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(1979)

Un Johnny de 12 años pedaleaba en su bicicleta alegre por las calles de Encino mientras con ayuda de su walkman y unos audífonos escuchaba las canciones que más le gustaban del momento hasta que al llegar a la esquina de un edificio lo vió, un sitio en el que jóvenes se formaban, todos usaban trajes peculiares y peleaban, el niño sencillamente estaba encantado con todo lo que sus ojos presenciaron, el karate se veía como una actividad sublime y quería intentar.

Ya de vuelta en su casa mientras su mamá colocaba la cena en la mesa el pequeño rubio le contaba sobre su día y más portante aún, sobre el descubrimiento de ese increíble lugar hasta que se vió interrumpido por su padrastro.

-Que día tan asqueroso.

Exclamó el alfa con fastidio mientras seguía con un corto monólogo de como había estado su día a la par que se alistaba para cenar, la plática continúo hasta que la mujer hizo mención de la academia que su hijo había encontrado.

-¿Karate? Eres un omega debilucho y pequeño, además ¿ya no tienes suficientes problemas en la escuela?

-Sid.

Al ver los ojos tristes y la cabeza gacha de su hijo la omega intentó llamarle la atención a su esposo sin tener mucho éxito ya que este gruñó y la miró incrédulo negando para volver a hablar.

-Es un marginado social, no tiene ni un solo amigo.

Lógicamente la mujer intervino de nuevo defendiendo a su hijo tratando de no hacer de los comentarios una severa discusión pero Johnny ya sabía lo que iba a pasar ya estaba acostumbrado a ello, cabizbajo solo presionó la tecla de play en su walkman poniéndose sus audífonos mientras cerraba sus ojos por un instante intentando que los gritos ajenos a la música disminuyeran y a si sea por unos segundos tratar de escapar de esa realidad.

Presente (2018)

A raíz de una pelea en la que Miguel fue protagonista en su escuela el negocio por fin prosperó y los estudiantes llegaron al dojo, contento Johnny abrió las puertas del lugar, se puso su uniforme y se presentó ante los jóvenes, pero entre más escaneaba sus rostros, posturas y ropa, más se decepcionaba, ninguno tenía apariencia de ser una persona fuerte.

-Veo nerds, perdedores, unos completos raritos, como tú labio.

El rubio señaló a un chico castaño tímida de ojos asustadizos con una peculiar cicatriz en su labio mientras está solo se apenaba escondiendo la tristeza se sus ojos debajo de cabello.

- o tú, parece que tuvieras tetas.

El rubio cada que volteaba sus ojos veía a un adolescente con defectos y no le importaba señalarlos después de todo creía que si no hacían nada al respecto era porque no tenían problema o simplemente no les importaba.
Mientras tanto Miguel en primera fila solo suspiraba cansado, su sensei estaba básicamente estaba siguiendo el bullying del que todos en ese lugar querían escapar por lo que apenas terminó la clase el beta se acercó al omega cuando no hubo más gente en el lugar.

-Sensei ¿Tiene que ser tan duro con ellos?

El ecuatoriano fue al punto mirando al rubio con seriedad mientras este destapaba una cerveza.

-Pues...son perdedores.

-Somos, y ese es el problema no sabe que es ser uno de nosostros.

Respondió antes de irse y dejar a su maestro totalmente pensativo, porque algo en las palabras del azabache lo hacía tener la razón, todo su adolescencia fue el más popular, el más envidiable de toda la escuela pero antes de eso y en su casa no era para nada parecido así que al siguiente día lo primero que hizo fue disculparse con sus alumnos.

Nostalgia [LawRusso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora