Capitulo 11.

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11. Que mi ultimo aliento...

~***~

Días después.

Apenas un mes con algunos días pasaron desde que fue privada de su libertad, poco más de dos semanas y media conviviendo con Namor en la choza, días que paso mayormente instruyendo al soberano acerca de la superficie. Por otro lado estaba aprendiendo a comunicarse con la mujer que le llevaba comida (frutas y verduras casi siempre), exploraba la cueva todos los días buscando en que entretenerse y al mismo tiempo repetía algunas palabras en maya para estudiarlas, el dialecto era muy complicado por que después de todo lo que estudio solo sabia decir "gracias", "por favor" y "comida".

A pesar de ese tiempo lleno de besos, encuentros sexuales y Namor siendo mucho más atento con ella no se les olvidaba la razón por la que seguia atrapada ahí, cada nada Namor le preguntaba cosas acerca de la diplomacia americana, el régimen en Wakanda y prácticamente casi todo lo que sabía de políticas, era como un libro para el soberano informándole directa y a detalla casi todo lo que quería saber.

—Estoy organizando la intervención para recuperar los planos de tu máquina —le informo Namor sentado junto a la mesita de la choza.

—supongo que eso me incluye a mi — Itza se sentó en sus piernas abrazándolo por el cuello y Namor sosteniendo su cintura.

La confianza entre ellos por supuesto que aumentó, un mes viéndose las caras casi a diario lo respaldaba.

—Desde luego —asintió— Namora y Attuma vendrán para ver de qué manera nos deshacemos de ellos.

—Deben odiarme —se rió —por cierto ¿que piensan de mi en Talokan?

—Que eres el ser más repugnante que existe en la superficie —se burlo.

— ja-ja-ja —fingió —Muy chistoso.

—Tu preguntaste y yo respondí — sonrió. — En realidad ignoran que eres la mujer del Kukulkán, solo creen que me ayudas a aprender de la diplomacia de la superficie.

—¿Así que ahora soy tu mujer? — sonrió divertida —Yo no veo ningún anillo aquí —le mostro la mano moviendo su dedo índice.

—¿Qué? — la cuestiono confundido. Itza carcajeo. 

—Olvídalo, es un ritual de la superficie. —le dio un beso de piquito. 

—¿Qué se hace en la superficie para que seas mi mujer? —la tomo por sorpresa, ya se estaba poniendo serio.

—¿Quieres que lo sea? —se miraron con un poco más de seriedad. 

—No descarto la opción. 

—Me conoces hace apenas un mes — se burlo acomodando el cabello de Namor. 

—Y ya te conozco mejor que cualquier mortal de la superficie. — Itza pareció no inmutarse pero sentía su corazón latir a toda velocidad. 

Su "momento" fue interrumpido por el ruido del agua, supieron entonces que alguien venía, Itza en su pánico salto del regazo de Namor alejándose unos cuantos pasos y tratando de hacer parecer que  estaba en una pose natural; el Kukulkán sonrió por ese gesto de pena. Como predijeron, Namora y Attuma entraron vestidos con ropas de civiles en Talokan, inclinaron la cabeza guardando respeto hacia Namor. 

Kukulkán — se presentaron. 

La científica nos va a guiar para traer esos planos y destruirlos — comenzó explicar. 

¿Esta seguro que podemos confiar en ella? —cuestiono Namora. 

Si, Itzayana tiene mi plena confianza — Namor sorprendió a los guerreros. — Adelante — esta vez se dirigió a Itza. 

Yéetel le brisa | NamorWhere stories live. Discover now