⠀⠀⠀⠀〄〄〄 | CHAPTER THREE

424 57 8
                                    

Jason aterrizo encima de Dick, sus caderas quedaron acomodadas en la cuna formada por las piernas extendidas del joven. Se incorporó sobre sus codos y observo al chico que yacía debajo de él, parecía estar muy frío.

Jason quiso revisarle el pulso, pero sus brazos estaban atrapados por debajo del cuerpo de Dick y temía moverlo por temor a agravar cualquier fractura potencial de él o Dick. En lugar de eso presiono los labios contra el punto de pulsación en el cuello de Dick.

Cuando sus labios fríos tocaron la suave piel, un estremecimiento recorrió su espalda. Dick estaba vivo y cálido. Lo sentía, lo olía, lo cual hizo que él de pronto fuera muy consciente de la posición de sus cuerpos.

Una foto de Dick desnudo en el burbujeante jacuzzi atravesó su mente. Jason se retiró rápidamente teniendo cuidado de no lastimarlo, ya era bastante malo que estuvieran en ese lado de la montaña. Examino la cabeza de Dick en busca de golpes o magulladuras, pero no encontró nada. Era probable que, al golpearse, se hubiera desmayado.

Mientras se sentaba sobre sus propias piernas, Jason revisó su figura inmóvil y de inmediato se maravilló de su perfección. Cada curva de aquellas piernas que se sentían tan bien presionadas contra las suyas, eran visibles a través de los ajustados pantalones de esquiar.

Él necesitaba tener cuidado con Dick. Era peligroso para su forma de vida. Conocía a los de su tipo y no deseaba tener nada que ver con él. Simplemente no se ajustaban, no había forma de que pudieran encajar. Tenía que controlar esa indeseada pero definitiva atracción. El sermón era para su propia mente pero no podía detener a sus ojos. Dick se veía perfecto y sereno con su cabello negro contrastando con su piel.

Musitó una maldición y se alejó de Dick. Era obvio que el sendero que habían seguido no había sido utilizado en mucho tiempo. Era apenas más que un claro en el bosque, cubierto por una gruesa capa de nieve.

Jason levantó la mirada. El cielo estaba gris. Había pensado que la creciente oscuridad se debía a lo tarde del día, pero en ese momento veía que estaba equivocado y la predicción de Tony resonó en sus oídos. Una tormenta se aproximaba, con espesas nubes que se desplazaban desde el norte. Como para confirmar sus pensamientos, copos de nieve empezaron a caer en torno suyo.

Tenía frío y la rodilla lo estaba matando. Debió de hacerse algún daño durante la caída y su majestad no estaba en condiciones de caminar con nieve hasta las rodillas, para buscar en su compañía un refugio para pasar la noche.

No podía dejarlo allí; aunque el pensamiento lo tentaba.

Pronto oscurecería más de lo que le gustaría pensar y, si el frío no se lo impedía, cualquier animal salvaje que hubiera hecho de esos bosques su hogar probablemente los atacaría.

Jason se levantó para después levantar a Dick en brazos. Dick era un poco más bajo que él, pero menos pesado de lo que esperaba. «Quizá, después de todo, no sea tan malo», pensó al dar el primer paso.

No estaba preparado para el dolor ardiente que le subió por la pierna como una descarga eléctrica. Cerró con fuerza los ojos y apretó los dientes. Durante lo que le pareció una eternidad, aunque quizá fueran sólo unos segundos, soportó aquel dolor. Con profundas respiraciones, de forma consciente bloqueó el dolor en su mente. Cambió el peso del cuerpo de Dick en sus brazos y empezó a caminar de nuevo.

El sol se ocultaba con venganza, porque estaba helando y tenía los pies y manos entumecidos. Sudaba considerablemente. Su liviana carga había sufrido una metamorfosis para convertirse en una carga opresiva. Cuando se convenció de que no podría dar otro pasó, se detuvo apoyándose contra un alto tronco de abeto azul.

Con delicadeza bajó a Dick y lo depositó sobre un colchón de suave nieve al pie del árbol. En ese momento los copos caían con más fuerza, y el cielo sólo conservaba un tenue resplandor grisáceo.

NATURAL ── JAYDICKWhere stories live. Discover now