Cap. 6

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Historia de la magia fue la primer clase del segundo día, en pocas palabras había sido una tortura.
La clase era impartida por un fantasma llamado Vince, se rumoreaba que un día se quedó dormido en su oficina y a la mañana siguiente se levantó a su hora habitual para dar clases, el único problema fue que había dejado su cuerpo atrás. Todos se sorprendieron por verlo como fantasma, pero nadie lo cuestiono y hasta la fecha seguía dando la misma aburrida conferencias sobre la rebelión de los Goblins, su información era básica en el mejor de los casos y su voz monótona hacia que el ambiente en el aula fuera uno de sueño total.
En cada clase no era extraño que varios alumnos se durmieran, incluso los primeros años, que tenían mucho más respeto por las reglas, al menos en sus primeros días.
-Que perdida de tiempo- Gruñó Theo mientras los que estaban al rededor asentían de acuerdo, incluso los Ravenclaw, que valoraban la enseñanza por sobre todo estaban de acuerdo de que esta clase era inútil.
-Olvídalo, después de esta clase tenemos vuelo- llamo un poco emocionada la amiga de Daphne.
-Como si se aceptaran mujeres en el equipo de Slytherin, mucho menos mestizas- se burlo la irritante voz de Malfoy.
-Pequeña rata, no eres nadie para hablar, apuesto a que exigiras que te pongan en el equipo y cuando te lo nieguen por ser de primer año, iras con papi llorando a reclamar- devolvió Daphne mordazmente, desde chicas había sido extremadamente protectora con su amiga, en especial si se metían con su estado de sangre.
Malfoy gruñó por qué era exactamente lo que tenía planeado hacer.
A unos lados Theo y Blaise se burlaron, incluso Black tenía una leve sonrisa de burla.
La clase había sido una eternidad para todos, debido a la emoción de su clase de vuelo.
Apenas termino todos salieron rápidamente, tenían una hora de descanso así que se dirigieron a desayunar, las animadas pláticas viajando de lado a lado.

Durante el desayuno, Daphne y su amiga optaron por sentarse más cerca de Black, que de Malfoy, se dejaba en claro que dos grupos se habían formado en la guarida de las serpientes y preguntar quién era superior no era necesario.
Durante el almuerzo el correo llegó y del otro lado, en la mesa de Gryffindor hubo un poco de conmoción con los primeros años, ya que al parecer el chico zapo había recibido una recordadora de su abuela.
Pronto el desayuno termino y todos se dirigieron a su primer clase de vuelo, el ánimo prácticamente se ponía sentir y muchos vitoreaban, muy animados.
-¿Sabes volar?- cuestionó Theo, su respeto opacado por su emoción.
Darcel le dedico una simple mirada, que le dejo en claro que creía que era un idiota.
-Todos saben volar- respondió secamente.
Pronto todos habían llegado al campo de Quidditch, dónde vieron a su profesora, Madame Hooch, parada cerca de muchas escobas y en el cielo el equipo de Ravenclaw sobrevolaba, habían reservado el campo para entrenar y la señora estuvo de acuerdo.
Los niños aceleraron el paso emocionados hasta llegar donde ella, muchos de ellos murmurando su emoción al ver a los jugadores de diferentes años en el cielo.
-Buenos días, bienvenidos a su primer lección de vuelo- saludo cortésmente Madame Hooch, atrayendo la atención.
-Antes de poder hacer unas pequeñas pruebas, repazaremos lo básico-

Cerca de una hora había pasado, dónde Madame Hooch ni siquiera les dejo tocar una escoba, el entusiasmo inicial se habia esfumado rápidamente con cada palabra que salía de la boca de la mujer, resultaba que no volarian en esta lección, ni en otras 10 más, ya que seria peligroso para ellos.

Sin embargo, la profesora considero oportuno enseñarles como poder llamar a su escoba y montarla correctamente, la emoción volvió un poco, en especial con los leones, que en su mayoría no habían aprendido nada de volar.

Todos se colocaron a un costado de sus escobas mientras observaban a la profesora hacer lo mismo.
-Bien, para llamar a su escoba es importante colocar una mano encima de ella y pronunciar claramente "Arriba", permítanme demostrarles- enseguida siguió el procedimiento y en cuanto pronunció las palabras, su escoba subió rápidamente a su mano.
-Es su turno- indico.
Los niños comenzaron a intentarlo al instante, la mayoría no fueron más que desperdicio de saliva.
-Arriba- pronuncio Darcel, al mismo tiempo que otras personas y al instante la escoba se elevó a sus manos.
-¡Muy bien!, 3 puntos Slytherin, para cada uno y 3 puntos Gryffindor, señor Potter-
El resto de personas continuaron intentándolo, mientras Theo optaba por burlarse de Malfoy, al no conseguirlo a la primera.

El hijo de Regulus BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora