jeans ajustados alta autoestima - último extra

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Dedicado a andrxx_bluee



Para Paulina era de ley que cada mes salia a buscar ropa, desde los centros comerciales, bazares y ropa de paca, Andrés siempre le acompañaba y el terminaba cargando todas las bolsas de ropa que compraba su novia, nunca reprochaba nada, le gustaba salir con ella y verla escoger su ropa, haciéndole decidir a el que pantalón le quedaba mejor o que blusa combinaba con su cabello.

Aunque aquel fin de semana Andrés pescó un resfriado, después de haber salido en pleno diciembre a lavar su coche, en chanclas, sin suéter y con un frío del demonio.

Hirving fue el primero en ir a ayudarle a pasar el resfriado, Paula de verdad agradecía que Hirving fuera tan noble, pero le tocaba ir sola a comprar su ropa.

No estaba acostumbrada a ir sola, incluso una vez que Andrés viajo con sus padres, Paula se llevó a Diego y ambos terminaron con bolsas de ropa de paca, Guillermo los había regañado por haber comprado tanto.

—Si puedo salir amor, puedo ir contigo—andres estaba recostado en el sillón, tenía un pañuelo a su lado y se sacudía la nariz a cada rato, Paula se acerco hasta su novio y le tomo de las mejillas.

—No no, te quedarás aquí, prometo no tardar, además te traeré algo de comer—andres sonrió, Paula miro a los ojos de su novio y sonrio apenada—Tal vez mejor no voy, ¿Que tal y te pasa algo?—

La mujer se levantó para quitarse su bolsa, pero andres la detuvo, le extendió su teléfono celular.

—No Paula, estaré bien, ¿Por qué no mejor te llevas a Hirving? Dijo que vendría hoy—paula miro indecisa a su novio, pero asintio, se sentía un tanto mal de salir cuando su novio estaba enfermo, pero Andrés le dejo un besito en sus labios y le dijo que estaría bien.

Paula marco el número de Hirving y después de tres tonos contesto.

—"¿Bueno?"—la voz de Hirving se escuchó detrás de la línea, entonces Paula contesto.

—Hirving, espérame fuera de mi casa, me acompañaras a comprar ropa—su voz salió con autoridad, Lozano solo acepto sin preguntar, Paula colgó y dejo el teléfono en la mesa ratona, beso a su novio despidiendose y prometió volver temprano.

Salió de su casa cerrando con seguro y de inmediato vio a Hirving cruzando la calle, se acerco a el y le abrazo.

—¿Cómo está Andrés?—pregunto el más bajito, Paula le abrazo por los hombros.

—Esta un poco mejor, necio a querer salir ya—ambos soltaron una risa y se encaminaron al auto de Paula, entraron y se colocaron en cinturón de seguridad.

—¿A dónde iremos?—pregunto Hirving mientras dejaba en el asiento trasero su suéter.

—Encontre un bazar en el centro, dicen que tiene mucha variedad de ropa y otras cochinaditas, podremos comer pambazos después—paula ya había visitado muchos lugares donde compraba su ropa.

Y no es que vistiera caro, si no que sabía que llevar de la paca.

El camino al lugar fue lento, el tráfico de sábado estaba en su máximo esplendor, a Hirving le daba risa la poca paciencia de Paula con las personas, pitandoles cuando se le atrevesaban, solo parándose para dejar pasar a los perritos.

Después de casi una hora, llegaron a un lugar bastante...peculiar.

No había combinación en nada, las paredes de color turquesa, los techos pintados de café con manchas verdes, el piso de azulejo amarillo mostaza, juro haber visto un tic en el ojo de Paula.

Tamal De Dulce            °memo Ochoa X Lionel Messi °Donde viven las historias. Descúbrelo ahora