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"no, quédate..." eunchae gimió adormilada, apretando su agarre a tu alrededor y acariciando tu costado mientras intentabas ponerte de pie. su firme agarre alrededor de tu cintura te obligó a relajarte de nuevo en el sofá, alcanzando tus propios brazos para llevarla a tu regazo, sonriéndole suavemente mientras se acomodaba.
"cariño, sabes que la cama sería más cómoda para los dos, ¿verdad?" te reíste mientras ella gemía, sacudiendo la cabeza perezosamente y frunciendo el ceño, abriendo los ojos por una fracción de segundo solo para mirarte antes de que se cerraran una vez más.
Cuando su respiración finalmente se niveló nuevamente, renunciaste a despertarla, no queriendo enfrentar la ira de tu novia cansada y gruñona. asegurando tus brazos alrededor de ella, moviste el cuerpo de eunchae suavemente a la posición nupcial, preparándote mientras la levantabas lentamente, teniendo cuidado de no perturbar su sueño.
te dirigiste a la habitación, cerrando la puerta con cuidado con el talón en un esfuerzo por evitar hacer cualquier sonido que pudiera perturbar el descanso de eunchae. retirando las sábanas, la acostaste, conteniendo la respiración cuando comenzó a moverse, suspirando de alivio cuando se quedó quieta.
apagaste las luces, regresaste a la cama y te deslizaste al lado de eunchae, enterraste tu rostro en su cabello y la atrajiste hacia ti suavemente, besándola en la parte posterior de la cabeza. sonreíste cuando la sentiste agarrar tu muñeca, tirando de ella en un intento de asegurar tus brazos alrededor de su cintura. obedeciste, acurrucándote más cerca de ella, tarareando de contento mientras sentías que tu propio agotamiento te dominaba.
"gracias ___" murmuró eunchae adormilada, volviéndose a dormir antes de que pudieras responder a su expresión de gratitud. a medida que tus párpados se volvían más y más pesados por segundos, dejaste que tu cuerpo se relajara, agradeciendo a tus estrellas de la suerte por enviarte un amante como eunchae.
