Capitulo 38

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Los días pasaban Ilse se encontraba en la terraza mientras su esposo hablaba con Tiberias en su oficina.

Veía la hermosa vista mientras comía un poco de fruta, no paso mucho cuando Baldwin llego puso sus manos en los hombros de Ilse ella lo miro y le dedico una sonrisa, Baldwin se sentó a su lado y tomo su mano.

- se puede saber porque mi esposa esta tan feliz.

- estoy feliz por Leah...me dijo que se enamoró de uno de los hombres de Balian.

- lo dices enserio.

- así es...me alegra verla feliz de nuevo.

- ella lo merece después de lo que vivió con Luke 

Dijo mientras ponía un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

 - dime que es lo que te preocupa cielo.

- no sé qué es lo que me preocupa mi mente está en blanco.

Me recargue en su hombro el paso su mano por mi cintura y con la otra tomo mi mano.

Los días pasaban Ilse se levantó y no miro a Baldwin.

- buenos días majestad, su baño está listo.

- gracias -sonriendo-.

Me dirigía al baño, decidí tomarme mi tiempo para luego salir de la bañera, seque mi cuerpo y puse mis bragas, no paso mucho cuando entro Grecia.

- escogí este vestido majestad.

- ya te lo dije Grecia solo dime Ilse.

- pero usted es la reina.

- por favor solo Ilse está bien.

- está bien -sonriendo-.

Grecia me ayudo a ponerme el vestido.

Cepille mi cabello y salí junto con Grecia, ella se acercó a mi tocador y abrió el cajón donde tenía las joyas que me regalo Baldwin, tomo un collar junto unos aretes.

- el rey la espera para desayunar.

- gracias, puedes irte a desayunar.

Dio una reverencia y se fue, solté un suspiro y me dirigí a la oficina de Baldwin cuando me miro sonrió y se acercó a mí.

- nunca te habia visto con este vestido.

- te gusta -sonriendo-.

- te ves preciosa cielo.

Ambos comenzaron a desayunar.

- y quién es el afortunado de salir con Leah.

- si no mal recuerdo es Simón.

- es un buen hombre.

Terminaron de desayunar Baldwin se sentó frente su escritorio para comenzar a firmar papeles.

Me pare y me dirijo a el...

- porque no tomas un descanso.

- cielo, sabes que...

- por favor cariño -sonriendo-.

Ilse se dirigió al sofá que estaba en la oficina de Baldwin, cruzó sus piernas y las puso sus manos en ellas.

Sus piernas estaban descubiertas por la abertura que tenía su vestido.

Sus piernas estaban descubiertas por la abertura que tenía su vestido

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Un amor con problemasWhere stories live. Discover now