En las puertas de la tormenta

69 4 5
                                    

Después de la comida casi todos se quedaron haciendo sobremesa interrogando a Mythos mientras una nerviosa Xue da un recorrido por los quemadores por tercera vez en el día.

Azula aprovecha para escabullirse a la parte de afuera de la nave para tomar algo de aire

- que frío hace en este lugar

- no deberías estar aquí afuera, sin tu fuego control ya no puedes regular tu temperatura, podrías enfermar

- ¡ja! ¿Ahora te preocupas por mi salud?

- este... yo...

- si has venido a pedirme disculpas ahorrate tus palabras, todos sabemos que no eras tú

- ¿Que?

- Mythos me lo contó todo

- pero yo...

- por favor Katara, no seamos hipócritas, tú y yo nunca hemos sido algo parecido a amigas y probablemente nunca lo seremos; solo estamos en medio de esta momentánea tregua por qué hay un mal aún peor que yo acechando, pero ambas sabemos que una vez que esto termine la endeble paz entre nosotras también

- en eso te equivocas, los días que es cosa estuvo dentro de mí fue como vivir en una pesadilla, pero me di cuenta de algo que me había reusado a ver, todo ese rencor que sentía contra ti era solo por qué necesitaba un nombre y un rostro donde descargar todo mi enojo, té empecé a culpar a ti de todo lo que le hizo la nación del fuego a mi tribu, pero eso se acabó, ya no más princesa Azula para mí, no puedo seguir envenenando mi espíritu por algo que pasó hace años y ya terminó

- por increíble que parezca te entiendo y Creo que al fin estamos de acuerdo en algo, ya no más princesa Azula

- ¿Qué quieres decir con eso?

- ¿sabes lo difícil que es darse cuenta que todo lo que llegaste a ser en el pasado no es más que un simple recuerdo?
La gente solo me llama princesa por mera costumbre, pero ya no hay casi nada de lo que fui, todo mi "poderoso" séquito de seguidores se compone de una de mis amigas, un asesino demasiado amistoso, una maestra agua que creo esta medio loca y un contrabandista y ladrón que es el único que sabe cuál es su vocación

- y aun Así lograron salvar a un pueblo entero

- sí, de uno de mis errores

- ¿Acaso de eso no se tratan los viajes de redención? ¿De corregir errores del pasado?

- esa nunca fue la intención

- bueno, yo tampoco planeaba viajar por todo el mundo al lado del Avatar.
A final de cuentas Aang tenía razón, parece que, si cambiaste y mucho

- ¿él dijo es...

Justo en ese momento Azula es víctima de un violento ataque de tos

- Azula...

- estoy bien

- ¡Azula, tu mano!

Al mirar su palma se da cuenta de una mancha de sangre, sin perder tiempo Katara saca un pañuelo para ofrecerlo

-tú no estás bien

-¡Ni una palabra de esto a nadie! ¿Entendiste?

-pero tú...

- Lo que tú otra yo me haya hecho no es permanente, mi condición se deteriora más rápido de lo que esperaba

- quizás Yui y yo podríamos...

- No, no puedo dejar que ellos se distraigan ahora, lo único que importa es detener a mi padre y a esas criaturas, nada más.
solo tengo que aguantar algunas horas más

Los cazadores del fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora