Capítulo 1.

29.1K 2.5K 1.4K
                                    


Hacía poco mi padre ganó la lotería, logrando que saliéramos de la pobreza... por un mísero instante, ya que pronto se lo gastó todo en las apuestas. Volviendo al tema, gracias a mis habilidades de estudio y excelentes calificaciones, logré obtener una beca en el Instituto Pípiris-Nais, la preparatoria más prestigiosa del país.

Caminaba hacia mi destino con paso rápido, no podía permitirme llegar tarde en mi primer día de clases. El portero me abrió para que ingresara y me sorprendí al ver que allí no había detector de metales como en mi anterior colegio. «Obvio, ya vas a una escuela llena de niños ricos, no de criminales» pensé.

Me dirigí a la dirección, donde un encargado me tendió una hoja con mi nuevo horario y fui al área de casilleros para guardar unos libros. Me encontraba sumergida en mi tarea cuando la voz chillona de una chica me sacó de mi ensimismamiento. Era una morena alta con el cabello teñido de rubio, se veía muy bien la desgraciada.

—¡Ay, están guapísimos! —Exclamó.

Volteé hacia ella con curiosidad y me notó, ya que señaló hacia enfrente. Seguí la dirección de su dedo y observé a tres chicos caminando como unas divas. El que iba en medio tenía un porte serio, cabello oscuro, ojos grises y contaba con una expresión de no temerle a nada. El que iba a su derecha tenía el cabello rojizo, ojos verdes y complexión ejercitada. El tercero era el más alto, llevaba el cabello rubio despeinado, ojos muy azules y una sonrisita maliciosa adornando su rostro. Para colmo un montón de chicas los veían embelesadas. «¿De dónde salieron estas?». Hice una mueca.

—¿Quiénes son? —Pregunté sin mucho interés, regresando la vista a mis libros.

—Son los "Triple A", así les dicen por sus iniciales, aunque también se les conoce como los "Tres Perfectos Arrogantes". Son los chicos más guapos y ricos del Instituto, sus nombres son Aristóteles, Aquiles y Adonis Gold, son primos y los nietos del dueño de Merme D —mencionó una gran empresa dedicada a vender mermelada, ni modo que autos. «Mermelada con panecito, huevito revuelto y cafecito?». Tenía mucha hambre, pues no pude desayunar bien por los nervios.

«¿Por qué triple A, acaso son un paquete de pilas? ¿Y en serio tienen esos nombres tan feos?». Hice una mueca. «Se hubieran llamado Pánfilo, Pascual y Pancracio para que fueran los Triple P de pendejos, porque sí tienen cara de eso, les quedaría mejor los Tres Pendejos Arrogantes... Al menos Hugo, Paco y Luis».

—Ah, mira.

—Sí, el pelinegro es Aristóteles, el pelirrojo es Aquiles, y el rubio se llama Adonis.

«Pelinegro, rubio y pelirrojo, ¡qué original!». Me recordaron a unas monitas que salían en una caricatura, tenían el cabello de esos mismos colores y eran superheroínas.

Mi compañera en seguida empezó a parlotear acerca de lo fabulosos que eran, que todas las chicas ansiaban salir con ellos, que los chicos querían ser sus amigos o les tenían envidia y que era una suerte que fueran a nuestra escuela y no a alguna extranjera.

—Todas estamos enamoradas de ellos —suspiró.

—Yo no soy como las otras chicas —afirmé. Ella levantó una ceja—. ¿Qué? ¿Muy cliché? —Asintió y solté una risita—. Es verdad, soy lesbiana.

Ella puso una expresión de sorpresa y se llevó las manos a la boca.

—¡Ay, lo siento, yo...! —No sabía cómo excusarse. La interrumpí soltando una carcajada.

—Es mentira, no pongas esa cara, solo que vine a concentrarme en mis estudios.

—Ah, ya —rio conmigo—. Pero yo que tú no estaría tan segura, qué tal si caes en su embrujo.

Tres perfectos arrogantes © |Completa|Where stories live. Discover now