Capitulo 32

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Baldwin quito su mascara.

- por favor Baldwin que está pasando?

- mi cielo, me acaban de dar la noticia de que Godfrey murió.

- no es verdad...

Las lágrimas comenzaron a salir de sus hermosos ojos, Baldwin se acercó a ella y la abrazo.

- pero como paso?

Baldwin comenzó a contarle todo, Ilse limpio sus lágrimas.

- y dime encontró a su hijo?

- por supuesto cielo, en cuando llegue lo mandare a llamar.

- está bien, cariño.

Ilse se separó de Baldwin.

- a dónde vas cielo?

- iré a dormir un poco, todavía no sale el sol, me acompañas.

Dijo para extender su brazo, Baldwin no lo dudo y la tomo, ambos se dirigieron a la habitación donde durmieron un poco más. 

(...)

- cariño...

- que sucede cielo?

- iré al orfanato, quieres venir...

- en otra ocasión cielo, tengo mucho trabajo.

- está bien cariño.

Baldwin se levantó y la tomo de la cintura.

- cuídate cielo.

- lo are -sonriendo-.

Ambos se besaron, cuando se separaron Ilse le sonrió.

- te amo cariño.

- y yo a t cielo.

Ilse dio un beso rápido en los labios de Baldwin y salió de los aposentos, cuatro guardias la acompañaron hasta llegar al orfanato.

- es cierto, eres hijo de tu padre, era amigo mío y yo el tuyo...Godfrey muerto que inoportuno, ven.

- Gritan por todas las calles que mataste al gran lord de Siria, Saladino mismo ha hecho saber...que tu enfrentamiento no pone en peligro la paz que era justificado, que sabes sobre Saladino?

- que es el rey de lo sarracenos y que tiene rodeado ente reino.

- tiene a 200 mil hombres solo en Damasco, podría ganar si decide luchar una guerra...y los fanáticos recién llegados de Europa...le dan razones a diario para lucharla...esos desgraciados templarios como Reinaldo de Chantillon, mantengo la paz en la medida de lo posible desde esta sala, pero Saladino y el Rey entre los dos...crearían un mundo mejor.

- aunque sea una paz corta, Tiberias, sigue haciendo paz.

- de acuerdo...que te dijo tu padre sobre tus...obligaciones?

- que debía ser un buen caballero.

- rezo a Dios para que en el mundo y en Jerusalén...tenga cabida algo tan único...como un caballero perfecto...ya cenaron?

Ilse ya habia llegado al palacio, se dirigía a sus aposentos pero algo la detuvo.

- tía Ilse.

- mi pequeño principe -sonriendo-.

- juegas conmigo, hace mucho que no jugamos.

- por supuesto.

El principe tomo la mano de Ilse y la llevo a sus aposentos donde ambos comenzaron a jugar.

Un amor con problemasWo Geschichten leben. Entdecke jetzt