El Comandante y La Bestia (Transformers)

Buenos Tiempos Pasan Rodando

Las épocas invernales llegaron, significando el inicio de épocas difíciles para los Autobots refugiados de la base localizada en Jasper, Nevada; aunque ninguno de ellos cruzaría en mente volver a encontrar a un comandante o la mano derecha de Optimus en otras palabras.

El comandante Ultra Magnus, fue encontrado por su antiguo pupilo y llevado a la base, el comandante autobot conocido como un modelo a seguir, alguien que sigue las reglas y las conoce al revés y al derecho, para los más jóvenes sólo era alguien exigente que no disfrutaba nada, que sólo mostraba semblante recto o serio, y su único amor era el trabajo.

Eones atrás

Hace tiempo, la era dorada de Cybertron aún era una realidad, vivía un autobot reconocido por una personalidad exigente y mostrandose recto ante todos, aunque en su interior, era bastante amable y preocupado, su único problema era no demostrarlo su designación es Ultra Magnus.

Como ya se aludió, desde que tuvo conciencia propia, su objetivo es ser alguien grande y reconocido, desde que fue un pequeño sparkling, obtuvo una gran preparación para obtener un buen puesto en la cybertron, con una mente brillante y no muy comprendida, seria y obstinada con proposiciones, estereotipado por ser amante a su vocación, tenía pocos seres qué convivían con el y sabían como era en realidad, un archivista de una biblioteca en Iacon llamado Orion Pax, con quien compartía una amistad; un pequeño sparkling de color blanco y azul qué encontró solo y abandonado a su suerte, le nombró Smokescreen, lo crió, entrenó y cuido tal fuera su propio hijo, y su última conexión era un bot tricolor nominado Wheeljack; a perspectiva de Magnus, el último era empalagoso, irritante y desesperante, al punto de provocarle dolores de procesador cada que lo veía, aun así, le tenía afecto.

Dividía su tiempo en dos, por una parte con la preparación académica estricta, por otro lado, su vida como "padre y cuidador" a cargo de la crianza y formación de su inesperado pupilo.

-Señor Magnus ¿Por qué es tan alejado de los demás? -preguntaba incrédulamente ese niño, la inocencia se irradiaba en sus pequeños ópticos.

-Porque estoy ocupado con cosas más importantes - respondió a su duda

-Entonces ¿No me quiere cerca? - su cara reflejaba una cierta preocupación por el miedo de ser abandonado.

- No, no es eso, yo claro que te quiero y jamás te abandonaría, solo no tengo responsabilidad afectiva- volvió a responderle

-Y si encontrara a alguien que lo quisiese, ¿negaría qué se le acerque'- seguía interrogándole

-No lo se, dependería de cual sea su intención hacia mi, no se puede confíar en todos, debes tener en cuenta eso- le retrucaba su última interrogante -Mejor ve a descansar, yo acabaré con algunas obligaciones e iré a ver como estas-

El tiempo pasó rápidamente, logrando conseguir el puesto de comandante antes de la gran guerra qué destruiría su mundo, ahora, todos se referían hacia él como el comandante Ultra Magnus, su labor se regía a comandar un pelotón de demoledores bastante reconocido, por coincidencias del destino, el "insoportable de Wheeljack" también quedó bajo se mandato.

Le comentó a su pupilo en una llamada su logro
-Smokescreen, lo logré, realmente obtuve el ascenso de comandante-
-Eso es genial viejo - le respondió emocionadamente
-¿Qué te he dicho de llamarme así? Maleducado- lo regañó
-Eso no importa, a propósito ¿llegarás a casa pronto? Quiero darte una sorpresa, no te tardes adiós- el joven colgó la llamada.

Cuando el recién regresó a su residencia, su aprendiz lo sorprendió con una pequeña felicitación junto a Pax y Wheeljack..

El nuevo cargo hizo que Magnus permaneciera la mayor parte del tiempo fuera, lo malo fue del mismo modo del qué dirigía un equipo, Smokescreen también crecía y se volvía cada vez más rebelde, pidiendo a gritos que su cuidador le prestará más atención, aun así el comandante lo estaba dejándolo de lado... El tiempo es lo único que se desperdicia y jamás se recupera.

-Tienes que entender, tu eres quien se supone que debe preocuparse de mi y aun así soy un cero a la izquierda para ti- el joven bot le reclamaba a su mayor.

-¿Qué quieres que entienda? Cada día que pasa eres más rebelde, te crié cuando eras un pequeño niño que no sabia defenderse y así me pagas, siempre recibo quejas de ti- le contestaba el comandante

-No tenias la obligación de llevarme, si eso se volvió una cruz para ti era que mejor me dejaras morir o acaso olvidaste las palabras que me dijiste aun era un niño- El joven recibió un golpe en la cara que lo dejo en estado de shock durante unos segundos -Esto lo dice todo- dijo en una voz quebrada

-Lo que eres es un mal agradecido, te di todo lo que pude y un así eres así...-Magnus también empezó a quejarse -No puedo seguir teniéndote aquí, por eso he decidico que Alpha Trion te cuide, yo no puedo hacerlo y quiero que aprendas cosas que yo no puedo enseñarte - una respuesta efímera fue el último sonido

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La expresión en la cara de Smokescreen fue confusión y algo de miedo, volvería a ser abandonado por quien consideró como su padre.

Smokescreen se sentía abandonado cuando lo dejaron junto al maestro que también era del de Orion; a pesar de ello, Magnus quedó con un gran sentimiento de vacío luego de dejarlo, sus palabras lo atravesaron como dagas, sabía cual era aquella promesa que no logró cumplir. No se volvieron a encontrar más.

La desgracia no se vió llegar, una guerra entre dos bandos azotó el antes pacifico planeta, cada quien peleaba por su bando, morían por su bando, y lo hacían integramente todo para traer la paz a Cybertron.

El líder de los autobots, Optimus Prime, antes conocido como Orion Pax, designó como su segundo al mando al gran comandante Magnus, asignándole cargos sin recibir reproche.

Querer restaurar lo que el tiempo se llevó es imposible, se ponía a pensar en el destino del menor, ya sabía que Smokescreen estaba en un lugar seguro, dándose ese falso consuelo cada que estaba a punto de volver a quebrarse.

El tiempo seguían sin darle fin a la guerra, Magnus decidiendo ir a una misión de reconocimiento, creyendo que sería algo fácil y volvería pronto, el destino lo preparó de otra manera; el comandante fue a esa misión en una cápsula de escape sin revisar su mantenimiento, sin siquiera revisar la estabilidad de esta, decidió partir, a la mitad del recorrido, la pequeña nave empezaría a fallar

-Chatarra, debí revisar el funcionamiento- murmuró para si mismo al revisar el panel de control.

La capsula falló y el control se congeló, no servía ni siquiera para pedir ayuda, pronto los motores empezaron a fallar.
-Debo aterrizar en algún sitio- revisó un pequeño holograma qué salía de su brazo, definitivamente encontró un lugar para detenerse, llegando a un planeta llamado Tierra; al intentar manejar para caer suavemente en alguna parte de esta atmósfera, el panel mostró debilitamiento en los motores haciendo que este de detuviera y cayera en picada.

La señal se había ido, lo último que logró captar fue las luces parpadeantes qué demostraron la colisión entre la pequeña cápsula y las torres de hielo en el planeta desconocido. Estaba casi inconsciente, la energía de la nave y la suya estaban casi vacías.

El estrello provocó grandes averíos en este transporte, se encontraba casi inconsiente, y a los pocos segundos, el comandante cayó en estado de éxtasis, en un planeta en donde no conocía nada.
Permaneció así, congelado y solo durante miles de años según el ritmo del tiempo de aquel planeta, esperando a que algún alma lo encontrará y lo reanimara.

Ya llegaría el día en el que lo liberen de aquella helante prisión...
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Nota de autor

Casi lloro reescribiendo esto..

En fin, las canciones que van en los banners de cada capitulo, son parte de lo que me basé, esperaría que alguien si las escuchara para poder meterle sazón a la historia

Sin más que decir...

Nos vemos en un mes...

~✟✭𝕷𝖆 𝕮𝖗𝖚𝖟 𝖉𝖊 𝕾𝖆𝖓𝖙𝖎𝖆𝖌𝖔✭✟