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—¿Papá? -Heejin dice mientras Kai mueve sus manos mojadas y llenas de champú por la cabellera de la pequeña-   

Se encuentran en el cuarto de baño de su acogedor hogar. Heejin está dentro de la gran bañera, la cual está llena de agua caliente, espuma y un patito que flota de un lado a otro. El olor a jabón es todo lo que les rodea y después de todas las emociones que había sentido horas atrás por fin encuentra un momento de tranquilidad entre las paredes blancas de su cuarto de baño.    

—Dime, cielo. -Dice en un tono relajado-    

—¿Por qué nos hemos ido tan rápido? No le he podido decir adiós al entrenador Bin.    

La tranquilidad dura poco cuando aquel nombre aparece otra vez, y Kai pone una mueca de incomodidad aunque su hija no pueda verla.    

—Había que irse. -Intenta decir de la manera más suave posible, como si en realidad no hubiera pasado nada-    

—Pero tú dices que irse sin despedirse es de mala educación. -Y aunque el rizado no pueda verla porque está de espaldas a él, sabe que su hija tiene el ceño fruncido-    

—Lo es. -Suspira. Porque ciertamente lo era-    

—¿Entonces? -La niña aprieta los labios- ¿Te has enfadado con el entrenador Bin?    

Hueningkai suspira de nuevo y aparta las manos del cabello de su hija.    

—No, Hee.    

La niña se gira en la bañera para poder quedar frente a su padre y mirarlo con aquella expresión que gritaba regaño.    

—Tú siempre me dices que hay que decir si algo nos molesta, porque la otra persona no puede leer la mente. Que es importante comunicar los sentimientos.    

Rueda los ojos como un niño pequeño, maldiciendo el momento en el que dijo aquello.    

—No tengo que comunicar mis sentimientos con tu entrenador, él es solo eso, tú entrenador. -Heejin niega, insatisfecha con aquella respuesta.-    

—Pero el entrenador Bin te hace sonreír, le gustan tus galletas y estoy segura de que quiere ver sus películas favoritas y llevarte a una cita. -Dice apoyando sus manos mojadas en el borde la bañera mientras levanta las ceja de arriba abajo-    

Kai entonces suelta una pequeña risa ante las palabras de su hija, de algún modo, le hacen sentir un poco mejor que ella piense eso. Al menos uno de los dos lo hacía.    

—¿Tú crees? -Le pregunta entonces-    

—¡Si! -Exclama con emoción- Taehyun dice que los ojos de sus mamás brillan cuando se miran, y los del entrenador Bin brillan mucho cuando te está mirando a ti.    

Kai mira a su hija con adoración y se muerde el labio ante las palabras, pensarlo le da vértigo ¿Pero y si su hija tenía razón? Tal vez, el universo estaría de su parte, por lo menos esta vez.    

—Eres demasiado observadora ¿Lo sabes?    

—Tío Beom dice que lo he heredado de él -Presume con orgullo-    

Hueningkai se ríe y niega con la cabeza levemente.    

—Anda terminemos de bañarte antes de que se enfríe la cena.

» ☁️ «

—¿Ya se ha dormido? -Pregunta desde el sofá al ver a su mejor amigo salir del cuarto de Heejin-    

—¿Dudas de mi talento como cuenta cuentos? -Con una sonrisa Beomgyu pregunta justo antes de desplomarse a su lado en el sofá-    

Kai sonríe y le da un sorbo a su taza de té roja de la cual todavía salía humo. Aún tiene el corazón acelerado y jura que aún puede sentir el fantasma de los labios de Soobin sobre los suyos.    

¡Entrenador Bin! ⵢ sookaiWhere stories live. Discover now