Casualidad

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Carla era una bloggera tranquila y despreocupada. Tenía el cabello rojo fuego y llevaba unas gafas de pasta que le daban un toque hipster a su informal indumentaria. Estaba sentada en una mesa del Starbucks, donde acostumbraba a escribir sus blogs mientras bebía un café con nata montada. Enrollaba un mechón de su cabello entre sus dedos mientras mordisqueaba el muñequito de su llavero nerviosa. Estaba escribiendo una crítica de la última película que había visto. No le había gustado para nada. Trataba de una chica que se enamoraba de un príncipe de los países arábigos y finalmente se casaba con él. A Carla le había parecido una tontería, ya que eso no pasaba en la vida real. Sus dedos comenzaron a moverse rápidamente en el teclado mientras sus pensamientos corrían veloces por su mente. Estaba ausente. No se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor. Había comenzado a llover y las gotas de lluvia caían lentamente por el cristal de la ventana que estaba al lado suyo. La gente había comenzado a irse, ya que dentro de poco abrían las discotecas y comenzaba una noche de desenfreno que sólo acabaría cuando el sol enseñara los primeros rayos de luz por la mañana. La sala quedó vacía completamente en pocos minutos, y sólo ella permanecía sentada, escribiendo la crítica a la horrenda película. Cuando un rayo sonó con gran estruendo la chica salió de sus pensamientos y miró a su alrededor. Estaba sola y se le había acabado el café, así que aprovechó para levantarse y servirse algo.

Mientras tanto, fuera del Starbucks, habían cuatro personas que trataban de resguardarse de la lluvia mientras metían una cámara de bastante calidad dentro de una mochila para que no se mojara. Esas cuatro personas además llevaban calada la capucha para que no los reconocieran. En ese momento era lo último que querían. Esas cuatro personas eran cuatro youtubers muy conocidos: Rubius (Rubén), Mangel (Miguel Ángel), Willy (Guillermo) y Vegetta (Samuel).
-Tío, me estoy chopando entero. Vamos a entrar a algún sitio ya -exclamó algo cansado Guillermo.
-Ahí hay un Starbucks y parece vacío. ¿Entramos? -preguntó Samuel.
-OSTIA sí jaja este Starbucks es más real que mis tetas -rió Rubén mientras entraban.
Cuando entraron, se quitaron las capuchas y se dirigieron entre la fila de mesas a una que daba a la ventana, para poder observar la ciudad. Se sentaron en las mesas justo en ese momento vieron a una chica pelirroja, con gafas, dirigirse a ellos. Los chicos pensaron que era la camarera y en seguida pidieron.
-Ey tú -soltó Miguel- Que queremos pedir.
La chica los miró confusa, con el ceño fruncido. ¿Cómo se atrevían a hablarle de esa forma esos cuatro desconocidos? Los chicos comenzaron a pedirse cafés y cuando acabaron y vieron que la chica no se movía, se quedaron mirándola a la espera de que hiciera algo.
-¿Te vas a quedar ahí? -dijo seriamente Guillermo.
-Ay no sé. Yo no soy la criada de nadie -respondió la chica algo borde- Mi mesa es la de ahí atrás y estoy ocupada con mi ordenador. Si queréis algo, vais a pedirlo y punto.
Carla entonces pasó al lado de ellos y se sentó de nuevo frente al ordenador para proseguir con su crítica. Los chicos se miraron entre ellos y susurraron "qué borde la niña plana". Rubén decidió levantarse a por los cafés y al poco rato volvió con ellos. Se sentó con sus amigos y comenzaron a hablar sobre sus canales de Youtube y las distintas series que llevaban. "Una lo que busca es tranquilidad y lo único que encuentra es pesados como estos" pensó Carla mientras subía el volumen de su MP3 para no escuchar las conversaciones de los chicos. A ella no le gustaba Youtube, no era aficionada a esas cosas. Por eso esos temas la incomodaban.
-Yo voy a seguir subiendo mi serie de Minecraft -sonrió Samuel dando un sorbo al café.
-Yo continuaré con los gameplays de Gary's Mod. Podéis apuntaros a los vídeos -ofreció Rubén- Estaría genial si podéis hacer más conmigo.
-Oye Rubén... -murmuró Miguel bajito para que no le oyera Carla- ¿No te suena esa chica de algo?
-Pues no.
-A mí me suena también Miguel -comentó Guillermo.
-Es normal que os suene -explicó Samuel- Mi prima pequeña la lee. Esa chica lleva un blog de moda y todas esas mierdas de niñas.
-¿Un blog de moda? Eso es muy cursi -exclamó muy alto Rubén sin querer.
La chica lo escuchó y se giró molesta.
-Sí, llevo un blog de moda. ¿Algún problema? Tengo mis cien mil lectores, para vuestra información.
Los chicos estallaron a reír y exclamaron:
-¡Y NOSOTROS TENEMOS MILLONES DE SEGUIDORES!
La chica los miró atentamente y preguntó:
-¿Cuales son vuestros canales?
-ElRubiusOMG.
-Vegetta777.
-WillyRex.
-MangelRogel.
La chica rió y dijo burlona:

-Así que os llamáis Vegetal777, GüiliRéh, ElRubioONG y MangueraRoja. Jajajajaja.

-¿Y cuál es tu nombre señorita original? -preguntó con sarcasmo Guillermo.
-MoonlightShadow. O también me llaman MSH.
-¿Y a eso lo llamas original? -rió Samuel.
-MSH suena a... ¡SIDA! -rió Rubén.
Los chicos rieron con él pero ella continuó seria.
-No deberías hacer bromas con esa enfermedad.
-Aguafiestas -soltó Miguel.
-Me da igual lo que penséis de mí -Carla se volvió a girar y continuó con su tarea. Los chicos sonrieron y decidieron dedicarse a molestarla, ya que no tenían nada más que hacer. Comenzaron a tocarla con las cucharillas y a enredarle el cabello en el tenedor, hasta que ella explotó y se levantó enojada. En ese instante, el café que llevaba en las manos se le cayó encima y la pobre quedó empapada de arriba a bajo.
-¡Mierda! Ahora tengo que ir a casa a cambiarme.
La chica cogió su bolso y las llaves y salió corriendo, dejándose olvidado el pequeño portátil. Los chicos decidieron quedárselo y llevárselo a la chica al día siguiente, así de paso podrían cotillear un poco y ya tendrían algo que hacer por la noche.

***

-¿Ya habéis encendido el portátil?
-Sigo pensando que esto es mala idea.
-Que no, no pasa nada por cotillear.
Los cuatro chicos estaban en casa de Rubén, en el sofá, sentados con el portátil encima de las rodillas. Lo primero que vieron fue el fondo de pantalla de la chica, que se encendió tras la frase: "Bienvenida Carla". La imagen era Steve, el personaje de Minecraft, con gafas de sol y rodeado de un montón de diamantes.
-¿Le gusta el Minecraft? -exclamó extrañado Guillermo.
En efecto, le gustaba Minecraft. Lo siguiente que vieron en el escritorio fueron las aplicaciones y entre ellas se encontraba Minecraft pirateado, a parte del WOW, el LOL, el COD y otros juegos más. En otra parte, tenía el Skype y el enlace a su blog. Primero entraron al Skype y vieron que sus contactos eran únicamente lectores del blog, con los que hablaba por video llamadas. Por eso entraron directos al blog y leyeron un poco. La última entrada de la chica la había escrito desde el móvil y decía:

"Oh no, he perdido mi portátil en el Starbucks. Salí a la calle y cuando me di cuenta de que me lo había dejado, ya era demasiado tarde. No espero recuperarlo, así que me tendré que comprar uno nuevo. Siento mucho si no actualizo :( "

Rubén y los otros se miraron algo culpables.
-Mañana se lo entrego sin falta y ya basta de cotillear -dijo Rubén mientras cerraba el portátil y lo dejaba encima de la mesa.
El resto lo miraron algo decepcionados pero le hicieron caso y seguidamente cada uno se fue a su casa. Cuando sus amigos se fueron y Miguel se fue a dormir, Rubén sacó el móvil y añadió el número de la chica, el cual había conseguido por el Skype del portátil, y por Whattsapp le dijo:

Rubén: Hola soy ElRubioONG XD tengo tu ordenador, q te lo habías dejado te pasas mañana por mi casa o voy a por ti?

Amor Prohibido [Rubius]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora