—Estoy lista.

Una sonrisa orgullosa se formó en el rostro de Neytiri al captar el valor y la seguridad en mi voz. Estaba muy segura de mi misma, sentía que era algo que llevaba en la sangre, algo que había luchado durante años por salir y ahora estaba dispuesto a demostrar que siempre había permanecido ahí.

Sin esperar otra respuesta, Neytiri dejó a su Ikran caer en picado y yo imité su acción, comenzando a su vez la caída. Agradecía en ese momento el haber aprendido a manejar un arco, de no haber sabido ese ejercicio no podría haberse llevado a cabo.

En medio del descenso, Neytiri preparó una flecha y la tensó en su arco, en posición de ataque. Imité su acción y me estabilicé en el Ikran para poder tener una puntería adecuada. Cuando vi que ella visualizó su objetivo me aseguré de ver el mío también.

Justo antes de llegar al agua ambas soltamos las flechas y nuestros Ikranes se estabilizaron para planear sobre el agua.

Ambas nos miramos sonrientes e hicimos un círculo para que cada Ikran recogiera la que sería la captura del día. Las dos logramos dar justo en nuestro objetivo, por lo que la captura había sido todo un éxito y había demostrado que podía realizar la caza como una Na'vi de bosque. Me sentía llena de adrenalina, más cómoda y segura de lo que nunca había estado. Había nacido para sentir esa sensación de libertad y liberación, había nacido para ser otro tipo de Na'vi de eso sí estaba segura.

—Buena captura.

—Lo mismo digo.

A Neteyam le haría muy feliz ver la gran relación que estaba comenzando a desarrollar con su madre, ambas parecía que haríamos un gran equipo en un batalla.

Iba a mencionar algo más sobre la caza pero algo a lo lejos captó mi atención al instante. Mis orejas se irguieron y mi cola comenzó a balancearse en señal de alarma. Neytiri pareció captar el mensaje pues miró en la misma dirección. Todos mis músculos estaban contraídos y en posición defensiva, como si estuviera a punto de abalanzarme sobre cualquiera que se me pusiera delante. Algo no iba bien.

A medida que nos acercamos distinguí lo que parecían ser más Ikranes. Miré a Neytiri con confusión, pero ella parecía igual de confundida que yo. Los Ikranes no volaban sobre los mares, ni las tribus del agua los tenían con ellos; fuese lo que fuese lo que estaba pasando, no podía ser algo bueno.

Neytiri me señaló hacia arriba con la cola, y entendí que quería que ambas subiéramos a más altura para observarlos desde abajo y evitar ser vistas. Por muy ágiles que fuéramos, había muchos más Ikranes que si se coordinaban nos darían caza con verdadera facilidad.

Una vez más arriba descubrimos que los que estaban sobre los Ikranes no eran más que Avatares. Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo ante la idea de que estuvieran tan cerca de nuestra aldea. Las imágenes de Neteyam herido cuando lo secuestraron aún me atormentaban y no podría soportar ver cómo otro Na'vi sufría un destino igual o peor.

La rabia fluía por los ojos de Neytiri quien parecía estar debatiéndose entre atacarlos o no.

Llamé su atención y negué con la cabeza, sería una estrategia suicida enfrentarnos contra tantos solas. Podríamos hacer que nos capturaran, o peor, guiarlos hasta la aldea en un intento de huida. Si queríamos ser cuidadosas debíamos dar media vuelta y regresar, rezando porque nos nos vieran ni nos siguieran.

A pesar de estar al borde del colapso de ira, Neytiri me escuchó y giró al Ikran con la idea de irse sin ser vistas e informar más tarde a Jake sobre ello. Sin embargo, en un despiste un Ikran apareció a gran velocidad a nuestro lado, golpeándome en el trayecto. Sin haber esperado ese brusco empujón, perdí el equilibrio y caí del Ikran tras soltar un pequeño grito de sorpresa que sin quererlo anunció a nuestros enemigos de nuestra presencia.

Skawng // NeteyamWhere stories live. Discover now