JACK THE DEVIL :: e.peters

12.

—Aqui no eres nadie, Prescott, parate, ¡Que te levantes, joder!

Las palabras del teniente Awson resonaban en la cabeza de Alice, habia entrado hace solo dos semanas a RIX y estaba teniendo el entrenamiento mas inhumano de todo el equipo de trabajo. Si, ella era una investigadora de oficina no una agente de RIX, ella trabajaba con la mente no con la fuerza bruta pero ahi estaba ella llegando a las tres de la mañana a su apartamento despues que decidieron tener un entrenamiento nocturno de habilidades, habia llegado a su limite y lo que decian de aquella agencia no era ni lo minimo de lo que ella estaba siendo tratada gracias a la influencia de su padrino, Ben habia sido claro con Jhon Awson: Hazla fuerte, no quiero verla debil, hazla tu mejor agente y eso estaba logrando Awson con Prescott.

Alice al entrar a su departamento se sentia incomoda, sentia que alguien estaba dentro, hace semanas que no sabia nada sobre Jack Fisher. ¿Y como podria saber de el? Si no tenia ni su numero telefonico y Jack no daba señales de querer comunicarse y tenia sus razones: Habia caido en un cuadro depresivo compulsivo desde la muerte de la anciana que lo habia ayudado a salir de Vermont Hills, que lo habia acogido como un nieto o tal vez un hijo, jamas le habia dado problemas a la sra.Danvers, pero la anciana ya iba por los noventa años y los problemas de salud se complicaron en silencio porque no queria ser una carga para Jack ni para Ross, los dos hombres sentian en aquella anciana la familia que jamas habian tenido habian podido tener un accion de gracias, una navidad, un comienzo de año que jamas pudieron tener en su familia en aquella casa vieja de Vermont Hills.

El cuadro depresivo de Jack habia cesado despues de tener una masacre silenciosa en las vias de la carretera cuarenta y cinco a las afueras de Boston en Massachuetts, aquella masacre la prensa la habia denominado Masacre de la 45, la policia solo habia encontrado la ropa de las victimas o pertenecias de ellas regadas alrededor de sangre pero jamas sangre del asesino, habia cambiado su modo soperanti haciendolo mas vistoso y eso molestaba a Jacob Rogers, sabia que seguia siendo el mismo psicopata de Los Angeles, el mismo carnicero de Indina, el mismo sanguineario de Texas, era el mismo hombre, y estaba confundiendo en su propio juego a la policia de todo Estados Unidos.

Alice sentia que alguien estaba dentro de su departamento por lo cual decidio dar dos pasos a la izquierda y agarrar el arma que tenia inmantada debajo de su mesa de ingreso donde dejaba sus llaves y documentos. Se estaba lamentando caminar por su departamento a oscuras en vez de ir rapidamente a prender la primera luz cercana pero ahi estaba apuntando a lo desconocido sin saber que aquella persona que le incomodaba era alguien que ella conocia muy bien. Jack estaba detras de Alice cuando ella empezo a caminar por el pasillo, el salia de la cocina teniendo la ventaja de tenerla detras suyo, Alice sintio la presencia de alguien detras suyo y volteo con el arma viendo la silueta de alguien al frente suyo, sintio miedo, sintio un panico enorme, habia un asesino en las calles de Estados Unidos y ella podria ser la victima aun si ella era una ex agente que lo queria capturar, podria ser un blanco facil y deshacerse de una oficial con quien se mandaba mensajes y lo analizaba le ayudaria a librarse de la justicia.

—Baja esa arma, Alice.

La rasposa voz de Jack llego a los oidos de Alice y ella relajo los hombros para bajar el arma, solo duro unos segundos su tranquilidad porque la duda de como habia llegado aquel hombre a su casa antes que ella llego a sus pensamientos.

—¿¡Como carajos entraste a mi departamento, Jack?!—pregunto Alice mientras caminaba hacia el interruptor de su pasillo para prender la luz y ver al hombre peliazul mirarla con gracia.

—Le saque copia a las llaves del macetero hace unos meses—dijo Jack encogiendose de hombros para caminar hacia la sala.

—¿Meses? ¿Hace cuanto sabes de mi?