02. Nothing

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Capítulo dos: Nada.

El pecoso corrió por los pasillos de UA en camino a su salón de clases, todo en él desbordaba felicidad después de su conversación con aquel chico que bloqueó sus sentimientos. Todo estará bien ahora Kacchan, una risita salió de sus labios ante la idea de recuperar a Katsuki y ser como era antes de que abriera la boca escupiendo sus sentimientos sin orden alguno.

Cuando divisó la puerta de su aula sonrió en grande, sabía que Katsuki todavía estaría guardando sus cosas para regresar a los dormitorios pues las clases habían acabado hace ya un tiempo, pero el rubio siempre se quedaba al final para "evitar a los ruidosos de sus compañeros" como él solía decir cada vez que le preguntaba el porqué no se iba antes.
Abrió la puerta con fuerza causando un estruendo que generó un pequeño salto en Katsuki.

— ¡Kacchan! — Gritó efusivo en modo de saludo.

Todo está bien, todo estará completamente bien, Izuku.

Dándose ánimos, se atrevió a mirar a su amigo de la infancia esperando que su pecho diera un vuelco y un fuerte sonrojo adornara sus mejillas como siempre sucedía cada vez que lo miraba, pero quedó en blanco cuando eso no sucedió.

— ¿Qué tanto miras, estúpido?

Y el shock lo dejó congelado en su lugar, tanto que el rubio tuvo que sacarlo de su trance.

— Cierto. — Recordó mientras lo miraba fijamente. — No hay nada.

No era satisfacción lo que sentía al ya no tener esos dolorosos sentimientos hacia su amigo de la infancia, se sentía más bien aliviado, aliviado por poder convivir con él de forma normal sin arruinarlo.
La gran sonrisa volvió a su rostro e imitó la acción de Katsuki al guardar sus cosas para salir del aula, todo bajo la sorprendida mirada de Bakugou encima.

— ¿Huh? — La frase dicha por el pecoso lo confundió, ¿no había nada?, ¿nada de qué?

— ¡Nos vemos, Kacchan!

Y a la misma velocidad que llegó, se fue.

Katsuki debía admitir que en cuanto escuchó la ruidosa voz del chico de cabellos verdes esperaba un bombardeo de palabras. Las mismas que siempre soltaba sin importar el momento o el lugar.

" — ¡Eres tan increíble, Kacchan!"
" — Por eso es que me enamoré de ti"
" — ¡Caminemos juntos de regreso, Kacchan!"
" —Me gustas."

Pero nada de eso sucedió, en su lugar obtuvo a un Izuku tranquilo que solo le dijo que "no había nada".

— Qué demonios.




Los días pasaron y una nueva semana llegó, Izuku estaba agotado, los entrenamientos y su falta de descanso comenzaban a pasarle factura, se sentía destruído.

Ya no lo soporto, ¿salgo de la cama o simplemente lo dejó ser?

A veces pensaba que era un poquito raro, pero poquito, ¿acaso era normal hablar consigo mismo como él hacía? Esperaba que sí.

Sin más que hacer que moverse y olvidar su cómoda posición sobre la cama se levantó y salió de su habitación con dirección a los baños compartidos, necesitaba un baño antes de ir a la escuela.

¿Los demás ya estarán despiertos?

Y como si fuese alguna clase de atracción, su grupo de amigos apareció en su campo de visión.

HASTA MI PRÓXIMA CONFESIÓN || BAKUDEKUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora