelante para darme más espacio. No podía creer lo suave y blanca que era su piel, era hermosa y por primera vez noté una libélula tatuada en su nuca. No pensé que alguien hiciera eso por gusto, me parecía muy extraño pero era hermosa, era el adorno perfecto para su tez blanca.

Me acerqué y sin pensarlo le dejé un beso en la piel cubierta de tinta.

-Es lindo... –Musité sobre su oído colocando mi barbilla sobre su hombro.

-Es por mi mamá. –Dio una media sonrisa volteando a verme.

-Entonces es muy hermoso. –Acaricié su mejilla con mi nariz suavemente viendo como la ojiverde cerraba los ojos.

-Eduard se molestó mucho cuando lo descubrió... –Hizo una mueca. –Preguntó que si me creía una maldita delincuente y dijo que su esposa no podía estar marcada de esa manera... –A pesar de sonar molesta, sabía que aquellas palabras la habían lastimado.

-Shh... –La silencié porque no quería que pensara en ese hombre. –De verdad es hermoso. –Repetí haciendo que me viera a los ojos para que se asegurara de que no mentía y su rostro se suavizó. –Y creo que es una buena forma de recordar a su madre. –Dejé un beso sobre su frente.

Después de una leve sonrisa de su parte continué tallando su espalda y después lavé su cabello.

-Camz... –Me llamó después de un largo silencio en el que solo se escuchaban las gotas de agua caer.

-¿Si? –Dije concentrada aún acariciando su hermoso y largo cabello.

-¿Puedes entrar conmigo? –Preguntó algo dudosa y mi cuerpo entero se tensó.

-Amm... –Me puse de pie ya que estaba de rodillas para estar más cómoda. –Yo... –Quise decir nerviosa sintiendo mi rostro arder ante la idea.

-Tendré cuidado de no lastimarte. –Aseguró y su mirada era tierna pero también parecía algo dubitativa. Sentí mis manos temblar de nueva cuenta y mi corazón latir con mucha fuerza. –Hey... no pasa nada. –El aire se atoró en mi garganta cuando se puso de pie completamente desnuda y se dio la vuelta para quedar frente a mí. –No te preocupes si no quieres... –Me tranquilizó y tomé aire.

-Quiero... –Fue lo único que me atreví a decir.

-¿Segura? –Preguntó y yo asentí. –Bien, también puedo ayudarte entonces. –Sonrió de lado y por alguna razón aquello hizo que mi piel se erizara.

Tragué el nudo en mi garganta y de inmediato sentí las manos mojadas de Lauren empezar a desabotonar mi vestido. No soportaba la tensión del momento así que la besé, despacio, colocando mis brazos alrededor de su cintura. Cuando terminó con el ultimo botón se separó de mis labios para sacar el vestido y comenzar a besar mis hombros muy lentamente. La prenda cayó al suelo e inmediatamente sentí a la ojiverde quitar mi sujetador y bajar mi ropa interior.

Gloom (Camren)Where stories live. Discover now