Forest || South Park

20: Viernes

Kyle decidió alejarse del grupo para así poder trabajar, pues el bullicio lo desconcentraba, y más por la cantidad de pensamientos que atormentaban a su cabeza en ese momento.

Halló el lugar indicado unos metros atrás de donde estaban todos, y no habría problema porque memorizó el camino, además de que aún lograba escuchar al resto a la lejanía.

Se sintió un poco culpable al no avisarle a Craig, pero, ¿qué más da? Él podría trabajar solo.

Se puso de rodillas frente a las matas de plantas y comenzó a inspeccionarlas, identificando cuáles son útiles.

Si estaba tan concentrado con la tarea, era porque quería evitar pensar en lo sucedido con Stan la noche pasada. En parte, sabía que debió haberlo escuchado y así sacar sus dudas, pero su orgullo pudo más y se negó; ahora se sentía decaído y conmocionado debido a esto.

La tristeza inundó sus pensamientos, y sin darse cuenta, sus ojos empezaron a humedecerse (y no por el frío), brotando lágrimas de ellos.

Detestaba llorar. No le gustaba la sensación de vulnerabilidad que le brindaba el llanto cuando estaba triste, así que prefería mil veces guardarlo y demostrarla de otra manera. Normalmente, Stan estaba junto a él cuando se hallaba en ese estado, que son contadas realmente, y aún estando con él, le daba vergüenza; no obstante, no estaba allí, por el contrario, se encontraba solo.

Estaba extrañamente intranquilo.

En lo más profundo de su ser, deseaba que su mejor amigo llegase en ese momento y lo consolara diciendo que todo estaba bien entre ellos.

Y como si lo hubiera invocado, escuchó algunas pisadas en la nieve de alguien aproximarse hacia él.

Su rostro decayó notoriamente cuando se dio cuenta de que no era Stan, sino Craig.

Trató de limpiarse lo más rápido que pudo y disimular un poco, aunque fue en vano, ya que el azabache lo notó.

Éste, sorpresivamente, se acercó a él y le tendió un pañuelo, manteniendo su rostro indiferente, hasta que decidió hablarle.

— Lamento decepcionarte, pero no soy Stan. — le dice como si hubiese leído su mente.

« Qué gracioso, Tucker » pensó, más no lo dijo.

Kyle no acepta el pañuelo y ríe sin ganas.

— Está bien, quédate con tus mocos. — lo escucha comentar, cosa que esta vez sí le causó algo de gracia.

— Eres un cabrón incluso en momentos como este — se atreve a bromear con él, y viendo que no lo insultó de vuelta, procedió a agradecerle — ... Gracias. — dice antes de limpiar su rostro.

El azabache asiente y se pone en su misma posición para poder ayudarle.

Craig parecía no importarle verlo en ese estado, puesto que no comentó nada al respecto ni mucho menos se burló de él; detalle que agradecía enormemente. Observó cómo el más alto se centró en su tarea, ignorando el hecho de que hace unos momentos lo halló en pleno llanto.

El judío también siguió con lo suyo, pero esta vez decidió romper el silencio.

— No lo esperaba a él... — miente en un murmullo, aunque el contrario logra escucharlo debido a la corta distancia.

Tucker alza una ceja de manera interrogativa ante sus palabras.

— ¿No? — Kyle niega con la cabeza — Bueno, tu cara me dijo otra cosa cuando te diste cuenta de que era yo y no Stan — explicó Craig — Aunque pueden ser ideas mías, no sé.—