Capítulo VIII

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Habían pasado varias semanas desde el desfile. Danira estaba en su peor época de la adolescencia y continuamente estaba metiéndose en problemas. Mario y yo discutimos hace dos semanas y no hemos vuelto a hablar,lo cierto es que la razón por la que tuvimos la discusión tenía nombre y apellidos,Pablo Martín Páez Gavira. Mario insistía en que Pablo solo me utilizaba, parecía estar celoso porque cada día pasaba más tiempo con el sevillano.
Como he dicho cada día hablo más con Gavi,seguimos mantiendo esa especie de "relación" secreta y sin confirmar. Con él,el tiempo se pasaba demasiado rápido, continuamente deseaba que las agujas del reloj se detuviesen y me permitiesen saborear sus labios y envolverme en sus brazos más veces. Pablo se había convertido en mi lugar seguro y no dudaba en recurrir a él cuando lo necesitaba.

Gavira💙❤️

-Entonces no podrás venir hoy al partido?:(

-Tengo el desfile de Victoria

-A veces odio tu trabajo.

-Yo también odio el tuyo cuando te vas a no sé dónde más de una semana.

-Nea fue solo una vez.

-Aún así me dejaste sin comida china😭

-Pero te di comida sevillana a la vuelta 😜

-Menudo bobo eres Gavira

-Eso no lo decías ese día...

-Pablo Martín Páez Gavira!

-Qué? Es verdad

-Filho da puta

-No me insultes en brasileño por mensaje Atenea
-Que cobarde por tu parte.

-Ven y te lo digo a la cara.

-No me digas eso cuando estoy llegando al Camp Nou.
-Haberlo dicho antes que iba😩

-JAJAJAJA
-Jodete Gavira.

-Gracias por desearme suerte.
-Yo también te quiero.

-Te desearía suerte pero no la necesitas.

-Después del desfile ven a La Masía.

-SI SEÑOR 🧎🏽‍♀️

-JAJAJAJA
-Qué tonta eres modelito.

-Te veo después Gavira.

-Adiós Nea❤️

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Lo que Gavi no sabía es que si iría a verlo a ese partido. Sabía lo mucho que significaba para él ese partido,era su oportunidad para demostrar lo que valía y ser uno de los candidatos favoritos para ganar el premio del Golden Boy 2022.

Me arreglé y me puse una camiseta del Barça, lógicamente la que ponía "Gavi,30".
Sonreí al verme en el espejo con la camiseta del sevillano. Cogí mis cosas y bajé hasta la entrada del vecindario para que el coche que tenía que recogerme me llevase hasta el Camp Nou.
Había una cosa que no había cambiado nada en estas semanas. Los paparazzis seguían siguiéndonos a mi y a Pablo como si se les fuese la vida en ello. Para nosotros está siendo muy complicado vernos de manera privada pero estamos sobrellevandolo cómo podemos.

Ocean Eyes•Pablo GaviWhere stories live. Discover now