CUENTOS DE AMOR Y DEMONIOS PARTE I

SOTANO 6

NOTA DEL AUTOR: Esta serie de cuentos nacieron de experiencias sobrenaturales vividas en carne propia, algunos son productos de mi imaginación y otros vienen de sueños donde Dios me revela asuntos que ocurren en el plano espiritual. Dejo en tus manos descifrar a cuál pertenece cada uno de ellos. Espero los disfrutes.

Love and peace: MF

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SOTANO 6

I

EL ENCUENTRO

Su primer encuentro fue muy casual. Mercy, haciéndole caso a la insistencia, o más bien, persistencia de su amiga Molly de unirse a esa App de citas, decidió probar algo distinto y se dio la oportunidad de conocer nuevos chicos intentando encontrar un poco de romance, o quizás algo que la sacará de su aburrida rutina.

-"Soy una mujer de 28 años, desempleada que aún vive con su papá. ¡Major fail!"- se dijo a si misma frente al pequeño espejo de su polvo compacto mientras se ponía ese labial rojo que tanto le gustaba. Siempre pensó que ese color hacia que sus ojos se vieran menos melancólicos, además, le recordaba a su mamá quien en sus últimos días antes de morir de cáncer de seno, a pesar de verse esquelética, sin un solo pelo en su cabeza o cejas, no dejaba de usar ese labial rojo llamado "Romance" e irónicamente le decía a Mercy:

-Cariño, puede que no tenga tetas en este momento, ni cabello, ni fuerzas, ¡Ces't la vie! pero ningún maldito cáncer me quitará las ganas de maquillar mi labios y de querer sentirme bonita. Recuerda Mercy: la vida es un soplido, así que vívela con todo...

-..."La vida es un suplido, así que vívela con todo", se repetía Mercy mientras terminaba de maquillar sus ojos café oscuro.

Fue un primer encuentro muy casual. Tomaron un café en aquella pequeña cafetería de luces tenues en el centro de la ciudad. Sam se veía como el hombre con más seguridad y carisma que hubiese conocido; tenía un muy buen empleo en una empresa en las afueras de la ciudad, sus ojos verdes eran enigmáticos y su sonrisa simplemente adictiva y seductora. Mercy no podía dejar de mirarlo: disimulaba tomando su café, de vez en cuando miraba su teléfono aparentando que una notificación nueva llegaba y así intentar ocultar lo mucho que le atraía, pero la verdad, solo quería seguir absorta por horas ante los ojos verdes de Sam.

-Me dices que estás desempleada, quizá pueda ayudarte con eso. Dijo Sam con una pizca de optimismo en sus ojos.

-Pues, soy una looser que aún vive con su papá, además, ¿te conté que es un reverendo? Imagínate llegar a tu casa un martes por la noche y te consigues a medio vecindario en tu casa orando y cuchicheando cosas raras, ¡todo un freak show! Créeme que cualquier ayuda en este momento no estaría mal- Le comentó Mercy mientras le daba otro sorbo al café.

Por alguna razón, aunque solo había compartido una taza de café negro con Sam, algo en él le daba una sensación de seguridad increíble. Quizás, después de ese encuentro podría hacerle honor al labial que tanto le gustaba a su mamá. Quizás podría ser ese "Romance" que estaba esperando desde hace largo tiempo.

-Pues, Mer- dijo Sam- Justo en este momento hay varias vacantes en el departamento de diseño donde estoy trabajando. LLEH Coorporation es una gran empresa y seguro que con todo tu talento y experiencia no tendrás problema en la entrevista.

Mercy se sonrojó. Nadie jamás la había llamado "Mer" y que Sam le hubiese puesto un diminutivo a su nombre la hizo sentir especial...

Eran las 11:02pm y los ojos melancólicos de Mercy brillaban con fulgor esa noche fría. Pensó para sí misma que por primera vez su amiga Molly tenía razón: no solo estaba conociendo a un hombre muy interesante, sino que también se le estaba abriendo la oportunidad de conseguir un gran empleo y por fin salir de la jaula religiosa en la que vivía con su papá.