Nuestro turno(final)

1.2K 181 20
                                    

Él siempre intentó hacer lo posible para estar junto a su omega, cuando sintió que podía arruinar algo que les costó a ambos conseguir, solo intentó enfocarse en otras cosas para saber si podria estar sin él, si podría acariciar a otra persona como lo hacía con él, pero fue complicado, y como si fuera poco el mayor se enteró de todo por los estresantes medios de comunicación.

En una discusión acalorada, intentó convencer al cordobés de quedarse junto a él, unidos con el lazo, igual fue imposible, regañadientes con el corazón presionando su pecho tuvo que hacerlo, desde entonces la relación cambió totalmente, Julián apenas le hablaba, aunque delante de las cámaras intentaba mostrar que eran los mejores amigos, la polémica no era una buena opción, por lo que fingieron llevarse bien, en realidad solo el mayor, Enzo aún destrozado intentaba volver a tener algún vínculo positivo, pero otra vez no se dió.

Aunque se acerque a hablarle, regalarle cosas, o dedicarle gestos en la cancha, nadie podía curar el corazón echo trizas del cordobés, encerrado en una burbuja él solo, sin escuchar, ni ver. Todo fue a peor cuando Valentina quedó embarazada, su felicidad a pesar de todo estaba en los cielos, porque en fin de cuentas es su hija, su primera bebé. El día que también se dió cuenta que cometió un grave error al engañar a Julián de esa manera, como fue que se acostó con aquella mujer tantas veces sin pensar en él antes o después, le perseguía constantemente ese pensamiento.

A medida que pasaba el tiempo la quebrantura se cellaba más, como una cicatriz que queda de por vida luego de una herida profunda, Enzo provocó esto, él era el culpable, intentó convivir con su ahora mujer por su hija en común, y porque no quería hacerla sentir mal a ella también, Valentina es una buena mujer, buena madre, pero jamas se acercaría a lo que hubiera sido Julián en su lugar. Como si una daga terminara por rematarlo agonizando en el suelo, el delantero anunció su salida de River para ir a Inglaterra junto a su novia.

No podía creer, que lo perdió todo por una estupidez, una suya que es lo peor de todo. Al poco tiempo después Enzo fue a Portugal para quedarse en Benfica, algo nuevo, e interesante, junto a una persona que admiraba parte de la selección argentina, Nicolás Otamendi, broche de oro, es el capitán. Convivían todos los días, Enzo soltó sus angustias con él sin poder evitarlo, puesto que el mayor era muy sabio dando consejos a pesar de su personalidad fiestera.

— Yo la hubiera peleado boludo

— ¿Vos decís?

— Si boludo, ahora él está allá y vos acá llorando — le da un sorbo al mate — son unos pelotudos

— Pero lo re cuerneé, es una cagada

— Te mandaste una cagada grande, pero hay pibes peores.

Las palabras de Nicolás lo alentaban a pensar más y reflexionar sobre su situación, sobre su omega. No pasaría mucho para el mundial, con la cabeza fría observaba a Julián a lo lejos, pensaba muchas veces si hablarle o no, si acercarse, aún ambos estaban en relaciones, con parejas, pero aún así lo hizo, la emoción del mundial hizo que ambos se sintieran cómodos entre sí, como si volvieran al tiempo donde eran amigos, casi hermanos, sin embargo todo se fue por el inodoro los días después de terminar el mundial.

Se pintó el cabello como había prometido si ganaba Argentina, como también un nuevo comienzo, navidad y año nuevo junto a su familia, a pesar de que eran fechas importantes se daba el lujo de separarse un poco de su familia para disfrutar como a él le gustaba. Sus dias en Benfica fueron fabulosos, pero pronto su manager le diría para ir a Manchester United, un rival clásico del club Manchester city, donde se encontraba Julián. Aceptó e inmediatamente buscó una casa cerca, ¿Enfrenye suyo? Uff, mejor.

Desde entonces intentó llamar su atención, molestarlo para que le hiciera caso, bajo las influencias de Nicolás realizaba sus acciones, si estaba arrepentido y interesado en el omega, debía mostrarlo, que lara su sorpresa terminó funcionando, no de la manera que tal vez fuera más sana, pero al menos no lo ignora.

________

— ¡Enzo! ¡Enzo!

— ¿Qué pasa?

Estaba en entrenamiento, la copa de Portugal estaba a la vuelta de la esquina, y su concentración se mantenía completamente ahí, bueno, tal vez no tanto, su omega era cuidado por una enfermera en su casa, quiso no pensar en eso, pero algo le decía que tenía que ir con él de inmediato.

— Suena tu celular — le dice Nicolás dándole el aparato —

Tan pronto como escuchó aquello salió rápidamente sin siquiera cambiarse de ropa, no le importó. Al parecer Julián en un descuido de la enfermera se había levantado con su pansita de 8 meses y medio, se resbaló, cayó de espaldas al suelo, el gomoe provocó que se rompiera la bolsa más temprano que lo normal, llevado a emergencias en trabajo de parto. Nunca había sentido más desesperación en su vida, nisiquiera su carrera logró eso.

— Julián Álvarez — le dijo a la enfermera que lo guió sin problemas —

Su paso era firme, y rápido, pero su preocupación estaba por los cielos, sus manos eran puños que se apretaban con fuerza de forma inconsciente, hasta que finalmente llegaron a una habitación, que al abrir la puerta vió a Julián junto al bebé en brazos en una camilla, lo eshaba esperando, con una sonrisa en el rostro, estaba cansado, adolorido,  sin embargo ahí estaba despierto para recibir a su alfa.

Enzo se acercó con los ojos cristalizados y una sonrisa en el rostro que se formaba mediante más miraba a las dos personas delante suyo, el bebé era precioso, un varón. Acarició su pequeña cabeza hasta que el mayor lo invitó a cargarlo, cuando lo hizo sintió que su mundo estaba sobre sus brazos, su vida entera, alguien que debía proteger hasta su último respiro de vida sobre la tierra. Ahora era su turno de vivir una vida familiar con alguien que amaba, con Julián.

______

🦋

Quiero tenerte como sea (E. Fernandez x J. Álvarez)Where stories live. Discover now