Lee Minho, un hombre impulsivo, obsesivo y agresivo, aunque en el fondo sea amoroso, tierno y dulce, la maldad se ha apoderado de su gran corazón, convirtiéndolo en un corazón frío, duro y negro.
Lee Minho, el esposo perfecto, hermoso, fiel amable...
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—No, de ninguna manera—dijo Seungmin.
El menor podía entender muchas cosas, se creía alguien realmente comprensivo, pero en aquel punto no iba a transigir, no podía darle el gusto a su esposo en una situación que él consideraba delicada,
—¿Me estás diciendo que el nombre que he elegido para nuestro hijo no te parece bien? —dijo un melodramático Minho viendo al bebé en la cuna.
—Amor, los niños son muy crueles se van a reír de él —dijo intentándolo calmar—. Acuérdate cuando tú eras pequeño.
—¿Me estás diciendo que mi nombre es ridículo?
Sus palabras helaron la sangre a Seungmin, dándose cuenta de cuan al borde podía estar llegando con el pelinegro, a veces él podía ser un niño, hacer dramas como tal solo con la intención de salirse con su gusto, para su buena suerte, todos los años conociéndolo, le había dado cierta experiencia de cómo tratarlo.
—Nada en ti podría ser jamás ridículo—le hablo el menor con toda la sinceridad que pudo, aunque recordaba que cuando escuchó su nombre una risilla tonta le vino— Mi amor, seamos razonables.
—Esto es increíble—bufó Minho.
A pesar que su bebé ya había nacido, los cambios de humor y la sensibilidad Minho presentaba estaban asociados a los últimos meses de gestación de su amado esposo y todos esos comportamientos estaban volviendo loco a Minho.
—¿De verdad no podemos llamarlo con el nombre más hermoso que has oído en tu vida?
—Luzbel Belcebú definitivamente no es el nombre más hermoso para un dulce bebé, amor.
—Es fuerte y bonito.
—¿Qué tienen de malo los que te he propuesto yo?
—¿En serio? —dijo Minho totalmente fuera de sí—No voy a llamar a mi hijo como si fuera un homenaje a novelas, aunque te gusten mucho, Seungmin.
—Son nombres bonitos por sí solos —le rebatió algo molesto.
—¿Hernán Darío? —dijo Minho—Todo por que te gustó la serie "Sin senos si hay paraíso"
—Pero...
—¿Onur? —no le dejó acabar—Suena raro es nombre turco, todo por tu novela "Las mil y una noches" y no solo eso, ¿Sabes el nivel de exigencia que le supondrá llamarse así? No quiero agobiar a mi hijo desde antes de que nazca.
—Pues yo no lo quiero llamar como el Diablo.
Minho se sentó, en los últimos tiempos se encontraba muy cansado, parecía que él había llevado al bebé los últimos nueve meses, Seungmin era comprensivo y no quería agotarlo más, pero debían llegar a un acuerdo, para él era importante, no solía contrariarlo mucho por la mayoría de las cosas, pero en esta no iba a ceder, ni aunque él le hiciera todos los pucheros del mundo.
