Librería II

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Quedé impávida con lo que había dicho y cómo me lo había dicho, sentí sus labios rozar mi oreja, una corriente estremeció todo mi cuerpo.
—Qué pasó, ¿te asustaste?
—No, no, no tengo nada que opinar.

Dirigió su mano a mi brazo y volvió a hablar.

—No te gustaría a ayudarme con mi fantasía—su dedo subiendo y bajando por mi brazo hizo que se erizara mi piel.

—Yo, yo no sé qué decir —tenía que ser sincera.

—Puedes aceptar. Es hora de que cierres el local — vi la hora y tenía razón. Simplemente asentí.
La vi caminar hasta la puerta, girar el papel que decía abierto a cerrado y colocar seguro.

Llegó a mí y entró hasta mi puesto de trabajo.
—Ayer que te vi, no pude parar de pensar en hacerte mía. Confieso que me masturbe pensando en tu cuerpo —no podía creer lo que escuchaba. Su apariencia parecía de una chica tranquila y dulce, pero su personalidad era totalmente diferente.

—Yo nunca bueno yo no he salido con mujeres—admití.

—Tranquila, no vamos a salir—me aprisionó contra la mesa. Llevó sus manos a mis muslos, cargaba una falda corta lo que le facilitó poder tocarme.
—Tienes unas piernas muy bonitas, y estoy segura que se verán mejor cuando esté en medio de ellas—susurró a mí oído, mientras daba una pequeña lamida en ese lugar.
Solté un quejido al sentir su lengua en mi oído.
Siguiendo lamiendo hasta descender a mí cuello, que bien se sentía. Siguió bajando hasta ubicarse de rodillas, su altura quedaba justo en mi vagina.
Restregó un poco más mis piernas y decidió que aquella falda estorbaba, tomó el botón desabrochandola y quitando la de mi cuerpo.

—Mucho mejor.

Estaba paralizada, no sabía qué hacer, pero no quería que se detuviera.
Llevó su boca hasta mi vagina y empezó a lamer por encima de mi ropa interior. Tuve que agarrarme fuerte del borde de la mesa.
De un momento a otro también retiró esa prenda, estaba a su merced, era como un títere que podría manejar.

—Que bien hueles, preciosa —pasó su lengua por mi rajita.—Y sabes delicioso.
Tiré mi cabeza para atrás.
Que placer.
Sentí como abría mis labios y pasaba su lengua por ese lugar, subió mi pierna a su hombro y gemí fuerte cuando su lengua accedió en mi interior. Coloqué mis manos en su cabeza, moviéndola en un vaivén contra mi pelvis.

—Ohh ahh, me voy a venir—gemía, mi cuerpo empezaba a temblar y una corriente se apoderaba de mi centro.

Hundió dos dedos y sentí que mi cuerpo desfallecería, volví a colocar mis manos en la mesa para lograr sostenerme. Gruñí fuertemente cuando me corrí, tenía las piernas temblorosas. Jamás había tenido un orgasmo tan intenso.

Se levantó y observé cómo se lamía uno de sus dedos.

—Sabes delicioso—expresó sin dejar de lamer.

—No sé que me pasó—confesé. Estaba confundida, jamás pensé que me dejaría comer el coño de una chica.

Se puso frente a mí muy cerca.

—Pasó que te morías de ganas de que te hagan un cunnilingus. Y...—llevó su mano nuevamente abajo.

—Sé que quieres más —sin previo aviso introdujo otra vez sus dedos en mi centro.

—Hmmm...

—Shh, disfruta
Alzó mi cuerpo ubicándolo en la mesa y sin piedad empezó a penetrarme. Levantó mi blusa y oh sorpresa no cargaba brassier. Sonrió
Y se abalanzó a uno de mis pechos, chupaba la punta de mi pezón. No sabía qué hacer, solo llevé mis manos a su espalda.

Sus arremetidas eran intensas y ese juego con mis senos que me tenían loca. Solo se podía escuchar mis gemidos y el chasquido de sus dedos en mi interior.
Soltó mi seno, y fue hasta mi boca, no era la primera vez que me besaba con una chica pero jamás en estas circunstancias. Tomó mis labios, y dios besaba con maestría, trataba de seguirle el paso pero ella se comía mi boca.
Colocó su mano en mi espalda baja y empezó a empujar, maldición sentía como si toda su mano estuviera dentro de mí.

Rasguñe su espalda con fuerza, tenía blusa de tirantes le quedarían unas grandes marcas pero no me importaba.

—Sí, rasguñame más fuerte — jadeaba, mientras lamía mi cuello. Así lo hizo seguí rasguñando. Pero Dios sentía que perdía fuerzas.

Algo acrecentó en mi vientre y bajaba hasta mi coño, me iba a correr otra vez. Aumento la velocidad e intenté retirarle la mano me estaba matando, pero no lo permitió. Sus dedos en forma de garra tomaron mi zona sensible y solo pude aprisionar sus dedos en mi interior.
Solté un gran gruñido acompañado de un cuerpo tembloroso.

Tenía la garganta seca y mi cuerpo empapado de sudor.
No sabía que el sexo me haría sentir de esta manera.
Retiró sus dedos de mi interior, y empezó a restregar suavemente mis labios.

—Para, para, no sé si pueda soportar más —logré advertir. Estaba exahusta.

Sonrió y besó mis labios suavemente.

— Vale te dejaré descansar un poco. Pero que sepas que te quiero toda la noche conmigo.

—No puedo estar más tiempo aquí.

—No dije que estaremos aquí. Podemos ir a mi casa y continuar. Ya cumplí una fantasía y quiero otra—confesó

La vi un poco dudosa.

—¿Y cuál será?—hablé algo interesada.

—Comerte el coño mientras lees un libro—susurró.

Se me erizó la piel ante semejante propuesta.

—¿Qué dices?—se acercó y mordió mi labio inferior—Te aseguro que no te vas arrepentir.
Va a ser la lectura más apasionada y entretenida que tendrás en tu vida.

—Si no quieres ahora, está bien. Te dejo mi número y si te decides me llamas—volvió a hablar.

Tomó un papel y escribió su número y una dirección.

—Toma, número y mi dirección. Esperaré por ti, pero no por mucho.

Colocó sus manos en mis mejillas y me dejó un corto beso.

—Nos vemos. Sí así lo quieres— se alejó y antes de salir de la librería volvió a hablar.

—Gusto en conocerte Nicole. Ojalá me llames. Me guiñó un ojo y terminó de irse.

No podía creer lo que había pasado. Una chica me había hecho tener los dos mejores orgasmos de mi vida.
Miré el papel que había dejado.

Tomé mi celular y guardé a aquel número.
Cerré el local y salí, iba caminando hacia mi casa, pero mi mente seguía pensando en la propuesta.
Cuando faltaba una cuadra para llegar me decidí.

: Acepto. Voy para tu casa ahora✓✓

Noelia: Te estaré esperando.

*Había enviado la foto de un libro erótico.

Sonreí y tomé un taxi.

Relatos Eróticos (Completos En DREAME)Where stories live. Discover now