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3° de Agosto de 1998
"Hoy fue un día de mierda, mis padres comenzaron a molestarme acerca de mi futuro, aún falta un año más de bachillerato y ya me están cuestionando que carrera universitaria elegir, todavía no se si quiero estudiar una,  ¿quien fue? el desgraciado que inventó este sistema escolar, lo único que me hace sentir bien en estos momentos es ver a esa persona en el colegio..."

El final del verano se acercaba y era 1998 en la ciudad de Dallas, Texas se encontraba estudiando un chico de origen coreano y su nombre era Kim Taehyung, el cual era conocido por sus compañeros como "Vante el príncipe asiático", era muy bello físicamente, pero demasiado serio y muy antisocial, que los demás pensaban que era muy cretino. 

Aún así las chicas iban tras él y le dejaban notitas o declaraban sus sentimientos pero este, las rechazaba sin dar explicaciones. La familia Kim es extremadamente rica y siendo él hijo único, decidieron que el venir a vivir a Estados Unidos era la mejor opción para que Taehyung aprendiera el idioma y estudiara administración para en un futuro poder hacerse cargo de las empresas que pertenecen a su familia.

La petición de Taehyung era estudiar el bachillerato en una escuela pública, estaba harto de lidiar con niños ricachones y egocéntricos. Pensaba que así podría al menos tener algo de paz mental sin el pensar todo el tiempo en el futuro familiar, en un lugar que el considera "normal".

—Hey, Hey... Tierra llamando al príncipe Vante—le hacía señas con sus manos, un alegre chico con mejillas adorables.

—¿Que pasa Park Jimin?—dijo al fin "aterrizando" a la realidad.

—Te pierdes mucho en tus pensamientos Taehyung y porfavor solo dime Jimin, no hay necesidad de ser tan formal no estamos en Corea, aquí podemos ser más informal en el hablar.

—Lo siento, sigo sin acostumbrarme, solo tengo 3 meses desde que llegué.

—No te preocupes, yo te enseñaré todo lo que se hace por estos lugares, pero aún me parece extraño que alguien como tú, este en esta escuela.

—¿Porque extraño? Soy una persona normal como tú.

—La diferencia entre tú y yo, es que eres estúpidamente rico, eres prácticamente un hijo de un "Chaebol", puedes estar en la mejor escuela de este país y en cambio elegiste una escuela pública de un viejo barrio de Dallas.

—Me agrada aquí, me siento tranquilo, no lo entenderías si te explico el porque.

—Puedo darme una idea, pero aún así aquí hay que caminar con cuidado, ves que la escuela tiene sus propios grupos e incluso se juntan por nacionalidades.

—Lo sé, no soy idiota, se que del grupo de los asiáticos,  destaco mucho.

—Solo tener cuidado con aquella pandilla de chicos asiáticos, ellos se juntan con las otras pandillas  americanas, son extremadamente peligrosos.

—Vaya te refieres a aquellos idiotas—dijo señalando con su dedo y enseguida  Jimin le bajó la mano.

—¡Estás loco! No los señales, es peligroso. En especial aquellos tres coreanos, Jeon Jungkook, Min Yoongi y Kim NamJoon, ellos prácticamente son la mafia coreana aquí.

—La verdad no me interesan— En eso tocan el timbre para el cambio de clases.

—Iré a Química, nos vemos Jimin—dijo tranquilamente y tomó sus pertenencias para retirarse del aula.

— Adiós, nos vemos en la salida y saluda a Jhope por mí.

Siempre al cambio de clases, los grandes pasillos de la escuela se veían inundados de apresurados jóvenes que se daban de prisa para llegar a tiempo a su próxima clase.

Taehyung llegó al aula correspondiente y se encontraban con su otro compañero, un alegre coreano que era amado y muy conocido por todos por sus grandes habilidades para la danza y el baile, a diferencia de su otro compañero Jimin, era que su especialidad era el baile y rap callejero y  el de Jimin era danza contemporánea, ambos tenían fans que los seguían a todas sus presentaciones.

—Vante, your hope is here—dijo alegremente.

—Hola Hoseok—dijo sin sorpresa el pelinegro.

—Vamos hermano, debes sonreír más al verme, soy un solecito—le sonrió y Taehyung solo le respondió con una media sonrisa.

—Chicos la plática se acaba ahora, porque es turno de entrar al fascinante mundo de la Química—dijo el maestro abriendo su libro y empezar a dictar, mientras que los alumnos se quejaban un poco y tomaban sus asientos.

Después de un larga mañana, las clases habían terminado, Taehyung aún no estaba inscrito en algún club, sabía que pronto le pedirán de orientación escolar, el que estuviera en uno.

Mientras aprovechaba para hacer su tarea y disfrutar de la lectura de algunos de sus libros favoritos. Pasaba la mayor parte de su tarde en la biblioteca escolar, no le agradaba regresar pronto a casa, sabía que el llegar era sinónimo de estrés. Su padre no sabía platicar otro tema que no fuera sus negocios y recordarle a cada minuto que sería el heredero y debía estar a la altura, la palabra diversión era algo que estaba prohibido en la mansión de la familia Kim.  Al menos podía disfrutar de esa paz en la escuela.

Caminaba por los pasillos de la biblioteca, en busca de algún libro que le ayudará a comprender mejor el inglés escrito, era hábil para hablarlo, pero la gramática se le complicaba un poco, aún así para tener tan poco tiempo aquí, no se le dificultaba el tomar sus clases, pero sabía que no debía dejar de estudiar.

Cuando estaba a punto de llegar al último pasillo, vio a lo lejos a aquellos chicos que le había comentado Jimin que era peligroso acercarse. Se encontraban forcejeando con otro chico, al parecer tenían a uno a rinconado, para evitar ser visto se puso detrás de un estante y contemplaba aquella escena.

—Dime... ¿quien carajo, te mando?— decía con enojo y una pequeña navaja cerca del cuello del chico, un bello chico, Kim Seokjin o Jin como le llamaban sus compañeros, también conocido como "El bello príncipe sádico" era el chico más guapo del grupo, también era extremadamente rico, pero a la vez escondía un pasado triste y encontró en "B-Boys" un refugio, también muchas chicas le seguían, su belleza era algo que no pasaba desapercibida, incluso había recibido ofertas para modelaje, pero las negaba. 

—Hyung, está bien... no hay que ser tan extremos con esto, pero...escucha bien idiota, ya se quien te mando, si en 20 minutos, no regresas con lo que te pedimos, estarás expulsado de esta escuela, me conocen por ser bueno en mi trabajo, no dudaré en hacerte la vida imposible—se acercó hablando con diplomacia uno de los integrantes de la banda mientras, él chico se fue corriendo asustado.

Kim NamJoon, era conocido por ser uno de los mejores promedios de la escuela, los profesores estaban encantados con él, pero a la vez no entendían por qué se juntaba con aquellos chicos que solo eran mala influencia para los demás estudiantes. Era el cerebro del grupo y contaba con un IQ alto,  definitivamente alguien de cuidado.

En eso llegó corriendo un pelinegro, con un caso de moto, venía con una mochila grande, pronto la abrió y saco una pequeña caja.

—Hyung, encontré la caja con el dinero del club, si fueron esos bastardos.

—Bien hecho mi pequeño Jungkook—dijo acariciando su cabeza Jin.

—Tenemos lo que buscábamos, debemos irnos, nos está esperando Suga allá en el club.

Tan pronto se retiraban, el último fue Jeon Jungkook, quien levantaba las cosas para colocarlas devuelta en la mochila, pero por un descuido deja en el olvido una pequeña libreta.

Taehyung se asegura que no esté nadie a su alrededor y va a recoger la pequeña libreta. La examina y se da cuenta que está escrita en su totalidad en coreano, claro no era de la extrañarse, tan pronto escucha alguien acercarse a lo lejos y se va corriendo con ella.

I'm got not time to loseWhere stories live. Discover now