Capítulo 34: Reglas

1.5K 179 76
                                    


Corto, pero un poco revelador y sentimental. Espero que lo disfruten.

Blessings. 


LIANA

¿Papá? 

Nunca me he movido más rápido en toda mi vida. De un salto estoy con los pies sobre el piso, mirando a papá como si fuese un fantasma. ¿Qué hace aquí? 

Ni siquiera puedo mirar a Theo de reojo sin sentir que mis mejillas van a explotar de calentura, pero siento su tensión a mi lado. Está muy quieto, sin saber qué decir. Debe estar asustado. 

Papá no reacciona, su mirada rebota entre ambos, como si no comprendiera lo que acaba de ver. Juraría que la presión se le ha subido y que su corazón podría detenerse en cualquier momento. Temo por él. Parece como si estuviera en estado de shock. 

Vale, es comprensible. Salí de casa con los conocimientos de base dos y un exnovio que no besaba nada bien, ahora llega aquí y me encuentra besando a Theo como si no hubiera un mañana. La imagen es chocante, nunca me ha visto con un chico. Nunca llevé a Octavio a casa, nunca se lo presenté. 

Doy un paso hacia él, pero entonces la imagen de mi madre aparece tras de él.

—¡Liana de mi vida! —dice ella emocionada y luego corre hacia mí para darme un abrazo. Es obvio que no ha visto lo mismo que papá. Ella me abraza y yo hago lo mismo, solo que por el desconcierto no puedo corresponderle bien.

Luego, va hacia Theo. Lo abraza y él un poco más relajado le da un apretón fuerte. Mamá se coloca en medio de ambos e invita a papá a saludarnos. Se ve confundida.

—¿Landon? ¿Qué ocurre? ¿No vas a saludar a los chicos?

Mamá nos abraza por la espalda.

—Dios siento que han crecido, ¿o me parece? —mira a Theo—. Dios mío, Theo, qué guapo estás. Eras un niño cuando te fuiste y mírate. Michi y Marlon van a estar más que felices cuando les diga lo mucho que has crecido, cariño. 

Escucho a mi madre preguntarle a Theo acerca de unas cosas, pero no puedo prestarle gran atención, ya que aún sigo mirando a mi shockeado padre.

Tomo una gran porción de valor y empiezo a hablar.

—Hola, papá. 

Papá no me responde, pero sí se dirige a mi madre.

—Annie, voy a dar una vuelta y regreso.

—¿Estás bien?

Papá no responde. 

—¿Landon? 

—¿Puedo ir contigo... —se atreve a preguntar Theo. Le doy una mirada molesta, pero ni siquiera se da cuenta de ello.

La mirada de mi padre es mucho peor, levanta un dedo y lo señala. 

—Tú no me dirijas la palabra ahora, hijo de...

—Landon —se sobrecoge mi madre.

—Tu padre —completa.

—¿Pero qué está pasando? 

—Nada, Annie. Ni siquiera quiero recodarlo.

Mamá me mira y yo no sé cómo cavar un hoyo y meterme ahí.

—Lo único que quiero es despejar mi mente porque te juro que estoy así —junta el dedo pulgar con el índice—, de agarrar a este zopenco del cuello y golpearle la cara. 

Cuando te enamores de mí.Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin