4.

1.6K 259 31
                                        


Los recuerdos de la noche anterior me abruman. Y paso todo el día recordándolo. Las respiración a mi espalda. Cuando me desperté me sentí tan cansado que solo quise dormir de nuevo. Todo mí día se trató de mí somnoliento. Los bostezos que me acompañaban a cada rincón se estaban volviendo insoportables.

Los sueños húmedos a la mañana siguiente, eran un fastidio. Pero, seguía dudando de muchas cosas. Todo podría ser un sueño, pero esta mañana, mientras me bañaba, vi marcas rojas en mi cuello, también rasguños. Hematomas que se tornarían morados con el pasar de los días. No sabía de dónde habían salido, ni cómo me los había acabado haciendo.

A mi mente regresó la sensación tras mi espalda con la que había soñado, la respiración pesada en mi oreja. La voz de Yeonjun susurrándome que soñara de nuevo.

Miré mis pantalones, y deseé dejar de pensar en ello. Jamás me había sentido tan ansioso por algo. Y tan aterrado al mismo tiempo, porque no era simplemente normal despertar lastimado. Vivía solo, dormía solo. Y las marcas no estaban ayer.

Ese día, me aseguré de cerrar aún mejor la ventana. Y cerrar mi puerta con seguro. Estaba ansioso, un millón de pensamientos rodando mi cabeza. Dudé en apagar la luz, pero recordé que todo estaba en mi mente. Necesitaba dormir bien, no podía seguir teniendo ese tipo de sueños que me dejaban sin descanso alguno el día siguiente.

Tan pronto estuve en mi cama, me dormí. Soñé con el silencio. Sin ninguna sensación familiar de hace dos día recorriéndome. Ninguna mano pesada se hizo paso por mi cuerpo. Estaba casi un poco decepcionado, aún esperando secretamente que Yeonjun apareciera en mis sueños.

—Ríndete.

Escuché, pero no me alarmé como las anteriores veces. Sonreí en mis sueños, feliz de encontrarme con Yeonjun de nuevo. Bien podría pasar otra noche sin descansar.

—No mentía cuando los demonios querían follarte.

Me tensé. Era la primera vez que la voz de Yeonjun decía una oración completa, de más de dos palabras. Seguí con los ojos cerrados, ignorando mi realidad y centrándome en un sueño donde Yeonjun me hablaba.

—Tuve suerte de ser uno, ¿verdad?

Correcto, estaba de acuerdo en que este era el mejor sueño entre los últimos que había tenido. El más real. Casi como una fantasía palpable. Me acurruqué contra mi cama, con las mantas encima.

—Te ves tan bonito cuando duermes—escuché en un suave murmullo, casi como una canción de cuna—¿Quieres que te folle?—pregunta, por primera vez sentí una mano remover mi cabello—Si lo quieres, solo tienes que seguir soñando.

Cuando algo que distingo con la forma de un dedo presiona mis labios, abro los ojos.

Me encuentro a Yeonjun. Debí haber gritado, debí haberme asustado. Pero sabía que solo estaba soñado. Era consciente de que esto no era la realidad, después de haberlo vivido durante dos días seguidos.

Solo un sueño húmedo más.

—Tan bonito—su dedo separa mis labios y se llena de mi saliva.

Lo miro, viendo la pequeña sonrisa que siempre lo acompaña, y recuerdo por qué me gusta tanto. El espacio de mi habitación se vuelve pequeño, hasta que solo soy consciente de Yeonjun sobre mí, no hay nada más que nuestras ropas separándonos.

Quiero hablar, pero cuando lo intento, no puedo soltar ni una sola palabra. Mis músculos han perdido conocimiento de nuevo, y no logro moverme sobre el cuerpo pesado de Yeonjun. Lo miro con ojos aterrados, aunque eso no está directamente relacionado con la erección que siento en mis pantalones de dormir.

devil by the window ○ yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora