—Sí, él al habla. —respondió extrañado por el tono alegre del hombre. Iris, comenzó a buscar su ropa en el suelo mientras Phoenix hablaba.

—¡Qué gusto! Me disculpo por llamarle a su móvil. Intentamos contactarlo al número de su agencia pero la línea no estaba disponible, así que usamos este segundo número de referencia. —Phoenix se dio cuenta de la clase de persona con la que podría estar hablando.

(¿Será un agente? No, es demasiado cordial.)

—¡Oh! No se preocupe, dejé este número por si acaso. ¿Con quién tengo el gusto?

—Mi nombre es Finnegan George, no me conoce, pero soy decano en la facultad de derecho en la universidad local. —Phoenix se sorprendió al escucharlo.

—Entiendo, ¿qué se le ofrece? —dijo ya un poco más cordial. Miró que Iris se había puesto sus bragas y su brasier, además de pasarle sus propios pantalones con una sonrisa.

Phoenix comenzó a ponerse los pantalones mientras mantenía el teléfono entre su hombro y su oreja.

—Verá, señor Wright, creo que ya estará al pendiente de su video viral.

—Ah... No, ¿qué video? —comentó extrañado.

—Sucede que se ha vuelto algo viral un video suyo dando un discurso a nuestros alumnos del seiscientos dos. —dijo con cierta emoción.

La boca de Phoenix se abrió en señal de sorpresa. Iris lo miraba curiosa mientras se colocaba su vestido.

—¡Ah, sí! Recuerdo ese momento, pero no sabía que había un video. —exclamó de sorpresa.

—Hasta ha salido en televisión hace unos días. Un tal CuerdasdeAcero69 subió su discurso a youtube y ha obtenido más de diez mil vistas.

(¡Caray! ¡¿Tantas?! ¡Son demasiadas! Y vaya nombre...)

—Eso es impresionante...

—Efectivamente, señor Wright. Nos gustó la energía positiva que transmitió, todo el grupo pasó sus exámenes. Y nos preguntábamos si le gustaría asistirnos con un par de conferencias a nuestra universidad en este semestre.

Se le volvió a caer el pantalón a Phoenix se la sorpresa, cosa que sobresaltó a Iris por la gracia; ella gentilmente fue a ayudarle y le detuvo el teléfono en su oído mientras se lo volvía a subir, aunque Wright seguía algo conmocionado.

—Ah, ¿c-cómo?

—Como escuchó, señor Wright. Nos interesa mucho tenerlo para unas cuantas conferencias a lo largo del semestre. Es muy pronto para decirlo, pero si todo sale bien incluso podríamos negociar un puesto como docente.

—Docente...

—¡¿Docente?! —repitió Iris sin saber de qué estaban hablando.

—Así es, las clases comienzan este nueve de febrero, pero nos gustaría una conferencia suya para el próximo martes once. ¿Qué me dice, señor Wright? ¿Nos haría el honor de acompañarnos?

Ante la propuesta, Phoenix seguía pasmado. No esperaba para nada ese resultado producto de la plática que les hizo a los estudiantes. Era como una oportunidad caída del cielo. Miró a Iris, la cual se veía intrigada por lo que no escuchaba.

(Iris... Si haré algo, fue y siempre será por ti.)

Fue ahí cuando Phoenix pensó en sus planes. Si bien, no sería una mejora en cantidad de dinero, desde luego le daría más tiempo libre, además del prestigio de ser una especie de orador.

—Acepto, señor Finnegan. Me encantaría poder acompañarlos. —aceptó Phoenix muy gustoso.

—¡Estupendo! Por favor, venga a la facultad el día de mañana entre las ocho y las doce. Guarde este número.

El Corazón Que No Late - Phoenix Wright Ace Attorney +18Where stories live. Discover now