LIREMANCIA +18

T4:CAP07 "Mía"

*Este capítulo es un borrador por lo que solo tiene una revisión, disculpen las faltas de ortografía*

~MATTHEO RIDDLE~

La arrastre conmigo a la primera puerta que encontré. El interior era una bodega cualquiera, intente encontrar el interruptor de luz pero ella se me vino encima, tomándome de la chaqueta y provocando que chocará con la puerta del pequeño lugar para poder besarme. Automáticamente la tome da la cintura con firmeza para poder estabilizarnos.

— ¿Estás ansiosa? — pregunté cuando comenzó a dejar besos bajando por mi mandíbula hasta llegar a mi cuello. Asintió sin pensarlo, mirándome, le brillaban los ojos, que a pesar de ser castaño oscuro podía detectarlo.

¡Carajo!... Me gustaba así, intensa, decidida y segura de si misma. Provocaba en mi algo involuntario, jugaba con mi mente sin siquiera notarlo, con solo mirarme se convertía en mi perdición. Detonaba algo en mi inexplicable.

Sus manos viajaron por mi cuerpo, despojandome de mi chaqueta y de la playera. Mi respiración se aceleró y la necesidad de tomarla y hacerla mía aumento.

— Nena... tienes que relajarte o no podré controlarme. — murmuré tomándola de las manos antes de que tomara la bragueta de mi pantalón. Si seguía así iba a correrme antes de tiempo.

— No quiero que te controles, de hecho. — Se acercó a mi oido colocándose de puntillas— Quiero que pierdas el control conmigo.

La mire atonito, ¿Esa era mi TN?.

Se soltó nuevamente desabrochando mi pantalón. La erección en mi entrepierna era evidente. Mi pulso estaba acelerado y solo quería terminar con esto.

Había deseado tanto este momento desde la primera vez que la hice mía. Aunque tuve mis dudas por la estúpida idea que me metieron al que probablemente podía ser... ni siquiera puedo decirlo del horror que me causa.

Afortunadamente no fue así y eh estado deseandola cómo nunca. Pero jamás la obligaría a hacer algo que no quiere.

TN era hermosa a su manera. Y no por su cuerpo, era delgada y por lo menos una cabeza más baja que yo. Tenía el cabello negro intenso, la cara redonda y su tez era blanca. Sin embargo nada de eso era lo que me llamaba la atención, no digo que sea malo, porque era preciosa así, simplemente había algo más. Algo que... Hasta la fecha no logro entender.

Sin más preambulo cambie de posición con ella. La estrellé contra la puerta y me acerque para poder besarla con posesividad, mis manos fueron directamente a su pantalón para poder desabrocharlo.

Su mano encontró lo que tanto deseaba y comenzó a acariciar lo que a ella le pertenecía de arriba a abajo, provocando que la piel se me erizará, jadee en su oído antes de depositar un beso debajo del mismo.

Procedí a hacer lo mismo con ella, con una mano la tomé del cuello para poder regresar a su boca, con mi mano libre baje a su parte más íntima, haciendo a un lado su ropa interior para poder acariciarla. Decir húmeda era poco, estaba mojada, tanto que introduje dos de mis dedos sin problema.

—Joder... Mattheo. — jadeo.

—¿sigo? — pregunté sacando mis dedos y volviendo a introducirlos de golpe.

— Si, joder si, no pares. — sonreí.

Su mano soltó mi miembro para poder tomarme de la nuca. Me beso jugando con mi lengua. Mientras yo jugaba con los labios de su intimidad. Todo a mi alrededor se convirtió en una sola cosa, ella.

Sus jadeos, su tacto, su aroma, todo se resumía en ella. Y me jodía a tal manera que haría cualquier cosa por ella. Tenía el control sobre mi y la estúpida lo sabía.

La tención sexual aumento en ambos, lo sabía por como se estrechaba sobre mis dedos al masturbarla. Por como maldecia mi nombre cada que le susurraba lo tanto que me exitaba al oído. Tenía que tomarla ya.

La solté antes de que se corriera y la voltee, bajándole el pantalón junto con la braga, la incline al mismo tiempo que le abría las piernas.

— Las manos sobre la puerta nena. Voy a cogerte ahora hasta que grites mi nombre.

— ¡Mierda Mattheo, solo haz...

No la deje terminar, entre de una sin poder contenerme, ella gimió tan fuerte que por un momento creí que la había lastimado. Pero no simplemente me miro y...

— ¡Muévete Carajo!

Sonreí con malicia e hizo lo que me indico, moviendome dentro de ella. Por alguna extraña razón no podía ser dulce o romántico con ella. Simplemente no me nacía. Me gustaba ser rudo y salvaje, porque ella me correspondía de igual forma.

Le gustaba que fuera así con ella, no me lo decía pero podía percibirlo y no solo en el sexo, sino en todos los aspectos. TN no quería rosas o chocolates, quería a alguien que díera todo por ella y la protegiera. Y lo tenía, me tenía a mi.

Me gustaba sacar lo peor de ella y que ella sacará lo peor de mi. Me gustaba la atmósfera que se formaba entre nosotros cada vez que discutiamos, me gustaba verla defenderse y atacando a todo aquel que se interpusiera. Me gustaba que no se quedará callada y dijera lo que pensaba.

Recuerdo perfectamente como me exite el día que se enfrentó a Olivia cuando descubrió lo de su hermano o a Potter la vez que se enteró que la mandarían a Francia por su culpa, el como actuó hoy al matar a esa estúpida profesora sin piedad. Me exitaba tanto que perdiera el control que era doloroso para mí. Jamás se lo diría pero me masturbaba pensando en ella y en lo loco que me volvía su actitud rebelde e imponente.

La embasti tres o cuatro veces más hasta que llegó a su climax justo al mismo tiempo en que yo me corrí en su precioso culo.

— ¡Carajo! — murmuré tratando de recuperar la compostura.

— Eso fue... joder... no sé... como explicarlo. — Murmuró

La tome para ponerla de pie, estaba cansada. Había sido un polvo rápido pero lo suficientemente intenso como para dejarla sin ganas. La pegue a la puerta subiendo sus bragas y su pantalón. Vistiendola con cuidado. Le acomode el cabello que estaba hecho un lío y le di mi chamarra para que se la colocará. Ella solo sonreía.

—¿Sabes lo que significa esto verdad? —pregunte mientras me vestía yo.

— Mmm, no lo sé. ¿qué? —respondio jugando conmigo y provocandome.

— Significa que eres mía otra vez TN y de nadie más. — sentencie mirándola a los ojos.

Ella me miró como si tratara de deducir si le mentía o no. Se que no le gusta que la tome como un objeto, pero yo no lo veía de esa forma.

— Mattheo... siempre eh sido tuya. Así como tú eres mío.

Sonreí sin poder evitarlo. Ahí está otra vez, esa cosa que... que hacía que mi ritmo cardíaco aumentará. La atraje hacía mi para poder besarla.

— Vamos, salgamos de aquí o Bellatrix comenzará a buscarte por no llegar a su clase.

— Ni me lo recuerdes. — rodeo lo ojos.

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Besties, Buenas Noches. Un gusto saludarlas por acá. Espero se encuentre bien. Cómo ven fue un capítulo cortito, pero quería que vieran un poco la perspectiva de Mattheo Riddle. Espero les haya gustado. Quizás escriba un poco más de esto :). En fin, descansen. Las Amo <3