PINK :: NamGi ᵕ̈ ೫˚

ᵕ̈ ೫˚𝕆𝕆𝕆 ᵕ̈ ೫˚

Llegó el tan ansiado día. 

Yoongi llegó un poco antes junto Krystal, debían pasar por recepción para recibir su horario y nombres de sus materias. Obviamente antes de salir había rociado una botellita entera de neutralizador en él y se había puesto un suéter color crema lo suficientemente grande para alcanzar a tapar su trasero, unos jeans negros levemente ajustados y unas vans negras. 

A pesar de arreglar su aspecto, no faltaba un que otro alfa descarado que lo piropeaba, los cuales se dedicaba a reprender seriamente con la ayuda de Krystal. Ambos vieron sus números de taquillas y supieron que era el momento de separase. 

—Cualquier cosa, solo llámame Yoongi. Nuestros horarios de hoy no coinciden, pero puedo venir a buscarte luego —Krytal acaricio su cabello.   

—Si —asintió— no te preocupes. Vete, no quiero que llegues tarde por mi culpa.   

—Bueno. Nos vemos luego cariño —se despidió, dejando un beso en su mejilla.   

Se dio vuelta y camino viendo de reojo las casillas a su lado que cada vez iban disminuyendo en número acercándose más al suyo. Hasta que llegó hasta su casillero parándose en frente de este asegurándose un par de veces más si estaba en lo correcto y empezó a ordenar los libros. No quería tener que cargar las cosas todo el día. 

Tomó sólo una de sus libretas y sus lápices. Y cuando estuvo a punto de cerrar la taquilla, lo sintió. Un leve aroma a chocolate y pino, que daba la sensación de estar en un bosque lleno de pinos bebiendo chocolate caliente.

Se quedó estático. No atrevió a moverse, no podía hacerlo. En ningún momento despegó su mirada de su taquilla. Sentía sus mejillas arder y su cuerpo tiritar levemente y cuando el aroma se fue haciendo cada vez más fuerte, giró su cabeza levemente. Sus grandes ojos marrones se encontraron con unos oscuros como la mismísima noche.

El dueño de aquellos ojos era el mismo del tan atractivo olor. Era un chico alto, una cabeza más grande que él. Tenía el cabello incluso más oscuro que sus ojos. Vestía un gran chaleco y vaqueros negros, ajustados y rasgados en sus rodillas. Botas militares negras y una mascarilla del mismo color. Cargaba una mochila del mismo color que toda su ropa en uno de sus hombros. En el brazo contrario traía algunos libros y tenía audífonos puestos, pero al parecer, el chico estaba más ocupado en observarlo que en escuchar la música.

Fue como si el mundo se parara para ambos. La gente de los pasillos se limitaba a mirarlos curiosos o simplemente a huir, después de todo estaba Kim Namjoon allí. Nadie los molesto, fue como si todos se dieran cuenta de la gran conexión que había creado Namjoon junto al omega nuevo.

El alfa estaba estático, a tan solo cuatro metros de él. Por lo que, aprovechando el momento, cerro su taquilla rápidamente y corrió por el pasillo. No sabía si el alfa lo estaba siguiendo y tampoco quería girarse a comprobarlo. Chocó con algunas personas como en las películas bien clichés, pero poco le importó, ni siquiera se tomó la molestia de pedir disculpas. Después de correr un rato más y asegurarse de que el alfa estaba bien lejos mirando para atrás, camino hasta su primera clase.   

Ni siquiera procuró el cambiar de contraseña su casillero, eso era lo de menos y lo último que se le había pasado por la cabeza. Ahora esperaba que no todos tuvieran la misma y a alguien se le ocurriera hurgar entre sus cosas.

Joder, el alfa más atractivo que alguna vez vio, con el aroma más adictivo del mundo había estado justo frente él. No había visto todo su rostro por la mascarilla, pero estaba seguro que el alfa tenía un rostro tan atractivo como su cuerpo. Y lo peor o mejor, era que el moreno lo había notado. 

Por dios, ¡si le había quedado mirando como imbécil! Era obvio que lo había notado.

Al llegar pudo ver unas cuantas personas, pero las ignoro y se ubicó en uno de los primeros puestos, el cual se encontraba al lado de una ventana. De a poco el salón se fue llenando hasta que llegó un hombre alto, el cual se supone que debería de ser el profesor. Pero Yoongi en vez de poner atención a su primera y más importante clase, se encontraba pensando en el alfa, mirando perdidamente por la ventana.