Chapter Twenty Seven : Winter is Over.

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—. ¿Félix? — Lo llama, pero el azabache realmente está sumergido en su sueño, con el rostro hundido en el cuello de su novio.

Consciente de que debe dejarlo descansar por muchas razones a la vez, Hyunjin lo saca cargado del taxi, y agradece la ayuda del agente del recibidor del edificio que le marca el botón del ascensor y además se ofrece a ayudarlo con las maletas del joven.

Cuando lo recuesta sobre la cama, suelta un suspiro de alivio y se recuesta junto a él, sonriendo al darse cuenta de que apenas siente su calor sobre el colchón, Félix entre sueños acude a acurrucarse cerca de su cuerpo.

Lo abriga entre sus brazos, dejando un camino de besitos desde la punta de su nariz hacia su frente, mirándolo arrugar la piel de la nariz de forma adorable.

Hyunjin se dedica los siguientes minutos a detallar a su novio, los últimos meses lejos de él lo han cambiado un poco, y no puede evitar buscar las pequeñas diferencias que ha traído de su no tan grato viaje a Australia.

Félix está un poco morenito, tiene la piel tostada por el sol y algunas rojeces, probablemente por no cuidarse la piel, o por no tenerlo a él atento de ponerle bloqueador cada ciertas horas durante los días soleados.

También tiene muy marcadas las ojeras, delatando su falta de sueño y sus densas noches de llanto, a medias escondidas bajo una capa de corrector y una técnica torpe de cancelación de colores.

Le acaricia las mejillas y suspira, sus abultados cachetes también han desaparecido un poco, Félix había bajado bastante de peso de una manera poco saludable, por lo tanto, ese tipo de delgadez no le gustaba; no le importaba si su novio perdía o ganaba peso para sentirse más a gusto con su propio cuerpo, a él le gustaría por igual, pero definitivamente no estaba satisfecho de saber que su delgadez se debía a mal comer por estar tan deprimido por un buen tiempo.

Se había propuesto hacerlo sentir mejor ahora que lo tenía con él, por lo que cuidadosamente se aparta y comienza a ponerlo cómodo. Le saca los zapatos con cuidado, le quita el pantalón y las varias capas de ropa que trae de la cintura para arriba, y aunque Félix parece estar a punto de despertarse varias veces, no lo hace realmente.

Con calma y paciencia termina por ponerle una pijama limpia y suave, y se asegura de cubrirlo con uno de los hoodies que al azabache más le gustaba usar, el azul marino, con el pollito diminuto bordado en el lado izquierdo del pecho.

— Gracias... — Susurra Félix sin abrir los ojos, justo cuando Hyunjin ha vuelto a acurrucarlo contra su pecho.

El mayor no contesta, tan solo le deja un par de besos sobre los párpados y lo deja caer rendido otra vez, en esta ocasión, porque identifica las zonas en las que Félix ha estado acumulando tensión y estrés, y le hace varios masajes persistentes y extensos hasta que deshace cualquier nudo de dolor en sus músculos.

Félix al principio se había removido y quejado, pero al final, había quedado tan relajado que el rubio ni siquiera sentía su respiración dado lo profundo que se había dormido esa segunda vez.

Estaba seguro de que el pecoso llevaba demasiado tiempo sin descansar, así que sonrió un poco orgulloso cuando escuchó sus suaves ronquidos contra la almohada un rato después.

Con una leve risa, se había asegurado de revisar que el sonido no se debiera a mala postura o dificultades de respiración, y al comprobar que no era nada de eso, recordó que su padre una vez, cuando él estaba muy pequeño, le explicó que las personas podían llegar a roncar solo por tener mucho cansancio.

Fue un recuerdo nostálgico, pero sentía que había hecho las paces con esa clase de memorias, por lo que solo cubrió el pequeño cuerpo de su novio con una manta y se dispuso a levantarse para prepararle algo de comer para cuando despertara.

Magnolia ❞. ₊ [ HyunLix ]Where stories live. Discover now