❪ Neteyam ❫
-Toda la energía es un préstamo... que algún día hay que devolver
❪ 𝘓𝘪𝘦 𝘴𝘪 𝘰𝘦 𝘕𝘦𝘵𝘦𝘺𝘢𝘮𝘶𝘳
𝘕𝘢𝘸𝘮𝘢 𝘴𝘢'𝘯𝘰𝘬𝘶𝘳 𝘮ì𝘧𝘢 𝘰𝘦𝘺ä
𝘈𝘵𝘢𝘯𝘵𝘪 𝘯𝘨𝘢𝘭 𝘮𝘰𝘭𝘶𝘯𝘨𝘦
𝘔𝘪𝘱𝘢 𝘵ì𝘳𝘦𝘺𝘵𝘪, 𝘮𝘪𝘱𝘢 '𝘪𝘵𝘢𝘯𝘵𝘪
𝘓𝘢𝘸...
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¡Maratón 3/3!
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Miré mi reflejo en el agua y sonreí inconscientemente.
Hacia mucho tiempo que no me veía tan iluminada, tan imponente. Parecía una verdadera reina, como diría la gente del cielo, y eso me hacía llenarme de orgullo. Sentía que así estaba a la altura de mis ancestros, a la altura de lo que se esperaba de mí.
Había dormido bastante bien, por lo que las ojeras habían desaparecido al completo; mi piel estaba bastante más iluminada con su color azul aún más llamativo, y mis ojos poseían un brillo especial que no veía desde que era tan solo una niña. Algo había cambiado, o estaba cambiando, y no estaba segura de qué era pero aún así era algo que claramente necesitaba.
—¡Llegué! Lamento el retraso, mi padre había convocado una reunión familiar —Neteyam llegó a mis espaldas y respiró con dificultad.
Sonreí antes de girarme para mirarle con esa misma sonrisa. Él se paralizó por un momento, observando mis facciones y habló, tal y como esperaba:
Volví a sonreír, enseñando mis colmillos y me giré para mirar el mar frente a mí.
—Algo ha cambiado... No estoy segura de el qué, pero lo siento así.
Neteyam se sentó lentamente a mi lado mirándome aún inquisitivo.
—¿Qué vamos a hacer? —Me miró con una intensa curiosidad.
Ambos habíamos acordado que le enseñaría todo lo relacionado a los Metkayina, para que de esa forma él pudiera impresionar a su padre y lograr que este se sintiera orgulloso de él.
—Vamos a empezar por lo más básico, aprender a controlar la respiración. Debes reducir tu latido al mínimo y mantenerte en calma bajo el agua para no perder este —le expliqué, notando su mirada atenta. Definitivamente tenía muchas ganas de aprender y mejorar.
Me giré sobre mi sitio para estar sentada frente a él y respiré profundamente, esperando que él hiciera lo mismo.
—Respira con mucha calma. Siente la presión aquí abajo —coloqué mi mano sobre mi abdomen y él hizo lo mismo sobre el suyo, para asegurarse de estar haciéndolo bien—. Cuanta más práctica vayas obteniendo, más tiempo durarás ahí abajo.