Es muy jodido todo lo que vi, ella fue la causante de la quema de las tríadas, y fue la que acusó a Axum también, es la culpable de cada una de esas desgracias del pasado.

Lo vi, y mientras lo veía como siempre me pasa me fui, y ella lo noto, noto que sabia cosas, y noto que sabía que yo... que yo hice lo que hice hace mucho tiempo, por eso te escribo esta carta por si muero ya sepas porque fue.

Pido que continúes con lo que yo no pude hacer, llévate a ese arrebatador que dejo a nuestras hijas huérfanas.

Rinxay está viva y está en el reino de las hadas, está en un calabozo, ella es tu única testigo a favor que es capaz de limpie tu nombre.

Si ya no estoy te pido que le des este libro a mis hijas, me duele no estar ahí... te extraño.

Una lágrima corre por mi mejilla y tomo el libro que estaba ahí escondido.

Tengo que encontrar a las gemelas...

Y eso fue hace tres días, ahora estoy dispuesta a hacer pagar y después emprender mi búsqueda de estas dulces niñas; que ya no son tan niñas claro, cuarenta y siete son cuarenta y siete.

¿Que hago ahora? Pues uno de mis hobbies favoritos es brincar de polla en polla por diversión, por suerte anónimamente hice que le enseñaran la idea del condon a mi hermano y claro que la acepto, así que desde hace más de ciento cuarenta años follo con quien se me pegue la gana.

Jadeo mientras este tipo desconocido me aprieta del culo, si logro alcanzar el orgasmo va a ser un milagro porque no tiene el tamaño adecuado, creo que su carita me engaño aunque se sabe mover y sabe tomarme de las caderas para hacerme jadear.

—¿Te gusta así? —gime en mi oído para luego morder mi cuello.

—Podrías hacerlo mejor... —le digo y como no llevo a mi orgasmo voy tras mi clitoris y lo masajeo, cuando por fin suelto mi ola me muevo de arriba a abajo unas veces más para luego levantarme saliéndome de él.

—¿Me dejarás así? —dice enojado.

—¿Lo dices en serio? Te corriste tres veces y no lograste hacer lo mismo conmigo, no te merecías el cuarto a sabiendas que eres muy malo follando —veo como se quita el condon e ignorándome comienza a masturbarse.

—¿Estas segura que no quieres seguir? —me pregunta haciendo movimientos con su mano.

Me tente a quedarme pero eso solo me robaría tiempo para lo que voy a hacer.

—Te diría que te llamaría de nuevo pero no me gusto y aunque seas lindo la tienes pequeña, y no eres capaz de hacerme gritar.

Salgo de su oficina y el bar aún tiene canciones a todo volumen bailo un poco mientras camino hacia fuera, cuando encuentro otra víctima sexy me fijo que tiene un gran paquete que se lo restriega a otra chica.

Cuando los ojos del tipo chocan con los míos le sonrió. Viene hacia a mi, caminando todo encantado a mis movimientos, cuando se me pega coloco mis manos en su cuello y me acerco para susurrarle.

—Si estás aquí en unas dos horas aproximadamente haremos una jodida guerra de sexo —me despego y camino hacia la salida.

Cuando estoy afuera a los adentros del bosque hay dos figuras femeninas esperándome con los brazos cruzados.

MI PERVERSO REY DEMONIO [#3]Where stories live. Discover now