Después de que termina una relación con su antigua esposa, Wednesday Addams no tiene confianza para darle a ninguna mujer.
Pero ella no había contado con la determinación de Enid Sinclair.
La resistencia de Wednesday baja hasta que finalmente cede a...
Solo tenía que abrir los brazos para que Wednesday se enterrara en el cálido refugio que le proporcionaba.
- No llores, cariño. Volveré en un par de días -. Sintió que ella apoyaba su cabeza contra su hombro.
- Lo siento, me veo como un bebé. Pero nos estábamos llevando bien y... vamos, te extrañaré -. Se volvió para poder mirarla a la cara.
- Yo también te extrañaré, Wends. Míralo de esta manera -. Dijo reconfortantemente. - Ahora tienes un par de días para recuperarte - Su mirada se volvió abrasadora. - Toma unos baños de burbujas. Así que te adormeces hasta cuando regrese -. Wednesday se echó a reír y envolvió sus brazos alrededor de su cuello, abrazándola ferozmente.
- Está bien.- Aceptó, luego se retiró, sus ojos cafes mostraban preocupación. - Ten cuidado -. Los ojos azules de Enid se volvieron ámbar.
- No te preocupes por mí, estaré bien -. Sus brazos la apretaron, manteniéndola cerca.
- Lo sé, como has dicho correctamente, "estábamos empezando a entendernos", pero cuando volvamos tendremos una conversación muy seria. Tú y yo -.
- ¿Otra conversación seria? Parece que me estás volviendo loca -. Su sonrisa temblorosa contradecía sus palabras. La mano de Enid se deslizó hacia abajo, acariciando suavemente su trasero redondeado.
- No seas una chica burlona o tendré que nalguearte -.
- Enid... - exclamó Wednesday, sus mejillas se pusieron rojas.
Enid capturó su boca en un inoportuno beso, su lengua lanzándose a la boca de Wednesday. Se apropió del gemido de Wednesday cuando ella fue devastada por su apasionado ataque. Después de explorar a fondo su boca, rompió el beso, susurrando promesas sensuales.
- Hablaremos de esto también cuando lleguemos a casa -. Dándole un beso final devastador y una firme palmada en el trasero, se dirigió a la calle.
Wednesday la miró y se despidió con la mano. Cerró la puerta y se apoyó contra ella. Con un fuerte suspiro y una sonrisa ligeramente aturdida, se dirigió a la oficina para llamar un taxi.
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Un par de días después, luego de un día agitado en la tienda, Wednesday estaba en casa descansando en el sofá.
Simplemente se había cambiado con una camisa rosa y pantalones cortos de franela favoritos con diseños de ositos de peluche. Un plato vacío de ensalada de pasta y un vaso medio lleno de limonada descansaba sobre la mesa de café.
En televisión, el meteorólogo predijo el clima con confianza. Se estiró y bostezó, luego frunció el ceño ante el cuenco vacío de pasta, preguntándose si tenía suficiente energía para levantarse y lavarlo o si todavía estaba holgazaneando y mirando la televisión. El repentino sonido del teléfono la salvó de tener que decidirse.
Wednesday se encogió, un ceño pensativo cruzó su rostro. Tenía que ser Enid.
La había llamado todas las noches que había estado ausente, y la noche anterior le había asegurado que un día más y todo había terminado. Sin otra opción, tendría que moverse. Agarrando el teléfono, ella respondió suavemente.
- ¿Hola? -
- Hola, Wends, soy yo -. Era la voz de Enid ronca y suave, enviando una emoción ya conocida en todo su cuerpo.
- Sí, cariño. Tienes unos diez minutos. Consigue algo de ropa y lo que necesites. Te recogeré y nos dirigiremos directamente a mi casa -. Hubo una pausa tensa. - Te traigo noticias, Wends -. El calor sensual en su voz hizo que Wednesday temblara.
Ella frunció el ceño, queriendo chillar de frustración. Manteniendo su voz neutral, respondió:
- No puedo esta noche, Enid. La verdad es que hemos tenido un día bastante loco en la tienda y estoy exhausta. ¿Podemos dejarlo para mañana? -. Cruzó los dedos, esperando que todo volviera a la normalidad.
- ¿Pasa algo, Wednesday?
- Nada - Se esforzó por mantener un tono casual y natural. - Es solo porque estoy muy cansada -.
- Bien, bien, pero aún puedes venir a casa conmigo -. Su voz se volvió suave, persuasiva. - Te extrañé, Wends. Quiero que estés conmigo. Necesito abrazarte, cariño -. Su intestino tembló no solo por la necesidad física sino también por la necesidad emocional.
- Enid, lo que realmente necesito es quedarme aquí. Solo una noche más. Prometo que estaremos juntas por la mañana -. Wednesday cerró los ojos, balanceándose nerviosamente, sus dedos revoloteando sobre la alfombra.
- Wednesday, no has cambiado de opinión, ¿verdad? ¿Me refiero a nosotras? - Su dolor era evidente incluso a través del teléfono. Wednesday se apresuró a tranquilizarla.
- ¡No, Enid! Solo necesito quedarme aquí una noche más -.
- ¿Por qué? - Su voz sonaba peligrosamente suave.
- No puedo explicártelo - Intentó dejar el asunto a un lado.
- ¿Podrías intentarlo? -. Preguntó, de repente la exasperación llenó su tono. El temperamento de Wednesday explotó.
- ¡Te dije que no puedo y no lo haré! -. El propio temperamento de Enid se agregó a la ecuación.
- ¡Estaré allí en cinco minutos y me dirás qué demonios está pasando! -. Colgó la llamada y Wednesday se levantó.
Cinco minutos después, el auto de Enid se estacionó en el camino de entrada. Un segundo después golpeó la puerta.
- Wednesday Addams, abre la puerta -. Exigió
- ¡Vete, Enid! - Ella insistió.
- Tiraré la puerta, Wednesday. Tienes diez segundos -. El tono mortalmente serio en su voz destrozó su resolución. Abrió la puerta, dejándola abrir.
- ¡Ya está abierto! ¡Espero que estés muy feliz ahora! - Ella dio un pisotón y salió por la puerta abierta para entrar.
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Uy, a ver qué pasa
The Stripper está en camino, ya solamente faltaría el rol que llevaría cada una, por el momento Enid tiene más votos. Pero cómo solo se permite un voto por cuenta, estaría ganando Wednesday.
Gracias por apoyar la historia, se les agradece mucho el apoyo y por los votos que le dan a cada capítulo. Igualmente gracias por los 19,000 lecturas, los quiero mucho. 💌
