13-Confudida

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Narra Zoe

Lavo mi rostro una y otra vez intentando recordar que hice ayer por la tarde, mi memoria está borrada, lo último que recuerdo es que me iba a juntar con alguien, joder, ni siquiera recuerdo quien era. Me estoy volviendo un poco loca.

Me sobresalto a ver en el espejo que alguien está detrás de mi, me giro a ver  y no hay nada, mi corazón late a mil por hora, que susto, siento como un viento se mueve de una lado al otro, es una sombra.
Corro a mi cama, me meto en esta y me tapo completa incluida la cabeza, no quiero seguir viendo eso, de seguro estaba alucinando.

**

Despierto por el ruido de la alarma, me paro de golpe al ver que mi ventana está abierta, yo recuerdo perfectamente que la cerré anoche, me afirmo en esta procesando las pesadillas que tuve con sangre anoche, parece que esta casa está maldita. Observo que en el piso hay un anillo, tiene una V, intento recordar donde lo he visto antes pero mis pensamientos se nublan por completo.

Me tomo un café bien cargado antes de entrar a la oficina, me encuentro con un monton de papeles en mi escritorio.
Camino furiosa hasta donde Ariadna, toco la puerta algo fuerte ya que todos se giran a verme.

-Adelante.- escucho desde dentro.

Está sentanda frente al escritorio, viste de forma elegante, pone su mirada fija en mi.

-Tenemos que hablar de los papeles que me dieron, son demasiados.- me siento.

-Si no puedes con ellos simplemente te puedes ir de acá.- sonríe irónica.

-Me encantaría, no soporto a una engreída de jefa.- digo y siento un gran dolor en mi cabeza.

Me pongo las manos en la cabeza intentando contener el dolor, de pronto veo que tengo sangre en las narices y boca, ella se pone más pálida de lo normal cubriendo su boca.
Siento punzadas demasiado fuertes, casi grito del dolor. Llega a mi lado limpiando la sangre con su pañuelo, pone su mano en mi frente.

-Estás ardiendo, dime que has sentido en las últimas horas.

-Soñé toda la noche con sangre, pesadillas por doquier y muchas sombras que caminaban por mi habitación.

-Mierda, esto no está bien.- me toma de los hombros mirándome a los ojos.- Vas a recordar todo lo que pasó ayer y no vas a hacer preguntar innecesarias.

Algo se activa en mi cerebro, ese beso de nosotras en su jardín casi devorandonos que fue interrumpido por ella, mis hormonas se alborotan al tenerla a mi lado.

-Me siento mucho mejor, no sé que hiciste pero te lo agradezco mucho.- la tomo del cuello atrayendola quedando casi acostada sobre mi.- Dime por qué deseo tanto besarte.

-Solo hazlo.- muerde su labio.

Pongo mis manos calientes por debajo de su blusa aferrandome a su cintura, su respiración se agita, se inclina para que podamos juntar nuestras bocas, siento el roce de sus labios y la piel ya se me pone de gallina.

-Ariadna estás?.- escuchamos a Paloma desde el otro lado.- Es de extrema urgencia.

Se para de encima mio, acomoda su blusa y cabello, toma la manilla de la puerta pero la detengo y le doy un beso fugaz pero intenso, lo suficiente para que su cuerpo adquiera algo de calor.

Salgo sonriente a hacer mis papeles, me encanta mi jefa, es una atracción que no puedo explicar ya que nunca me han gustado las mujeres pero ella tiene algo provocador.

Entre los papeles que tengo observo una carta que es para mi, es del oficial de policía.
"Te escribo por este medio ya que no puedo confiar en nadie y la tecnología es una mierda, me dijiste que enviarías un pendrive con información clasificada de Ariadna Vlachos, me aburrí esperándolo hasta que uno de mis muchachos vio que se lo diste a otro policía, el drama es que no recuerda absolutamente nada y él era el más interesado en averiguar que pasó con los jóvenes ya que uno de los muertos pertenecía a su hermana, nada de lo que digo tiene sentido pero mucha gente está olvidando lo que hace y todos se han juntado con alguien del entorno de los Vlachos, debes cuidarte de ellos, en dos días más será el cumpleaños de tu jefa y leí que siempre lo celebra con una fiesta privada en su mansión, necesito que vayas como sea a esta y busques pistas que nos ayuden, muchas gracias"

La leo una y otra vez, todo está fuera de control, desde que empecé a trabajar acá es que tengo esas lagunas mentales que me hacen olvidar cosas, no tengo idea de que pendrive habla. Debería volver a la teoría de que ella es una bruja malvada que se aprovecha de la inocencia y humildad de la gente.

Debo usar mis dotes de seductora, le mando un mensaje a Elián para que nos juntemos a mirar el atardecer, necesito a como de lugar sacarle información.

Me voy a casa a ponerme algo más cómodo y elegante a la vez.

**

Nos sentamos en lo alto de una montaña, la vista es perfecta.
Se me acerca hasta que su respiración choca con mi rostro, me aparto sutilmente.

-Pensé que lo deseabas.

-Deberíamos ir lento, quisiera saber más cosas de ti, apenas se tu nombre.

-Soy griego, hace años que andamos de ciudad en ciudad con mi hermana, mi familia es solo Ariadna, mis padres fallecieron cuando eramos unos niños, cada quien sobrevivió como pudo hasta que ella se convirtió en una de las mejores empresarias del mundo y yo solo salgo a fiestas.- sonríe pasando la mano por su cabello.- También soy piloto de carreras.

-Vaya, tu vida ha sido un poco agitada.

-Ni te imaginas cuanto.- pone su mano por sobre mis hombros.- Me gusta estar a tu lado.

Quedo mirándolo.

-Me pones nerviosa.

-Tranquila.- susurra en mi oído, acaricia mi cuello y entonces besa mis labios.

Quedo inmóvil sin responderle, Elián me gusta pero sin embargo mi deseos se desatan por su hermana.

-Que tal si el sábado te voy a visitar a la mansión.

-Uf, mi hermana tiene una fiesta privada pero te conseguiré una entrada para que nos podamos ver.

Lo abrazo en forma de agradecimiento, espero que esto no se salga de control, nos despedimos y cada uno se va por su camino para que no nos vean juntos.

Me detengo en seco al recordar que dijo que era griego, los correos que saqué del pc de Ariadna estaban en griego, los dolores de cabeza se fueron cuando de la nada recordé cosas, fue justo cuando estaba con ella, yo jamas tendría el valor para besarla, sin embargo cuando miró mis ojos y dijo que hiciera lo que deseaba hacer lo hice sin más, la herida que curó en mi espalda, todo está demasiado raro.

Entre el misterio de ella y el deseo que siento solo me queda el abismo, estoy totalmente confundida.

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El deseo es más fuerte¡!

🩸PASIÓN DE SANGRE 🧛‍♀️Where stories live. Discover now