Clark Kent esta iniciando su carrera como héroe, busca proteger y salvar al mundo y sus habitantes, pero el mundo es cruel y tendrá que verlo con sus propios ojos.
No estoy de acuerdo en que el destino está escrito, de lo que, si estoy seguro, es que las decisiones que tomemos y las acciones que en nuestra vida ejecutemos, nos llevaran a un punto.
A un punto en conjunto con diferentes personas, que en el camino de la vida que hayamos recorrido, nos hayan acompañado, o nosotros a ellos, sean antagonistas o no de nuestra historia o nosotros de las suyas.
Ya sea bueno o malo lo que nos depara, lo debemos aceptar, lo tenemos que enfrentar con valentía, sin jamás rendirse, porque si no es así, ¿qué sentido tiene recorrer el sendero de la vida y sufrir los sacrificios que se tomaron atreves de ella?
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CAPITULO III
A las orillas de Metrópolis, en el patio trasero de una casa, un hombre está sujetando con gran furia a un niño de su sudadera roja.
Su nombre es Black Adam y está sujetando a Billy Batson en el aire.
—Niño, ¡Tú no mereces este poder!
Con decisión el niño responde.
—Sé que no lo merezco, pero al parecer, era mi destino obtenerlo.
Después de estas palabras, golpea las manos de Black Adam y cae, mientras Billy cae, con gran fuerza en su pecho, grita.
—¡¡SHAZAM!!
Dos minutos antes.
Ha pasado una semana desde que Superman salvo a Lex Luthor y defendió la ciudad de metrópolis de unos misteriosos robots. Hasta ahora ni autoridades policiacas ni ningún otro departamento de investigación saben de donde llegaron estos robots.
Todo esto le resulta extraño a Clark, ya que ni como periodista ha podido averiguar algo. Clark sigue buscando algo que le pueda ayudar con este misterioso suceso, y en estos momentos se encuentra sobrevolando la ciudad en busca de pistas.
Las personas alzan la mirada al cielo con gran alegría y esperanza al saber que alguien con tal fuerza los está protegiendo. Luthor solo mira con odio a Superman desde su oficina en LexCorp. Siendo la hora del almuerzo, Clark aprovecha esto momentos para patrullar la ciudad desde el cielo.
Basta un pequeño grito a lo lejos para que Clark se percate de que alguien necesita ayuda, con gran velocidad se dirige hacia donde escucho el grito, y antes de que un rayo logre pegarle a un niño, el cual está cayendo, Clark lo logra salvar. El niño confundido lo mira sin saber que decir. Clark lo reconoce rápidamente, recuerda que es el niño con el que choco a las afueras de la estación del metro. El niño se hace para atrás y le reclama.
—¡¿Qué hiciste?! Ese sujeto me intenta matar.
Clark confundido le responde.
—Niño te acabo de salvar de un rayo que te iba caer, y por cierto ¿de donde estabas cayendo?
