Ocean Eyes•Pablo Gavi

Capítulo V// ACTA II

MARATÓN 1/3
(El tipo de letra del principio tiene una razón,no os asustéis)

GAVI

Todos estábamos en el vestuario celebrando la victoria contra el Dortmund.
Saltabamos, cantábamos y hacíamos muchísimas tonterías celebrandolo.

-Tio- dice Ansu dándome un golpe en el hombro.

Miro al chico y este me hace un gesto con la cabeza apuntando a la entrada del vestuario.

-Atenea- digo viéndola.

Una sonrisa aparece en su rostro y cierra la puerta detrás de ella.

Los chicos la cogen en brazos y comienzan a levantarla provocando su risa.

-Basta! Me vais a matar!- exclama riendo a carcajadas.

Los chicos ríen y la dejan en el suelo.
Me acerco a ella lentamente y la miro con una sonrisa.

-Qué haces aquí Nea?- le pregunto con curiosidad.

-Quería felicitarte por el partido de hoy- dice viéndome fijamente.

-Solo a él?!- oigo como se queja Lewandowski.

Ella ríe y le echa un vistazo a todos los chicos del equipo.

-Habeis hecho un partido increíble!- grita sonriente.

El equipo comienza a gritar y a hacer el tonto tras escucharla. Yo en cambio,me quedó ahí, viendo su sonrisa embobado.

-Se te va a caer la baba Gavi- dice Balde riendo junto al resto.

-Callate!- digo saliendo de mi trance y corriendo detrás de él para darle una colleja.

De un momento para otro,Atenea me coge de la mano y me lleva a los baños del vestuario.

-Qué haces? Quería pegarle a Balde- me quejo haciendo puchero.

-Es que... Quería felicitarte como es debido.

Fruncí el ceño tras escucharla. No entendía a que se refería.

Atenea pasó sus manos por mi cuello y me atrajo hasta ella para darme un pequeño y tierno beso en los labios.

Al principio,mis ojos se abrieron como platos,eso no me lo esperaba,
pero pocos segundos después conseguí volver a la realidad y acompañar el movimiento de sus labios con los míos.

De repente siento como alguien me menea y me separa de Atenea.

Pero qué?

-Gavi!- exclama Pedri dándome palmaditas en la cara- vuelve a la realidad que te has quedado ahí pensando.

Miro a mi alrededor y, efectivamente,estaba en el vestuario con el resto pero no había ningún rastro de Atenea.

-Creo que me han dado un golpe demasiado fuerte en la cabeza- digo dándome cuenta de que había tenido una especie de ilusión o algo así.

-Por qué crees eso?- pregunta el canario con el ceño fruncido.

-No,por nada...

Miro al suelo y sigo atandome los cordones.
Me termino de vestir y salgo del vestuario realmente confundido.