2

264 27 2
                                    

-¡Dorian de veras no entiendo cómo diablos no te has inventado algo para no asistir a la dichosa barbacoa! - le refunfuño mientras vamos en coche de camino a casa de Daniel y Gillian.

Ha pasado una semana, estoy cansada he tenido unos turnos algo difíciles y lo que menos me apetece es asistir a esa fiesta...porque desde luego si es como la última a la que asistí es una total triunfada ¿Saben? Por supuesto que estoy ironizando. Mierda tienen que entenderme...ha tenido siete días con sus correspondientes ciento sesenta y ocho horas para inventarse cualquier excusa y el tipo no ha sido capaz. Creo que él si quiere ir.

-Oh vamos Lara! - me replica mientras conduce y noto que me mira fugazmente para luego volver la vista hacia la carretera- lo vamos a pasar bien cielo! Ya veras que sí...

Yo he notado que me ha mirado pero estoy enojada y no lo miro, lo ignoro y tengo mi vista puesta en la ventanilla del auto y voy mirando...la verdad es que no miro nada en particular, solo casas y más casas familiares.

-Lara cariño- insiste y para llamarme la atención pone su mano sobre mi muslo- por favor alegra esa cara...- me pide.

Ahora si consigue que lo mire.

-¿Alegra esa cara? Mierda Dorian estoy cansada, no las conozco y no tengo ganas de hacer el papelón y pasarme medio día sonriendo!...ya lo hago durante mi trabajo ¿Lo entiendes? Has tenido una semana Dorian! Una puta semana!

-¿Cómo que no las conoces? Eso no es verdad!- mi marido tiene la habilidad de escuchar lo que quiere, ha dejado pasar el tema de que ha tenido una semana para cancelar la barbacoa- Conoces a Jessica, Wilhemina, Julianne y por supuesto a Gillian! - intenta convencerme- y hoy conocerás a las demás!

-¡Oh si! Las conozco muchísimo claro! A Jessica no me digas porque le caí para la mierda, Julianne es una maníaca de la limpieza tipo Jack Nicholson en la película Mejor Imposible, y Wilhemina...bueno la tal Wilhemina a pesar de tener un nombre rarísimo de vieja me cayó bien, es una mujer buena pero muy intensa...me saturó un poco Dorian...no voy a engañarte- le digo de mala gana y volviendo mi vista fija hacia la ventanilla.

Se produce un breve silencio entre nosotros, creo que Dorian ya no sabe que decirme, se ha quedado sin argumentos y a mí ahora me sabe mal, me siento como una bruja asocial. Bueno quizás me he pasado y llevo tres cuartos de hora desde que hemos salido de casa echándoselo en cara. Giro mi cabeza para mirarlo.

-Perdona, perdona cielo...no me hagas caso, estoy un poco irascible, debe ser por la calor...seguro que al final me la paso bien...- le digo para animarlo un poco, la verdad es que no me lo creo ni yo misma y seguro mis ojos así lo dicen pero ya les dije, él no es Wilhemina y se lo traga.

-Gracias Lara de verdad que es la última...- me dice.

-Tranquilo- y me acerco a él para darle un rápido beso en los labios. Lo cierto es que en esos días lo amo mucho y me cayó mal haberme portado como una niña.

Por fin llegamos a la casa de Daniel y Gillian. Por la cantidad de autos que veo estacionados enfrente de su casa no somos los primeros en hacerlo, además de que nada más salir del auto escucho gritos, conversaciones y algún que otro chapoteo...oh mierda chapoteo...la piscina! Eso es lo que peor llevo pues estoy blanca como una pared y Dorian ni les digo...parecemos un par de merengues.

-¿Agarraste el vino? - le pregunto justo antes de tocar el timbre pues siempre hay que llevar algo.

-Si si lo tengo!- me contesta sonriendo y mostrándome ese par de botellas, ahora sí se lo ve más contento.

-¡Bienvenidos chicos! Los estábamos esperando! Entren!- nos dice mientras nos abre la puerta una sonriente y contenta muchacha la cual no tengo ni puta idea de quién es pero ella nos trata como si nos conociera de toda la vida.

Guardaré mi libertad - Wilhemina VenableWhere stories live. Discover now