LIREMANCIA +18

T3:CAP44 "¿Segura?"

- Ojito que es un borrador -

~ MAXWELL ~

— ¿Estás segura? — Murmuró mientras me besaba.

Corte el beso y me reí porque era la quinta vez que me lo preguntaba desde que salimos de la ducha.

— Lo estoy. — Afirme. Él estaba frente a mi, aún con la ropa húmeda de la cintura para abajo, ya que me había encargado de quitarle la parte de arriba en el baño. Yo por otro lado, estaba completamente vestida, a excepción de mis pies.

— ¿Tú no lo estás? — pregunté de repente, quizás estaba dudando el y yo era la que lo...

— ¡Joder!, Lo estoy. Pero... Solo quiero que seas consciente de lo que estamos a punto de hacer. ¿Recuerdas lo que te dije en la rueda de la fortuna? — Estaba por afirmar pero se adelantó— No estaba bromeando nena, una vez que pase, serás mía, de por vida.

Lo mire. Mattheo era el tipo de persona que no le importaba las consecuencias de sus acciones. Hacia las cosas por hacer, sin pensar, no importaba a quien dañará en el camino, el claro ejemplo era yo. Pero... Había algo en el que cambio desde el momento que supimos que pasaba algo entre los dos, que no solo era una fría guerra de odio entre ambos.

Así fuera la cosa más mínima y que no implicaba gran daño, siempre me preguntaba si estaba segura de continuar. No sabía si me gustaba o no, porque eso significaba que me conocía bastante bien, bueno, era claro que lo hacía y tenía acceso a mis puntos más débiles. Sabía que a pesar de que ahora la irá me segara, él era consciente de que no somos iguales. Yo jamás podré ser como él y él jamás será como yo, pero me aceptaba y yo lo aceptaba tal como era y eso era lo que en parte nos hacía más fuertes.

No estaba segura de si lo nuestro duraría o si al final alguno de los dos era quien dejaba al otro. No sabía lo que pasaría en un futuro o si al menos tendríamos uno. No sabía si el me traicionaría o yo lo haría. No sabía si alguno de los dos moriría en manos del otro. Pero sabía muchas cosas más. Sabía que el estaría ahí para mí, sin importar que. Sabía que lo nuestro era enfermo, psicópata y absurdo, es decir...

¿quien en su sano juicio, se enamora del villano?

Pero sobre todo sabía que estaba segura de esto. Entendía perfecto el concepto de después de esto será suya de por vida y no había cosa más grande que quisiera que solo eso. El me había repetido infinidad de veces que me pertenecía, desde el momento en que nos conocimos, porque no hacer lo mismo por el. Tenía mi alma con el, no habría gran diferencia si me entregaba a el.

Me acerque por inercia un poco más a el, tratando de dejar el más mínimo espacio entre ambos. — Soy consiente de todo Mattheo y de verdad quiero hacerlo. Si es contigo, estoy segura.

Me miro con determinación, la llama del deseo resaltaba en sus ojos marrón oscuro, casi negros. — No voy a ser gentil nena, una vez que empiece no podré parar.

Lo sabía y fue eso lo que encendió la llama del deseo — Lo se. — Conteste con seguridad.

— No quiero hacerte daño... — dijo tomándome de la cintura con una mano y con la otra de la nuca para poder mirarme y así poder eliminar cualquier espacio que nos separara.

— Lo se.

— Te dejaré marcas... — Murmuró moviendo su mano para tener acceso a mi cuello y dejar un casto beso justo donde se encontraba mi pulso

— Lo se... — Murmuré sientiendo un costilleo por todo mi cuerpo.

— Te haré mía hasta que pierdas la razón de todo tu ser.